Cine

"Temía no saber transmitir emociones"

César Martínez Herrada estrena "Manos de seda", su primer largometraje

28 febrero, 1999 01:00

Jorge Sanz y Carmen Elías protagonizan "Manos de seda", la opera prima del director y productor César Martínez Herrada, que esta semana llega a las carteleras españolas. Como en sus dos cortos anteriores, Pedro García Ríos se ha encargado del guión. Se trata de un "thriller" urbano, una historia cuajada de mentiras y de-sengaños que exige la participación del espectador y en la que también intervienen Jorge de Juan y Alicia Mohino.

L a película se acabó de rodar en diciembre de 1997. En mayo de 1998 ya estaba montada, pero había que buscar entonces las mejores fechas de lanzamiento. Los productores y la distribuidora, Columbia, acordaron estrenar "Manos de seda" el día 5 de marzo. Se trata del primer largometraje de César Martínez Herrada, que ha costado 115 millones de pesetas, "pero con las copias y publicidad el coste se ha elevado a 180. Es una cinta que ha destinado gran parte de su presupuesto a la promoción, y eso es bueno", dice el director, que ha contado con una ayuda automática del Instituto de la Cinematografía y con una subvención para el desarrollo del proyecto del programa MEDIA de la Comunidad Europea. TVE ya ha adquirido los derechos.

La historia de dos mundos
-Después de haber montado su propia productora, Dexiderius, con otros dos socios (uno de ellos el guionista de "Manos de seda", Pedro García Ríos), y de haber dirigido dos cortos, ¿qué es lo que buscaba al dirigir esta película?
-Lo que quiero es conectar con el público. Por eso el guión hace partícipe al espectador del juego que se establece en la película. Algunas veces los personajes saben de la historia más que el espectador y otras veces es al revés, de modo que se crea una complicidad perfecta. Pienso que cuando el espectador participa en la historia es cuando más le gusta una película. Estoy contento porque creo que lo hemos conseguido.
-¿Qué es lo primero que dirigió?
-Fue en el año 91. Entonces rodé mi primer corto, "Burlanga", una historia de jugadores de cartas, un tema que también aparece en "Manos de seda". Dos años después dirigí "Rivelles", basado en un relato policiaco de Carlos Pérez Merinero.
-¿Le resultó difícil meterse en un proyecto tan complejo como es un largometraje?
-Difícil es siempre. Yo a esta profesión le tengo mucho respeto. Sí es verdad que, al haber trabajado como técnico tanto tiempo (llevo en el cine 14 años como ayudante de dirección y, luego, como productor), el oficio ya lo tienes. Pero lo que importa es crear personajes y transmitir emociones y sensaciones. Eso es lo que más miedo me daba, porque, por mucho oficio que se tenga, no se consigue así como así.
-¿Como surgió la idea de rodar "Manos de seda"?
-Después de los dos cortos y de haber producido una decena de películas con Dexiderius, ya me veía capacitado para poder enfrentarme a una historia larga. Todo surgió a partir de una idea de Pedro y mía. Una idea centrada en el madrileño barrio de Tetuán, que luego hemos hecho más universal. Se trataba de mezclar dos mundos que conviven en ese barrio: el financiero y el del antiguo pueblo de Tetuán, donde todavía viven carteristas, jugadores... A partir de ahí creamos el personaje de Silvia (Carmen Elías), que pertenece al mundo de las altas finanzas, el de su marido Antón (Jorge de Juan), y el de Juan (Jorge Sanz), y con los tres enlazamos la historia.
-¿Le resultó difícil el proceso de selección de los protagonistas?
-Desde la misma gestación del guión ya pensábamos en Carmen Elías para interpretar a Silvia. Lo veía muy claro. Con Carmen había trabajado antes y cumplía los requisitos que necesitaba este personaje: una mujer con una técnica actoral importante, con la distinción que requería el papel y con una entrega que he admirado siempre. Desde el principio, pensar en Silvia era ver a Carmen. El personaje de Sanz no lo teníamos tan claro, pero a medida que se acercaba la hora de tomar una decisión, fui pensando más en Jorge. Un actor con mucho magnetismo, que era lo que necesitábamos para engañar al espectador.

Y, después, la televisión
-¿Cómo fue el rodaje?
-Como la seda (risas). Realizamos mucho trabajo de mesa con los actores, sabíamos bien cómo eran los personajes. Todo el equipo se entendió a la perfección durante las seis semanas de rodaje, que se llevó a cabo íntegramente en Madrid.
-Por los temas tratados en sus cortos y también en "Manos de seda", siempre se ha decantado por el mundo del hampa, de las timbas de cartas, con la ciudad siempre de fondo...
-Sí, sí. Soy muy urbanita, no podría vivir fuera de una gran ciudad. Por otro lado, creo que en éstas encontramos una serie de personas que pasan por nuestro lado desapercibidos y que encierran enigmas. Es el caso de los personajes de "Manos de seda". Es una historia que podíamos haber leído en la sección de sucesos de cualquier periódico. Me atrae la idea de que haya gente tan respetable como una galerista o un broker que llevan una doble vida. Mis personajes comparten ese lado oscuro.
-Usted ha sido durante cinco años presidente de la Plataforma de Nuevos Realizadores. ¿Cuál ha sido la misión de este organismo?
-Es el interlocutor de los nuevos realizadores ante las instituciones. A finales de los 80 hubo un "boom" importante en los cortos, con jóvenes directores ahora consagrados, y la Plataforma, recién creada, colaboró mucho en el tema de la promoción de estas producciones hablando, cuando nadie lo hacía, de Bajo Ulloa, Barroso...
-Después de producir y dirigir cortos, usted tiene una posición privilegiada para poder valorar la situación actual del mismo en España.
-Cada vez el público conoce más la existencia de estas pequeñas narraciones. El momento es bastante bueno. Se producen alrededor de 100 cortos al año, hay muchos festivales y, cada vez más, las salas comerciales exhiben cortometrajes.
-¿Volvería a dirigir uno?
-Por supuesto. Lo importante es contar historias, independientemente de la duración. De hecho, espero el año que viene dirigir un corto.
-¿Algún otro proyecto en el cajón?
-Voy a dirigir una película para las televisiones autonómicas, un encargo para la Forta. Es un drama familiar, un género que no he tratado y que me apetece mucho. Empezaré a rodar en junio. También tengo dos proyectos en desarrollo. Una "roadmovie", "La sirena dormida", con guión de García Ríos, y otro thriller sobre el tráfico de órganos que queremos coproducir con Iberoamérica con guión de Federico Volpiri. Pero este será ya para el año que viene.