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Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) unas 600.000 personas padecen Alzheimer en nuestro país. A pesar de que el 18,5% de los pacientes que acuden a una consulta de Neurología lo hacen por alteraciones de memoria o sospecha de deterioro cognitivo, entre un 30 y 40% de los casos podrían estar aún sin diagnosticar.



Actualmente, la proporción de demencias no diagnosticadas está fuertemente ligada a su gravedad y a su estado de desarrollo. Mientras que en los estadios más graves y evolucionados están mejor diagnosticadas (alrededor del 64%), se estima que en los estadios más leves sólo llegan al 5%. Puesto que el diagnóstico temprano del Alzheimer, la forma más frecuente de demencia, sigue siendo una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias, con motivo, este sábado, del Día Mundial del Alzheimer, la SEN insiste en la necesidad de fomentar un mayor conocimiento de la enfermedad entre la población y concienciar a los estamentos sanitarios de la necesidad de crear un Plan Estratégico Nacional.



"La principal razón por la que existen tantos casos sin diagnosticar es por desconocimiento. Aunque se habla bastante de la enfermedad, para muchos pacientes y familiares aún resulta complicado diferenciar los primeros síntomas del Alzheimer de despistes o cambios producidos por la edad", explica el Dr. Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN. "Todos tenemos olvidos, pero si se detectan fallos reiterados en la memoria reciente, es importante acudir al neurólogo, ya que en caso de padecer la enfermedad, ésta se puede tratar y ralentizar".



Aunque no existe cura aún para el Alzheimer, sí que tiene tratamiento. Hay fármacos capaces de mejorar los síntomas cognitivos, conductuales y funcionales. Se puede estabilizar durante algunos meses la evolución de los síntomas. Un diagnóstico temprano también permite que se pueda planificar con cierta antelación aspectos socio-sanitarios esenciales asociados a la enfermedad, puesto que el Alzheimer afecta no solo al enfermo sino a todo su entorno.



El Alzheimer es una de las principales causas de discapacidad y dependencia en los países occidentales y su incidencia va en aumento. Debido al progresivo envejecimiento de la población y al incremento de la esperanza de vida de los pacientes, se estima que en 2050 podrían existir más de un millón de personas afectadas por Alzheimer en España. Además, implica una enorme carga socio-sanitaria. Un paciente con Alzheimer necesita, de media, unas 70 horas semanales de cuidados y, en la mayoría de los casos, sobre el 80%, los responsables de su cuidado suelen ser los familiares.



"Es muy necesario incrementar las unidades específicas de diagnóstico y tratamiento de las demencias, además de crear programas globales que permitan un diagnóstico precoz y un enfoque multidisciplinar que incluya tanto al enfermo como a los cuidadores principales, con la finalidad de reducir la carga sanitaria, social y económica de estas demencias", reclama García Ribas. "Confiamos en que la Estrategia Nacional de Enfermedades Neurodegenerativas permita mejorar el diagnóstico temprano, el tratamiento, la investigación y el cuidado y atención de enfermos y cuidadores".