Colisión de partículas. F. Cofrini.

Sumario: Lo mejor del año

El presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, subraya el trabajo realizado en 2011 por el acelerador de partículas del CERN en Ginebra. También destaca en este año el hallazgo de nuevos exoplanetas, la vuelta a Marte con nuevas misiones y los avances en terapias génicas.

Este año hemos aprendido a dudar, a seguir con tensión presentaciones, seminarios científicos, lanzamientos espaciales y otros acontecimientos extraordinarios que prometían cambios radicales y avances únicos. La ciencia duda, comprueba, analiza, repite una y otra vez y luego cambia las teorías si es necesario. Eso hemos aprendido este año, aunque algunos ya lo sabíamos.



Todo lleva su tiempo, es un proceso, las cosas se producen poco a poco, especialmente en ciencia. El último Eureka de este año se ha resistido en el CERN, científicos de todo el mundo siguen intentando acorralar al Bosón de Higgs porque, aparecer, aún no lo ha hecho, aunque se le espera. Eso sí, para abrir boca, creen haber encontrado pruebas de que "estaba ahí". Muchos creen que hay que encontrarlo, ya que es una de las claves de la física y la clave de por qué las partículas tienen masa.



No hay que salir de Ginebra para batir récords, o eso es lo que se cree que se ha hecho. Ciertamente, ha sido un año de creencias, porque la certeza no ha llegado tampoco a este examen. ¿Podría existir algo más rápido que la velocidad de la luz, y se llama neutrino? ¿Se ha roto una barrera? Los científicos dudan, parece increíble, nadie osa afirmar que tiene las pruebas definitivas como para poner en duda al mismísimo Einstein.



Se ha repetido una segunda vez y el resultado es el mismo. Todos dudan, porque no es definitivo, y, sobre todo, porque cabrían otras interpretaciones. Tanto dudaban los descubridores que hicieron algo muy común en ciencia: comunicaron los resultados a todos sus colegas para que otros realizasen pruebas y análisis paralelos e intentaran descubrir si hubo fallos.



Pero no todo se queda en la Tierra, porque se espera que el futuro esté fuera. En agosto llegará a Marte la tercera generación de robots exploradores, con tecnología española a bordo, del CSIC y del INTA. El instrumento español ayudará a conocer la temperatura, la velocidad del viento y la radiación del planeta rojo, la meteorología en definitiva.



Y aún seguimos más allá, porque la búsqueda de vida en otros planetas nos ha llevado a que la misión Kepler identifique varios exoplanetas con potencial para ser habitables. De momento, va ganando un planeta ubicado a 600 millones de años luz de la Tierra y, según todos los indicios, podría ser apto para la vida, ya que tiene agua líquida, atmósfera y una temperatura adecuada. En temas de biomedicina también seguimos avanzando.



Un equipo del CSIC ha presentado hace unos meses un candidato para una vacuna contra el VIH. El ensayo, en 30 pacientes, dio resultados positivos: el 90% resultó inmunizado y el 85% lo mantuvo al menos durante un año. Pero aunque se siga avanzando, hay que mejorar, y ahora se ensaya como vacuna terapéutica. También se ha evolucionado en la vacuna de la malaria y se espera encontrar pronto un remedio que inmunice de forma prolongada frente a una de tantas enfermedades que atacan a otros, a los que están lejos, a los que no hay que olvidar.



Y seguimos intentando curar una de las enfermedades con múltiples aristas que nos puede afectar a todos: el cáncer. Las terapias génicas nos han dado esperanza este año. Ya se ha conseguido curar a un paciente que padecía leucemia modificando los linfocitos T. Pero mientras cuidamos las enfermedades que pueden atacar en cualquier momento, también nos centramos en las que nos llegan con la edad, las propias del envejecimiento. El Parkinson y el Alzheimer tienen un enemigo común con firma internacional, una lucha sin cuartel planteada para distintas dianas terapéuticas.



Ha sido, por lo tanto, un año increíble de avances que hace intuir un 2012 lleno de cambios, en el que los investigadores nos volveremos a cuestionar una y otra vez los límites de la vida y seguiremos buscando "recetas científicas" que nos ayuden a comprender y a resolver los problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad. Seguiremos revisando y comprobando, porque todo lleva su tiempo. Lo bueno llega poco a poco.