El tratamiento de la luz simboliza la esperanza, el renacer y el vínculo con nuestras tradiciones. Este simbolismo trasciende las calles adornadas en esta época navideña y llega a algunos de los monumentos más emblemáticos de nuestro país, que se apoyan en la colaboración público-privada para lucir su mejor cara.
La Fundación Iberdrola España ha financiado en los últimos años una serie de proyectos de iluminación que conjugan respeto por el patrimonio, sostenibilidad y tecnología de vanguardia, devolviendo a estos bienes culturales su máximo esplendor.
Un cielo gótico iluminado
Catedral Nueva de Salamanca
En 2019, la Fundación Iberdrola España inició su travesía lumínica en la majestuosa Catedral Nueva de Salamanca. Este templo gótico, con su imponente cimborrio y las elegantes bóvedas que se alzan como un cielo pétreo, recibió una instalación de iluminación que resalta cada detalle arquitectónico.
Con 144 focos distribuidos cuidadosamente a lo largo de 1.400 metros de cable ocultos en las galerías de los triforios, el proyecto no solo logró iluminar las naves y el altar mayor, sino también respetar la sobriedad y la grandiosidad inherentes al espacio.
La sostenibilidad como acto de fe
Monasterio de Guadalupe
El siguiente paso fue en 2020, en el Monasterio de Guadalupe, en Cáceres, donde se rindió tributo a la sostenibilidad. Gracias a la instalación de 197 proyectores, esta iniciativa no solo amplió el perímetro lumínico del monumento, sino que logró una mejora energética del 60 por ciento, evitando la emisión de 5,3 toneladas de CO2 al año.
La Fundación no se limitó, exclusivamente, a iluminar un icono religioso y arquitectónico con un enfoque respetuoso con el entorno, sino que buscó diseñar una iluminación que redujese el resplandor nocturno para lograr que el monasterio emergiese de la penumbra con una serenidad que dialoga con su enclave natural.
Tradición y tecnología al servicio del alma
Catedral de Santiago de Compostela
La joya del románico y gótico compostelano, la Catedral de Santiago, vivió en 2021 una transformación lumínica que revitalizó su esencia espiritual. Más de 700 luminarias fueron instaladas para dar una nueva vida a elementos como el Pórtico de la Gloria, las naves y la girola. Destacan las 36 lámparas diseñadas exclusivamente para esta intervención, inspiradas en las antiguas luminarias votivas.
Suspendidas en la nave central, combinan el diseño clásico con tecnología LED de última generación, evocando la atmósfera de los días en que el templo era iluminado con velas. Esta solución permite ajustar la luz según los momentos litúrgicos, creando un ambiente que oscila entre lo solemne y lo cotidiano.
Historia reflejada en el Tajo
Puente Romano de Talavera
En 2022, fue el turno del Puente Romano de Talavera de la Reina, un testimonio vivo del paso del tiempo y las civilizaciones en la provincia de Toledo. La Fundación Iberdrola España llevó a cabo una intervención meticulosa, instalando 25 luminarias que realzan la belleza del puente y su conjunto histórico, con un primer origen romano y una gran construcción acometida hacia finales del siglo XV.
La nueva iluminación no solo mejora la percepción de los colores del puente, sino que también minimiza la contaminación lumínica, permitiendo que su reflejo sobre el río Tajo conserve su naturalidad.
Elegancia y eficiencia
Capitanía General de Sevilla
En el corazón de Sevilla, el edificio de la Capitanía General se convirtió en 2023 en un emblema de la eficiencia energética. Con 98 proyectores y más de 145 metros de tiras LED, la nueva instalación logró reducir en un 60 por ciento el consumo energético del edificio, sin comprometer la uniformidad y la delicadeza de la iluminación.
El diseño respeta la arquitectura del edificio y evita el exceso de brillo, integrándose de manera armónica en su entorno urbano.
Valencia bajo la luz de Europa
Palau de la Música de Valencia
El último hito de la Fundación Iberdrola España hasta ahora tuvo lugar este 2024 en el Palau de la Música de Valencia, en el marco de la Capitalidad Verde Europea. Este proyecto no solo redujo en un 40 por ciento la potencia instalada, sino que logró una iluminación que acentúa los volúmenes y trazados del edificio. Con juegos de luces y sombras diseñados para resaltar su estructura única, el Palau brilla como nunca antes, reafirmando su posición como icono cultural de la ciudad.
Las temperaturas de color, cuidadosamente seleccionadas entre 3.000 y 4.000ºK, crean un ambiente cálido y envolvente, en perfecta sintonía con su entorno mediterráneo. La luz que ilumina estos monumentos no es solo energía; es arte, es memoria, es un puente entre el pasado y el futuro. Es el arte de luminar el arte.