Mañana es el Día de Todos los Santos y nos aprestamos a recordar a nuestros muertos. La Parca ocupa ineludiblemente un lugar en nuestras existencias pero también necesita de instalaciones materiales en las que alojar los rituales a ella asociados. Las escaseces presupuestarias afectan a todos los ámbitos de la vida social y he aquí a la muerte disputando los euros que le tocan. La crisis está favoreciendo una competencia entre los servicios públicos en la que quienes administran las haciendas hacen cábalas para sacar de una partida lo que no se puede sustraer de otra. Y, en esta ciencia contable, la cultura queda muchas veces con un pie en la tumba.

Exposición sobre el cementerio de Ametzagaina, de Jorge Oteiza