Álvaro Giménez en las instalaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Acaba de ser nombrado director científico de la Agencia Espacial Europea (ESA). Dedicado durante años a la institución en diversos cargos, Álvaro Giménez explica a El Cultural la situación en la que se encuentra a través de sus principales proyectos de investigación.

Misiones "sin rival", como las que realiza el mayor telescopio del mundo en órbita (Herschel) o Planck (sobre la radiación de fondo de microondas), naves orbitando Venus y Marte (en breve a Mercurio) o el programa Exomars junto a la NASA son suficientes credenciales, según Álvaro Giménez (Córdoba, 1956), para calificar a la ESA "una de las mayores agencias espaciales del mundo". Además, la buena salud de lanzadores como el Ariane 5 y del Vega, que próximamente podrá afrontar las misiones más pequeñas, justifica el entusiasmo del nuevo director de Ciencia y Exploración Robótica de la Agencia Espacial Europea.

Movimientos económicos
-... Y la crisis parece no haber hecho mella en la institución.
-Tenga en cuenta que este tipo de programas se planifican, se financian y se desarrollan en una escala de tiempos algo diferente a la de los movimientos económicos. Por eso no ha tenido aún un efecto importante. Sin embargo, le diré que las industrias europeas que desarrollan las misiones aprobadas, y que se mantienen con un conjunto de clientes mucho más allá de la ciencia espacial, sí pueden sufrir su efecto. Es importante señalar que la investigación científica juega un papel estabilizador del mercado para el mantenimiento de los conocimientos y capacidades necesarios en Europa. Nuestros países han comprendido bien la importancia que tiene el sector espacial como catalizador de la innovación y del desarrollo tecnológico.

En este momento, Álvaro Giménez exhibe un dato que respalda esta argumentación: los países miembros han aprobado que el presupuesto de la ESA en 2011 sea un 7% superior al de 2010. "Este incremento, a pesar de la situación económica, es una clara indicación de que nuestros países entienden que la inversión en espacio sigue siendo rentable", sentencia.

-¿Qué diferencia en estos momentos la ESA de otras grandes agencias?
-Le diría que es una de las pocas que cubre prácticamente todo el abanico del sector: lanzadores, aplicaciones, observación de la Tierra, tecnología, investigación científica y vuelos tripulados. Naturalmente, todo esto es posible gracias a la participación de las agencias nacionales, de los países miembros y de la colaboración con otras agencias internacionales, especialmente con la NASA.

El caso chino
-Según esto, ¿cuál es su opinión sobre los programas de países emergentes como India o China?
-El caso de China es especialmente interesante por su rápido crecimiento y por su apuesta por la investigación científica espacial. Ya en la década anterior, la ESA inició una colaboración con China en la misión Double Star que complementaba la europea Cluster, misiones destinadas a comprender mejor la magnetosfera terrestre y su interacción con el viento solar.

-¿Son competitivos los proyectos sobre investigación espacial de la ESA?
-Estamos al máximo nivel prácticamente en todos los campos del sector, pero esto es algo que debemos consolidar en los próximos años proporcionando a nuestros científicos las mejores herramientas. Un dato que confirma la buena salud de nuestra comunidad es que muchas veces los científicos tienen ideas y ambiciones más allá de lo que es posible técnica y financieramente. El día en que estas ideas sean menos ambiciosas que los recursos financieros tendremos un problema con la creatividad científica.

Este circuito de ideas que destaca Álvaro Giménez se manifiesta en los estudios sobre el sistema solar y en los proyectos de astronomía espacial. En lo que se refiere al primero, cabe destacar una de sus misiones más emblemáticas, la Huygens, sonda europea que el 14 de enero del 2005 se posó en Titán, el satélite más grande de Saturno, donde se analizaron las características de su atmósfera. "Desde la ESA nos gusta decir que ostentamos un récord mundial: conseguimos posar un objeto realizado por el hombre en un cuerpo celeste a más de 1.300 millones de kilómetros. Los resultados obtenidos con Huygens han superado todas las expectativas", señala.

Implicación personal
Respecto a la astronomía espacial, donde se ha implicado personalmente, Giménez resalta el estudio del papel que juegan el agua y las moléculas complejas en la química del universo, investigado en misiones como ISO y Herschel, o la comprensión de la componente más energética y violenta de nuestra galaxia, con las observaciones de satélites como Integral y XMM-Newton. "No querría olvidar -añade- la misión Planck, lanzada junto a Herschel en 2009. Es el primer proyecto europeo dedicado al estudio de la radiación de microondas, residuo del Big Bang, y la única información accesible hoy sobre la infancia de nuestro universo".

-¿Qué desafíos tiene la ESA para los próximos años?
- Entre otras cuestiones, estaría la comprensión de la naturaleza de la energía oscura que acelera la expansión del universo, la búsqueda y estudio de planetas extrasolares similares a la Tierra o la exploración robótica de nuestro sistema solar para encontrar trazas de algún tipo de vida presente o pasada.

Parece que para Álvaro Giménez la reorganización de las grandes agencias pasa por multiplicar los proyectos. La puesta en marcha del sistema Galileo, el GPS Europeo, y la consolidación del programa de observación de la Tierra GMES, programa de la Unión Europea en la que la ESA lidera el segmento espacial, son otros de los desafíos con los que busca potenciar el impacto científico de la agencia. Pero también está la Estación Espacial Internacional, en la que Europa trabaja junto a otros países...
-Bueno, Europa es un socio clave en la ISS. Aproximadamente un tercio de sus módulos presurizados están hechos en el continente. Tenemos el carguero espacial más avanzado, el vehículo ATV, el laboratorio Columbus a pleno rendimiento y un compromiso importante de investigación a través del trabajo de nuestros astronautas. En estos momentos Paolo Nespoli está en órbita y vamos a tener dos más a lo largo de este año. Europa está decidida a colaborar en la fase actual de utilización de la ISS con sus socios americanos, rusos, japoneses y canadienses.

Seguridad y competencia
-¿Qué le parecen los planes de la NASA de introducir capital privado en sus proyectos?
-Creo que todas las innovaciones que se nos puedan ocurrir para aumentar la actividad espacial y disminuir su coste tienen que ser bienvenidas. El acceso al espacio se puede convertir en un cuello de botella que limite nuestras ambiciones, por eso tenemos que explorar cualquier posibilidad de cara al futuro. Esto ya ocurrió con otro método de transporte en el pasado, como el espacio aéreo. La clave estará en el control de la seguridad y la competencia entre empresas.

-Según esta coyuntura, ¿despega España en lo que respecta a la investigación espacial?
-He de decirle que la situación de España ha cambiado de forma radical en los últimos veinte años. Ahora es el quinto país de Europa en cuanto a participación en la ESA. De ser escasa la contribución de científicos españoles en las misiones hemos pasado a que no haya ninguna misión del programa científico sin la participación de algún grupo español. Actualmente los investigadores españoles están contribuyendo al desarrollo y a la explotación de las misiones de la ESA en consonancia con el peso que tiene en Europa.