La actual pandemia ha obligado a las universidades españolas a replantearse con urgencia su programación estival. Para algunos centros, los cursos de verano han sido durante mucho tiempo una seña de identidad y prestigio, como los que celebra cada año la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en El Escorial o la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en el Palacio de la Magdalena de Santander. Sin embargo, las restricciones a la movilidad y las medidas de prevención sanitaria obligatorias han forzado a los equipos rectores de las universidades a preguntarse si los cursos serán viables y a actuar con prudencia, a la expectativa de cómo evolucione la desescalada en los próximas semanas. En algunos casos, los cursos de verano se suspenden hasta el año que viene —así ocurre con los de la Autónoma de Madrid y la Universidad de Barcelona— o hasta el próximo otoño. Los que siguen adelante, se debaten entre la modalidad presencial con aforo reducido, el formato en línea o una mezcla de ambos.

Pero el coronavirus no solo ha afectado a la celebración de los cursos, sino que también ha moldeado su contenido. Se trata del asunto más importante y urgente de la actualidad, y todas las áreas de conocimiento están sedientas de expertos que arrojen algo de luz ante la incertidumbre. Por eso, algunas universidades han encargado con urgencia la organización de cursos y seminarios sobre el presente y el futuro inmediato de los ámbitos sanitario, tecnológico, económico, jurídico o político.

Edición reducida en El Escorial

La Complutense está trabajando con la máxima cautela en la organización de una versión reducida de sus cursos de verano, cuyo plazo de matriculación comenzará el 15 de junio. “Aunque los últimos datos indican una tendencia hacia la desaparición de la pandemia y la vuelta a la normalidad, estamos al albur de un posible rebrote”, explica Miguel Ángel Casermeiro, director de los cursos y subdirector de la Fundación General de la UCM. Por eso han reducido el calendario de los cursos de cuatro a dos semanas —tradicionalmente ocupaban todo el mes de julio y esta vez se ha aplazado su comienzo a la segunda quincena, en previsión de una mejoría de la situación para entonces— y han unificado algunas aulas para ampliar su tamaño y garantizar una mayor distancia entre los asistentes. A pesar de esto y de las medidas especiales de desinfección y de reparto de equipos de protección individual, el aforo máximo permitido será de un tercio. Debido a las restricciones en los viajes, también será una edición con menos ponentes internacionales y más “nacionales pero con prestigio internacional”.

Con menos tiempo y menos aulas disponibles, la UCM se ha visto obligada también a reducir drásticamente el listado de cursos ofertados: los más de 60 que fueron aprobados inicialmente se han quedado en 22. “La selección definitiva se ha hecho, como siempre, buscando la excelencia y el equilibrio entre las cuatro grandes áreas de la Universidad Complutense: ciencias de la salud, ciencias experimentales, humanidades y ciencias sociales”, asegura el director de la presente edición. Además, algunos de los cursos tratarán sobre el futuro tras la pandemia en varios sectores, del sanitario al laboral, “porque la universidad debe estar al lado de las necesidades de la sociedad. No podíamos organizar esta edición de los cursos sin incluir el COVID-19 entre los temas tratados”, explica Casermeiro, que fue nombrado hace apenas unos días en sustitución de Víctor Briones, responsable tanto de la programación original como de la nueva, que ha sido ascendido a vicerrector.

Uno de esos cursos relacionados con el COVID-19 tratará sobre los últimos avances sanitarios al respecto y contará con algunos profesionales que están trabajando en la creación de una vacuna contra el coronavirus, entre ellos Luis Jodar, director del área de vacunas de la farmacéutica Pfizer. También se abordará su implicación en terrenos como las nuevas tecnologías, el trabajo o el emprendimiento y el mundo de los negocios. Entre los cursos restantes (la programación definitiva se hará pública dentro de unos días) hay uno sobre el yihadismo, otro de divulgación científica, un taller de pintura y un curso sobre novela histórica, que contará con la presencia de autores como Santiago Posteguillo y Almudena de Arteaga.

Real Centro Universitario Escorial-María Cristina, sede de los cursos de verano de la UCM

Apostar por una edición en línea de los cursos —algo que sí se ha hecho con la Escuela Complutense de Verano— habría evitado esta reducción de la oferta, pero se descartó porque el gran aliciente de los cursos de El Escorial, además de su ubicación en el histórico Real Centro Universitario Escorial-María Cristina —fundado por Felipe II dentro del complejo del monasterio y refundado a finales del siglo XIX por la reina regente que le da nombre—, es “poder acercarte personalmente a gente muy relevante en distintos ámbitos”, opina Casermeiro, que avanza que contarán con la presencia de algunos ministros. “Este año no vamos a medir el éxito de los cursos en número de matrículas, sino en que podamos llevarlos finalmente a cabo”, señala el director.

