El informe ‘She Figures 2021’ de la Comisión Europea concluye que la brecha de género está disminuyendo pero que la mujer sigue infrarrepresentada en el ámbito de la investigación y de la innovación.
La Real Sociedad Matemática Española (RSME) acaba de reducir aún más este desequilibrio nombrando presidenta de la institución a Eva Gallardo (Sevilla, 1971), catedrática de la Universidad Complutense que releva en el puesto al matemático zaragozano Francisco Marcellán.
“Hay usos malintencionados en el empleo de algoritmos. Los matemáticos tenemos conciencia de la situación”
Uno de los principales objetivos del nuevo equipo –en el que se encuentra Victoria Otero (de la Universidad de Santiago de Compostela) como vicepresidenta– es hacer de las matemáticas una disciplina transversal y cumplir el horizonte marcado por el Libro Blanco de las Matemáticas, volumen editado por la RSME y la Fundación Ramón Areces en el que se analizan la enseñanza, la investigación y la divulgación de las matemáticas, además de su impacto económico y su internacionalización, entre otros temas cruciales, que sirven, señala Gallardo, “para conformar el futuro de las matemáticas y de la ciencia en nuestro país”.
Conversamos con la también investigadora del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) en plena organización de la Olimpiada Matemática Española, una competición que culminará con su equivalente internacional del próximo mes de julio.
En todas partes
Pregunta. ¿A qué cree que se debe el boom de las matemáticas en estos momentos?
Respuesta. Creo que es por su condición transversal. No sólo en ámbitos científicos y tecnológicos, también en otros sectores. El eslogan del primer Día Internacional de las Matemáticas, ‘Mathematics are everywhere’ [las matemáticas están en todas partes], proclamado por la UNESCO en 2020 es un buen ejemplo de ello.
P. ¿Le sorprende que las empresas estén buscando matemáticos para su crecimiento?
R. Bueno, las matemáticas proporcionan versatilidad. Gracias a ellas, somos capaces de analizar con rigor las situaciones. Además, no solo conseguimos interpretar los datos sino también los argumentos. Y ahí está la lógica, la estadística y, por supuesto, la ciencia de datos.
Cuestión de equilibrio
P. ¿Qué opina de que la sociedad esté siendo regida por esos datos y sus algoritmos? ¿Tiene alguna reserva moral ante esta deriva?
R. El diseño de algoritmos eficientes genera conocimiento y cuestiones que abren nuevas perspectivas. Muchas son buenas, mejoran nuestra vida, pero evidentemente hay usos malintencionados o consecuencias distintas a las esperadas. El equilibrio entonces es delicado. Los matemáticos tenemos conciencia de esta situación.
P. ¿Es la inteligencia artificial el gran desafío de las matemáticas? ¿Cómo la entiende?
R. Como una rama de la computación que busca simular la inteligencia humana en una máquina. Los sistemas de IA funcionan con algoritmos al usar técnicas como el aprendizaje profundo y aprendizaje para demostrar conductas “inteligentes”. La IA posee la capacidad única de extraer significado de los datos cuando puedes definir la respuesta pero no cómo llegar a ella. En este sentido, la IA puede fortalecer las capacidades de las personas y convertir los datos, sujetos a un crecimiento exponencial, en conocimiento, medidas eficaces y valor.
"La revolución cuántica ya está aquí. Veremos sus consecuencias en la próxima década"
P. ¿Hacia dónde se dirige la revolución cuántica?
R. Se habla del computador cuántico, pero es solo uno de los posibles desarrollos de las tecnologías cuánticas en las que se está trabajando. La información cuántica, la criptografía cuántica, los algoritmos cuánticos… son ramas sobre las que se está investigando. De hecho, las partidas de financiación se han incrementado enormemente. Estados Unidos aprobó durante la presidencia de Trump un paquete de iniciativas para desarrollar e investigar tecnologías cuánticas por varios cientos de millones de dólares, la Unión Europea ha impulsado un consorcio de desarrollo cuántico con inversiones que rondan el billón de euros. Grandes corporaciones como Google, IBM, Intel o Microsoft también compiten por las tecnologías cuánticas... Personalmente, pienso que esta revolución ya está aquí… y veremos sus consecuencias en la próxima década.
P. ¿Cómo ve la relación entre la matemática y las humanidades? ¿De qué forma sintonizan arte y matemáticas? ¿Se ha perdido la unión que había en otras épocas como la del Renacimiento?
R. Las matemáticas constituyen un elemento que incumbe a todos los órdenes. Ahí radica su belleza y su genialidad, si me permite. De hecho, la RSME ha puesto en marcha colaboraciones con entidades culturales, científicas, académicas y sociales. Con ello pretendemos que la sociedad sea testigo de que la comunidad matemática es algo vivo, que está a su servicio.
Talento femenino
P. ¿Cuál es el papel de la mujer en esa comunidad matemática?
R. A pesar de los avances tecnológicos, los datos muestran que existe una baja representación de las mujeres en las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Esta es una cuestión que nos preocupa. La diversidad genera riqueza de conocimiento, por lo que es evidente que la resolución de problemas o aplicaciones corre el riesgo de estar sesgada si se prescinde del talento femenino.
P. ¿Qué papel debe jugar el científico en la sociedad digital? ¿Debe dejarse llevar, protagonizarla sin reservas, encauzarla...?
R. La ciencia nos ha permitido avanzar como sociedad desde tiempos inmemoriales, y muchos científicos han logrado, desde diferentes campos como las matemáticas, la física, la biología o la medicina, aportar avances que hubieran sido impensables en otros contextos. Personalmente creo que el científico forma parte de la sociedad, y como tal debe compartir los retos que se le plantean.