A tan solo unos días para que arranque en Glasgow una nueva Conferencia sobre el Cambio Climático (COP26) la energía vuelve a protagonizar la encrucijada de nuestro desarrollo social y económico. La ciencia estudia sistemas que permitan mitigar sus efectos en el clima y alcanzar el objetivo de cero emisiones. Es el caso del trabajo que realiza Mercedes Maroto-Valer (Vitoria, 1971) en el británico IDRIC (Industrial Decarbonisation Research and Innovation Center), donde investiga nuevas tecnologías para sectores que son difíciles de descarbonizar, como industrias de uso intensivo o el transporte, en particular el sector de la aviación.

“De la década de 2020 tiene que salir una revolución en las tecnologías energéticas para llegar al objetivo de cero emisiones” 

Las energías sostenibles son muy importantes en la producción de electricidad (en España un 45 %) pero su papel es más modesto si hacemos el cómputo teniendo en cuenta la producción total de energía (tan solo un 15 % de nuestro consumo). Por eso Maroto-Valer considera un reto encontrar en esta década las tecnologías necesarias que nos permitan apostar definitivamente por sistemas de energía sostenible capaces de frenar la preocupante deriva a la que nos está conduciendo el cambio climático.

Por esta labor, la investigadora acaba de ser reconocida con el Premio ACES-Margarita Salas en la categoría de Física, Matemáticas e Ingeniería que concede la Asociación de Científicos Españoles en Suecia (ACES), iniciativa que ha sido apoyada por la Fundación Ramón Areces dentro del compromiso y colaboración que la institución viene realizando con las asociaciones de científicos españoles ubicadas fuera de nuestro país. El jurado del galardón destacó el enfoque multidisciplinar de su trabajo, “conectando a científicos e ingenieros, unificando investigación e innovación e influyendo en políticas científicas, industriales y económicas”.

Pregunta. ¿La lucha contra el cambio climático será multidisciplinar o no será?

Respuesta. Lo importante es que política, economía, ciencia y tecnología estén más integradas. Necesitamos tecnologías efectivas que estén apoyadas en modelos comerciales y marcos regulatorios. Hay que trabajar juntos para alcanzar las cero emisiones netas.

P. ¿Se puede ya capturar y almacenar carbono y combustibles solares?

R. Tenemos tecnologías que nos los permiten. A nivel mundial capturamos alrededor de 40 megatoneladas de CO2. Esto demuestra que la tecnología lo hace posible pero necesitamos mucho más. Los objetivos nos indican que deberíamos capturar y almacenar entre 350 y 1.200 gigatoneladas. Con respecto a los combustibles solares, todavía tenemos que construir plantas a mayor escala.

P. Se habla mucho de “transición energética”. ¿Atravesamos una coyuntura en la que está desapareciendo un sistema y otro está comenzando a eclosionar?

R. Cuando hablamos de transición debemos ser claros y decir que es un proceso que debe empezar ya. De la década de 2020 tiene que salir una auténtica revolución en tecnologías energéticas para que podamos alcanzar el objetivo de cero emisiones. Debemos mirar esta transición como una oportunidad única para transformar nuestros sistemas energéticos y garantizar los principios de sostenibilidad. Es una coyuntura para desarrollar e invertir en nuevas tecnologías. Y no olvidemos que la economía global demandará la creación de nuevos puestos de trabajo más sostenibles que superarán ampliamente la disminución sufrida en otros sectores.

P. ¿Qué opina de la crisis energética que vivimos? ¿Es la estratosférica factura de la luz solo la punta del iceberg?

R. El precio de la electricidad sigue rompiendo nuevos récords. Es una situación compleja porque depende de un modelo energético que está vinculado con las energías disponibles para abastecer la demanda, el mercado mayorista y los derechos de emisión de CO2. Esta situación se está viviendo en muchos países, incluido el Reino Unido. Lo que se requiere es un compromiso global de los gobiernos para evitar que muchas familias dejen de enfrentarse a situaciones tan difíciles. Si no actuamos para frenar la crisis climática los costes serán mucho más altos, no solo económicamente, también en pérdidas humanas.

La ganadora de la primera edición del galardón apoyado por la Fundación Ramón Areces considera que “no hay una solución mágica” que se pueda usar en todos los sectores, pero, ¿podemos hacer algo en el ámbito personal para reducir las emisiones? Maroto-Valer señala que hemos de ser “más eficientes a la hora de consumir energía y también cambiar la forma de usar los recursos”.

P. ¿Qué puede hacer la ciencia en estos momentos?

R. El papel de la ciencia y la innovación es fundamental para acelerar el despliegue de tecnologías. Es evidente que la innovación ha sido vital para salir de la crisis de la pandemia de la Covid-19. Es lo mismo para la lucha contra la crisis climática. Podemos reducir costes y acelerar el proceso.

P. ¿Cuándo serán las energías sostenibles el principal recurso de nuestras sociedades?

R. Cuando penetre en todos los sectores, y esto debería ser posible antes de 2050. Hay que tener presente que las energías renovables son intermitentes. Por ejemplo, algunas dependen de que tengamos suficiente viento y eso no ocurre siempre. Necesitamos tecnologías capaces de almacenar energía para que la podamos usar cuando la necesitemos.

P. ¿Qué propondría para que vuelva de nuevo el talento científico español?

R. En España estamos por detrás en inversión en I+D+i y esto no ayuda a retener y atraer talento. Hay que promover una situación en la que se valore y reconozca la importancia estratégica que la investigación tiene en la economía de un país. Esto significa mayores inversiones y apoyo continuado a nuestros grupos. Sabemos que hay científicos que quieren regresar. Debemos crearles mejores estructuras y más oportunidades.

@ecolote