La pandemia suspendió la edición del año pasado, pero el festival de teatro clásico de la ciudad complutense vuelve fortalecido en su vigésima edición aunque con un nombre más largo: Festival Iberoamericano del Siglo de Oro. Clásicos en Alcalá. La cita tendrá lugar del 10 de junio al 4 de julio y es la primera en celebrarse de las numerosas sobre teatro clásico que tienen lugar en nuestro país durante la época estival. Con Mariano de Paco Serrano al frente, que lo ha redefinido y ha conseguido aumentar su presupuesto, el festival aspira a disputarle a otras plazas la capitalidad mundial del verso.
La cita se reorganiza en torno a una programación de espectáculos escénicos y una jornada teórica que atraerán tanto a artistas como a estudiosos del Siglo de Oro. Pero las tres novedades se refieren a la invitación a tender puentes artísticos con el teatro de países iberoamericanos; a que por primera vez el festival se lanza a producir tres obras; y al reconocimiento que hace a la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) que fundó Adolfo Marsillach y que ha actuado como impulsora y catalizadora de la producción y la afición a este género teatral.
A modo de ejemplo de esto último, el Festival repondrá el montaje con el que la CNTC inició su andadura: El médico de su honra, de Calderón, pero siguiendo la puesta en escena de Marsillach de 1986, aunque de una duración más reducida, según me contó Roberto Alonso, adjunto de Marsillach y que dirigirá esta reposición. Alonso conserva su diario de dirección, en el que tiene anotado día a día y con precisión casi matemática las numerosas vicisitudes por las que atravesó el equipo durante la fundación de la CNTC.
Las relaciones de esta cita con la CNTC se hacen patentes en muchos otros colaboradores. Por ejemplo, el dramaturgo José Luis Alonso de Santos, que también dirigió esta institución, es autor de la versión de Fiesta de farsantes, montaje basado en Pasos de Lope de Rueda y dirigida por su hijo, Daniel Alonso (procedente junto con el elenco que lo protagoniza de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico). La pieza es anterior al Siglo de Oro, pero principia nuestra dramaturgia barroca. El dramaturgo Alonso de Santos impartirá también una masterclass, al igual que el director y actor José Luis Gómez. Estos dos espectáculos citados, junto con el encargado al actor Pedro Mari Sánchez, La palabra de Oro (sobre el verso barroco), son las tres producciones propias del festival.
El capítulo iberoamericano se plasma en una invitación a programadores de grandes citas teatrales de América para animar coproducciones para un futuro y la presencia de dos compañías, una colombiana y otra chilena. Además, el Premio Fuente de Castalia, que otorga el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, recae este año en el Festival Internacional Cervantino de Guanajuato (México), probablemente la cita más ambiciosa que se celebra dedicada al teatro del Siglo de Oro, y no solo.
Con un presupuesto de 750.000 euros, financiado por la Comunidad de Madrid (que ha doblado su dotación este año) y por el Ayuntamiento de la ciudad, el festival cuenta con una amplia programación de espectáculos entre la que destacan otros estrenos como El animal de Hungría, texto de Lope de Vega nunca antes representado que dirige Ernesto Arias (antiguo director de la cita). Del Fénix se ofrecerán otras cinco piezas, entre las que destacan Peribáñez, con dirección de Eduardo Vasco (otro exdirector de la CNTC), Lope y sus Doroteas, dirigida por Ainhoa Amestoy, y El perro del hortelano en producción de la Fundación Siglo de Oro.
Hay mucho más. Cito a Nao d'Amores, que dirige Ana Zamora, porque presenta uno de sus montajes más redondos: Nise, la tragedia de Inés de Castro; o la comedia El galán fantasma, de Calderón, en una producción de la compañía canaria 2RC bajo la dirección de Rafael Rodríguez. Las actividades se multiplican en diversos escenarios, y habrá exposiciones, conciertos barrocos, sesiones de DJ en las que se rapean versos clásicos, mesas redondas, publicaciones digitales… En total más de 30 espectáculos y 50 funciones para el estío alcalaíno.
Durante el verano se celebran numerosas citas teatrales de teatro clásico, siendo las de Almagro, Olite, Olmedo y Cáceres las más destacadas.