Valentín Fuster

Si el galardón Camino Real reconoce a personalidades que proyectan la imagen de España en Estados Unidos, Valentín Fuster no podría encajar mejor en la filosofía que anima este premio del Instituto de Investigación en Estudios Norteamericanos Benjamin Franklin. Tras Plácido Domingo, reconocido en la pasada edición, el prestigioso cardiólogo recibe el reconocimiento este jueves en la Universidad de Alcalá. Fuster, que divide responsabilidades entre el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares y el Mount Sinai Medical Center de Nueva York, considera estar entre dos aguas: "De un lado, EEUU es el país de la oportunidad y, de otro, España es un lugar en el que aún merece la pena intentar hacer algo. Por ambos países siento una auténtica gratitud". Sobre todo ello hablamos con Fuster, que acaba de publicar "El círculo de la motivación" (Planeta), un tratado muy útil para impulsar la iniciativa personal y colectiva unos tiempos en los que el desánimo inunda buena parte de nuestra sociedad.



Pregunta.- Lo va a recibir de mano del Príncipe de Asturias. Como amigo personal, ¿qué le pediría para la ciencia española?

Respuesta.- Que, por favor, los responsables miren al futuro. No solo la gente joven que está intentando encauzar una vía científica. La investigación y el desarrollo es el futuro de un país. Mi visión es que cuando hay una situación económica como la que vive España no se puede cortar todo de la misma forma. Hay unas cosas que son más importantes que otras. Mantener el presupuesto no tendría un gran impacto pero sí si la opción es bajarlo. Es aquí donde arranca mi preocupación.



P.- Acaba de dar un curso en Santander titulado "De la enfermedad cardiovascular". ¿Cómo ve el tratamiento de este tipo de enfermedades?

R.- Tratar la enfermedad cardiovascular es algo delicado. Es muy caro y no cabe duda de que prevenir la enfermedad o promover la salud es mucho más económico. Nos estamos moviendo en el ámbito molecular y genético, es decir, qué es lo que puede mantener nuestra salud. Hemos estado investigando durante mucho tiempo la enfermedad, sus causas y sus mecanismos. Ahora estamos entrando en una etapa fascinante que consiste en saber cómo se mantiene la salud, qué aspectos intervienen. Ya no es ver qué es lo que pasa con el enfermo, es considerar cómo podemos promover la salud e intentar modificar las normas de conducta. Quiero saber cómo se mantiene un corazón intacto sin que enferme y cuáles son las leyes moleculares, genéticas y biológicas que mantienen su salud. Si alguien entra en un problema de conducta que implica tabaquismo, hipertensión, obesidad, etc.. debemos analizar las alternativas para que eso no ocurra. Hay que ir a edades cada vez más tempranas . El niño debe entender que la salud es una prioridad absoluta.



P.- ¿Puede una situación económica como la que atravesamos incidir en las enfermedades cardiovasculares?

R.- No creo que una coyuntura como ésta pueda provocar más enfermedades. Es posible que la gente coma peor, más barato, más porquerías… Esto se diría que es contrario a la salud, pero muchas veces implica comer menos. Es difícil decir de una manera dogmática que es un momento difícil también para el corazón.



P.- Cómo compatibiliza usted sus responsabilidades en el CNIC madrileño con las del Mount Sinai neoyorquino.

R.- La clave de este equilibrio está en tener las ideas claras respecto a lo que quieres conseguir. Hay que tener el motor en marcha. Si trabajas fuerte y además te rodeas de gente leal, con ganas de trabajar, todo se multiplica por diez. No es tan simple como decir que hay que trabajar día y noche sino de tener objetivos muy claros para la motivación. El resultado es fantástico. En Madrid ya lo estamos haciendo desde hace seis años.



P.- Usted que conoce a fondo la realidad política americana, ¿qué diferencia hay entre la forma de afrontar la crisis en EEUU y la que se lleva a cabo en España?

R.- Es cultural. En EEUU cuando hay un problema, el esfuerzo de todos es trabajar para arreglarlo, no para criticar a unos y a otros y para perder el tiempo hablando de quién es el culpable. Allí, cuando entramos en recesión la gente iba a trabajar los sábados y los domingos sin pedir un aumento de salario. Es sorprendente cómo se mueve de rápido ese país para buscar soluciones cuando hay problemas. No estoy criticando a España porque yo creo en este país pero la cultura es muy distinta.



P.- ¿Ha encontrado obstáculos para practicar el ciclismo en los puertos de Europa entre tanta actividad?

R.- Hasta ahora no he encontrado problemas para llegar a esos puertos. Podría subir una de estas primeras categorías de aquí a tres semanas, como todos los años. He subido prácticamente todos los de Francia. Allí, los más duros son Galibier y Mont Ventoux. En Italia, el Mortirolo…



P.- Parece que la TV americana quiere inmortalizar su vida y alguno de esos ascensos...

R.- Quieren grabar mi vida por estos mundos. Siempre he estado investigando pero me gustaría cambiar también las cosas de la sociedad. Ya me han hecho varias propuestas de ese tipo.



P.- Lance dos consejos esenciales para la salud del corazón.

R.- Necesitamos por un lado hacer ejercicio, el que más nos guste. Lo importante es practicarlo cuatro ó cinco veces a la semana. En el otro lado está la relajación. Yoga u otra cosa similar. Podría parece algo contradictorio pero lo cierto es que para una buena salud cardiovascular necesitamos ejercicio físico y relajación mental.



P.- Plácido Domingo, predecesor en el galardón Camino Real, acaba de sufrir embolia pulmonar. ¿Cuál sería su diagnóstico?

R.- Saldrá adelante. Hablo con él cada día. Somos buenos No es más que un pequeño escollo.