José M. Carmena. Foto: Peg Skorpinski Photo.

La Residencia de Estudiantes clausura su ciclo "Claves neurológicas de la sociedad" con una de las figuras científicas más prometedoras de nuestro "exilio" científico. José M. Carmena (Valencia, 1972), profesor de Ingeniería Eléctrica, Ciencia Cognitiva y Neurociencia de Berkeley (California) abordará en la institución madrileña las conexiones entre el cerebro y la máquina en un momento en el que él y su equipo estudian las bases neurobiológicas de cómo el cerebro se adapta a la máquina y las formas de "escribir" en este órgano información sensorial.



Pregunta.- ¿Podrá la biónica llegar a imitar los circuitos cerebrales?

Respuesta.- Bueno, su objetivo (igual que la neurotecnología) no es el de imitar el funcionamiento del cerebro sino el de diseñar dispositivos que puedan intearctuar con él, de formas tanto invasivas como no invasivas, dependiendo del problema en cuestion, para poder reparar funciones sensoriales, motoras y cognitivas que hayan sido dañadas. Es decir, la integración de la tecnología con el sistema nervioso.



P.- ¿Cuándo será la máquina un sustituto del hombre?

R.- En sentido estricto eso ya ocurrió hace tiempo con la introduccion de los robots en las fábricas, al menos de forma parcial. En el ámbito global no creo que la máquina llegue a sustituir al hombre. En todo caso habrá una simbiosis entre organismos naturales y artificiales. La dependencia de la máquina es ya palpable hoy en día con la cantidad de dispositivos tecnológicos que llevamos encima y de los que dependemos para realizar nuestras tareas diarias.



P.- ¿Podrán inocularse sentimientos a los ingenios robóticos?

R.- ¿Y como sabríamos que el robot siente o que es consciente? Si se trata de la mera ejecución de un programa en base a la información que el robot recibe mediante sus sensores y las acciones que ejecuta en el mundo real, entonces la respuesta es que sí. Se puede y, de hecho, ya está disponible hace años en el robot Aibo que comercializa Sony. La respuesta a su pregunta es subjetiva y está en función de lo que uno considere como sentimientos, conciencia, etc. Depende directamente del conocimiento que tenemos de los sustratos biológicos y los mecanismos que dan origen a estas propiedades del cerebro.



P.- Acudiendo a un símil cinematográfico como Blade Runner: ¿Podrá la ingeniería genética y la robótica unirse para crear algo parecido a los replicantes?

R.- No sé lo que nos deparará el futuro en el campo de los replicantes, y si lo supiera probablemente no se lo diría. Solo le diré que eso es hoy en día es 100% ciencia ficcion.



P.- ¿Existe algún hito apuntado por la ciencia ficción que haya sido superado ya por la ciencia experimental?

R.- La idea de controlar actuadores robóticos y otros dispositivos con la mente es algo que siempre ha formado parte de la literatura de ciencia ficción. Hoy en día eso es un hecho probado en múltiples laboratorios de todo el mundo.



P.- ¿Qué hito científico ha marcado un antes y un después en su disciplina?

R.- Sin duda los experimentos pioneros de Fetz a finales de los años sesenta, y los de Birbaumer y Nicolelis a finales de los 90 y principios de los 2000. Estos estudios demostraron conceptos básicos como el 'biofeedback' y avances tecnológicos para poder registrar cientos de neuronas simultáneamente. También los trabajos de Merzenich en plasticidad neuronal.



P.- ¿En qué área científica se ha desarrollado más la biónica?

R.- Actualmente el área con mayor desarrollo es la de los actuadores robóticos controlados directamente por el cerebro para gente con parálisis y otras discapacidades del sistema motor. Sin embargo, el ejemplo de mayor éxito en la biónica hasta ahora le corresponde al implante coclear, el cual permite oír a personas con sordera. Hay más de 100.000 implantados en todo el mundo.



P.- ¿Diría que el cerebro es una de las máquinas más perfectas que existen?

R.- No, pero sin duda es la más compleja.