Carlos M. Duarte en una de sus expediciones a los Polos.
¿Nos hemos olvidado del cambio climático? Carlos M. Duarte, investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC), hace balance de los resultados obtenidos en la expedición Malaspina y reflexiona sobre el efecto invernadero. Alerta además de los peligros de la deforestación y apuesta por un uso generalizado de las energías renovables.
Durban, Copenhague, Cacún... Se suceden las cumbres sobre cambio climático y no parece despegar la sensibilidad, y mucho menos la preocupación, ante un proceso que afecta de manera directa al futuro del planeta. Uno de los investigadores de nuestro país más comprometido con su estudio es Carlos M. Duarte (Lisboa, 1960), que recientemente
ha circunnavegado la Tierra con la Expedición Malaspina para buscar las consecuencias que está teniendo sobre el océano la evolución reciente del clima. “Algunos cambios que se predecían para el futuro, como la caída de oxígeno, ya se han iniciado”, explica Duarte tras las investigaciones realizadas durante este periodo.
Pero, ¿se ha cruzado la línea roja que nos lleva del cambio climático “a secas” al cambio climático “peligroso”? Duarte parece convencido de que la inercia política nos conduce hacia lo irreversible:
“La sociedad está hipnotizada por la crisis financiera, por lo que parece tener poca capacidad para ocuparse de otros problemas que no sean ‘los mercados'. Cuando despertemos de este ensimismamiento quizás lo hagamos por algún sobresalto y será entonces cuando lo lamentemos”.
-¿Qué nos "cuentan” actualmente los fondos marinos?
-Estas zonas contienen registros de variación del clima pasado que nos pueden informar sobre los cambios y sus causas, pero en aguas más superficiales (en los primeros 1.000 metros) es donde encontramos el 95 % del aumento de calor en la biosfera y un 40% de todo el CO2 que la actividad humana ha emitido.
-¿Cuánto tiempo debería quedarle a combustibles fósiles como el petróleo?
-El petróleo va alargando sus tiempos porque
las nuevas tecnologías permiten extraer petróleo y gases cada vez a mayor profundidad y cada vez de menor pureza. Sin embargo, en algunas décadas la tasa de descubrimientos de nuevos yacimientos será notablemente inferior. A partir de ese momento su declive será imparable.
Según Carlos M. Duarte,
la producción de cemento, la automoción, la cría masiva de ganado y la aplicación de fertilizantes, con la deforestación asociada, son algunas de las actividades que más han favorecido durante años el cambio climático.
-¿Son los fertilizantes y los compuestos sintéticos los nuevos enemigos del planeta?
-Han causado desde luego
enormes problemas ambientales y de salud pública y lamentablemente seguirán causándolos. En el caso de los compuestos sintéticos aún no entendemos suficientemente sus impactos sobre nuestra propia salud.
EL CAMBIO ANTROPOGÉNICO
La realidad del cambio climático está sometida, para Duarte, a la seriedad y el rigor del método científico. “Tenemos una gran dosis de confianza estadística (porque en ciencia no existe la certeza absoluta). He de precisarle que no es el cambio climático en sí lo que se evalúa, sino el cambio climático antropogénico, es decir, la parte del cambio climático atribuible a la actividad humana”. Es por eso que no parece haber mucho espacio para los que lo consideran algo ambiguo y poco tangible:
“El negacionismo no es compatible con un examen exhaustivo de los datos existentes”, sentencia el investigador.
-El caso es que sigue la sangría de especies (en fauna y flora). ¿Desaparecen más rápidamente que en otras épocas?
-La evidencia disponible apunta claramente a que las tasas de extinción son diez veces superiores a las de “base” (por ejemplo, las que ocurrían hace un par de siglos). Con perspectiva,
quizás el período actual sea equiparable a una de las grandes extinciones en la historia del planeta. A diferencia de las pasadas, la actual viene de la mano del hombre -particularmente la deforestación-, por lo que aún está en nuestra mano moderarla o reducirla.
-Hablando de deforestación, ¿es la Amazonía el caso más preocupante?
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La Amazonía mengua y se fragmenta. Cada vez está más alejada de la gran selva que fue. A su deforestación se une el cambio climático, que está llevando a unas sequías nunca antes documentadas en esta región. Como científico, me preocupa su imparable disminución. Es una muestra de nuestra propia incapacidad para atajar los problemas que tenemos ante nosotros.
-¿Cómo se manifiesta en estos momentos el llamado efecto invernadero?
-A través del aumento de la concentración de los gases responsables en la atmósfera, un aumento global de la temperatura y de la cantidad de calor almacenado en el océano, junto con
la pérdida rápida de hielo en el Ártico.
-¿Puede atajarse el deshielo de los Polos?
-En la Antártida no parece que haya un problema claro, aunque sí lo hay en el Ártico. Una vez iniciado un deshielo acelerado es improbable que se pueda detener.
-¿Qué papel juega la predicción a la hora de afrontar científicamente el cambio climático?
-
La predicción implica un nivel de precisión que no es adecuado cuando se contemplan todas las fuentes de incertidumbre, por eso se habla más bien de escenarios o pronósticos, ya que en gran medida la evolución del sistema climático dependerá del comportamiento de las sociedades, que incluyen elementos como crisis, conflictos, innovaciones tecnológicas, políticas, etc., que son difícilmente predecibles a largo plazo. En cualquier caso, estos escenarios, teniendo en cuenta posibles patrones de comportamiento de la sociedad global, sirven como base para la toma de decisiones que eviten el cambio climático peligroso.
-¿Qué diferencia existe entre predecir el tiempo y predecir el cambio climático?
-El tiempo se predice a corto plazo y de forma local. La predicción del tiempo requiere
solamente de leyes físicas, mientras que
el clima depende en gran medida de los comportamientos sociales, que no obedecen a leyes físicas y que además pueden presentar sorpresas inesperadas derivadas de nuevos desarrollos tecnológicos.
-¿Pueden las energías renovables corregir el cambio climático?
-Podrían frenar su progresión pero a corto plazo le diría que no pueden revertir sus efectos. Esto exigiría la activación de procesos naturales e industriales para la captura del CO2 que ya está en la atmósfera y en los océanos. Por lo tanto, creo que
es un imperativo el desarrollo de este tipo de energías.
EFICIENCIA ENERGÉTICA
-¿Cuáles deberían ser entonces las políticas en torno a las emisiones?
-Como le decía, disminuir las emisiones a través de la promoción de energías renovables, aumentar la eficiencia energética de los distintos procesos y actuar contra la deforestación y las emisiones de origen animal.
-Las investigaciones del físico Isaac Held sobre la circulación atmosférica y el papel del vapor de agua en el cambio climático acaban de ser reconocidas con el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA. ¿Qué han aportado para entender la actividad del clima?
-Creo que han sido fundamentales.
La predicción de los cambios en precipitación son muy importantes, pues las variaciones en los regímenes de sequía, de inundaciones y de riadas pueden tener consecuencias económicas y sociales devastadoras. Quizás más importantes que los cambios derivados de los regímenes térmicos.