Los cursos de la UIMP, virtuales o en otoño

La Universidad Internacional Menéndez Pelayo, por su parte, ha decidido que los cursos se celebren en formato virtual durante el verano o bien de manera presencial pero a partir de septiembre en diferentes sedes, dejando a los organizadores de cada uno de ellos —que pueden ser tanto “de la casa” como entidades externas— que elijan cuál de las dos modalidades prefieren. Ante este cambio de planes, otros directores y entidades responsables de los cursos han optado por cancelarlos, una decisión en la que también pesa que no se vayan a celebrar en el espacio privilegiado del Palacio de la Magdalena de Santander, construido hace un siglo por suscripción popular para albergar a la familia real. 

“Para cumplir con las medidas sanitarias, no podíamos tener un aluvión de ponentes y alumnos dentro del palacio, pero la UIMP es la universidad decana en la celebración de cursos de verano, así que teníamos la responsabilidad de continuar un año más con la tradición”, explica Mar García Hernández, vicerrectora de Difusión e Intercambio Científico.

Al igual que la Complutense, la UIMP consideró que este verano era imprescindible abordar la pandemia de COVID-19 como tema de estudio. Por eso, aparte de la programación que ya había sido aprobada, han organizado del 17 de agosto al 4 de septiembre un ciclo de seminarios de expertos para hablar del futuro inmediato en sus respectivas áreas, en el que solo los ponentes estarán físicamente en el Palacio de la Magdalena, y que se podrán seguir virtualmente y de forma gratuita mediante streaming. “Se abordará el tema desde puntos de vista muy diferentes, ya que el virus va a afectar a todo nuestro operativo vital”, señala García. Así, habrá expertos en epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, que ha sido clave en la gestión pública de la pandemia. También se tratarán los efectos y los cambios que el coronavirus va a propiciar en sectores como la banca internacional, la protección de datos, la ecología o la política internacional, campo este último en el que se contará con la participación de Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.

A raíz de la pandemia, la UIMP ha “engrasado” durante los últimos meses su campus virtual, que hasta ahora, como en la mayoría de las universidades españolas, se empleaba para hacer trámites, presentar trabajos o acceder a material de consulta, pero no para dar clases en directo mediante videoconferencia. Si algún aspecto positivo se puede destacar de la actual situación, es que ha acelerado la transformación digital del mundo educativo, así como del laboral. Por su parte, los cursos de lenguas, que constituyen otro pilar de la actividad de la UIMP durante el verano —entre ellos los de español como lengua extranjera, en colaboración con el Instituto Cervantes—, siguen adelante, unos de manera virtual y otros en el campus de Las Llamas, en Santander.

La UNED y la UPV apuestan por el campus virtual

La 31.ª edición de los cursos de verano de la Universidad Nacional de Educación a Distancia se celebrará del 22 de junio al 30 de septiembre, con 93 títulos, programados en 50 sedes de toda España y con una amplia diversidad temática en la que destacan las áreas ligadas a las investigaciones del COVID-19 y a los Objetivos de desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. De ellos, 57 son exclusivamente en línea, 10 solo presenciales y el resto dan a elegir a los alumnos si quieren seguir el curso de manera presencial o virtual.

“La sociedad necesita a la universidad y la universidad debe responderle con estudio, conocimiento, reflexión e investigación. Por eso la oferta es amplia y se implica en los desafíos contenidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, eje de todo el plan estratégico de la UNED. Además del Covid-19, que se aborda en varios cursos desde la interdisciplinaridad, una característica relación indisociable entre la docencia y la investigación”, señaló el rector de la UNED, Ricardo Mairal, en la presentación de los cursos, el pasado 27 de mayo.

Por su parte, la Universidad del País Vasco (UPV) ha previsto distintos escenarios de cara a la presente edición donde se han tomado las medidas necesarias para garantizar el acceso a sus contenidos: por una parte, se han creado nuevos formatos de cursos y se ha mejorado la plataforma virtual para poder conectarse desde cualquier lugar; por otra, se han previsto todas las medidas sanitarias y de seguridad necesarias para garantizar que, en cuanto la situación lo permita, se puedan celebrar los cursos de forma presencial. De este modo, los cursos comienzan este mes de junio en formato online en directo. A medida que avance el verano se irá incorporando la presencialidad a la programación, de forma que este año el grueso del programa se celebrará entre septiembre y finales de octubre.

En opinión de la rectora de la UPV/EHU, Nekane Balluerka, la celebración de esta nueva edición de los cursos de verano constituye todo un desafío. “Lo es en dos sentidos, por una parte, porque debemos afrontar unas condiciones excepcionales, que ponen a prueba nuestra capacidad de adaptación; por otra, porque reflexionar sobre la pandemia global es también un imperativo académico, y esta edición de los cursos se ha comprometido a ello en su programa de forma seria y consecuente. Hemos configurado además una organización dinámica, flexible, dirigida a adaptarnos a las distintas alternativas de evolución de la pandemia, pero siempre poniendo la seguridad personal como prioridad fundamental. Gracias al esfuerzo de todas las personas, instituciones y empresas implicadas, la oferta de este año de los cursos de verano es tanto o más sugestiva que la de ediciones anteriores”.

@FDQuijano