El espacio y, en general, el cosmos, ha seguido de actualidad. Nos hemos acercado más de lo que se hizo en el pasado a ese momento singular que fue el Big Bang. Sabemos que hay límites para ese acercamiento debidos a la “opacidad” que se produjo en los primeros instantes del aquel descomunal estallido. El lanzamiento del telescopio espacial “James Webb” puede cumplir ese fin. Un segundo dominio ahora frecuentado es el de la exploración de la Luna y de Marte. China, India y empresas como la estadounidense SpaceX han tomado la delantera a la otrora poderosa NASA. También se ha impulsado notablemente la búsqueda de vida en otros planetas y exoplanetas.
La nueva medicina. A finales del siglo XX Estados Unidos canceló el proyecto de un gigantesco superacelerador de partículas –con el que probablemente se habría descubierto el famoso Bosón de Higgs– con el argumento de que era más necesario apoyar la cada vez más floreciente medicina. No se equivocaron en valorar las posibilidades que ya estaba ofreciendo y las que iba a ofrecer la disciplina. Entre los campos de investigación se encontraban la acción fármacos-anticuerpos, medicina personalizada, medicina preventiva, crecimiento de órganos para trasplantes, microbioma, superbacterias, nuevas pandemias o el control de la malaria. Un campo específico de esta “nueva medicina” va al siguiente punto.
La revolución del ARN. Con la obtención de vacunas basadas en el ARN para combatir la pandemia de la Covid-19 comenzó una revolución en lo que se puede denominar “la tecnología del ARN”. Recientemente, y basada en esta tecnología, se ha desarrollado una nueva vacuna contra la gripe, que parece tener el potencial de proteger contra veinte variedades diferentes del virus que la produce. Muchas enfermedades genéticas raras y algunas formas de cáncer se han convertido en objetivos de esta tecnología.
Inteligencia artificial. Uno de los grandes temas de estos años ha sido la IA, que ha cobrado especial importancia en los últimos años. En 2022, la empresa DeepMind mostró que la muy compleja estructura de las molécula de las proteínas se pueden predecir utilizando algoritmos como AlphaFold y trRosettaX-Single. Las predicciones de estos algoritmos han reducido el número de proteínas humanas con datos estructurales desconocidos de 4.800 a 29. Otro ejemplo es la denominada “IA generativa” que está comenzando a aplicarse en bases masivas de genomas. Y qué decir de los ChatGPT, con modelos cada vez más potentes.
Fuentes de energía limpias. El cambio climático y el creciente consumo energético de una población mundial que crece y crece, superando ya los 8.000 millones de personas, impulsa como necesidad imperiosa la investigación en fuentes de energía. Las energías renovables –eólica, hidroeléctrica, termosolar, fotovoltaica, geotérmica o mareomotriz– constituyen alternativas a los combustibles fósiles, y por ello se investiga constantemente en su mejora y almacenamiento.
Pero existen otras posibilidades, como la captura del dióxido de carbono con sus aplicaciones industriales, o el “hidrógeno verde”, que se puede utilizar como combustible en vehículos, para generar electricidad, en la industria o para calentar nuestras casas, con la ventaja de que se puede utilizar en forma líquida o de gas, y cuyo único “desecho” es el agua.
Y no se debe olvidar la gran esperanza que es la energía que se genera en la fusión nuclear, que no produce los desechos que surgen en la fisión. Tanto en el ITER (Reactor Termonuclear Experimental Internacional) como en otros centros de investigación (en el MIT o en la National Ignition Facility del Departamento de Energía de Estados Unidos) se han producido avances significativos, aunque aún queda un largo camino por recorrer.
[El arte de hoy sería sobrevivir]
El reto del cerebro. El “pequeño universo que llevamos dentro”, el cerebro, representa, junto a otros relativos al Universo, el gran reto de la ciencia. El Proyecto BRAIN que presentó en 2013 el presidente Obama sigue su curso, aunque no con la unidad que tuvo el Proyecto Genoma Humano. Se trata de un campo netamente interdisciplinar que implica desde la neurociencia a la nanotecnociencia, pasando por la matemática de las redes neuronales.