Cine

De estrenos y proyectos

XIII semana de cine de Medina del Campo

5 abril, 2000 02:00

Este viernes, 7 de abril, abre sus puertas uno de los festivales más importantes en el mundo del cortometraje español: la Semana de Cine de Medina del Campo, que este año celebra su decimotercera edición. Treinta y cinco cortos compiten, por primera vez en la historia de este certamen, en tres modalidades: ficción (veintinueve), animación (cuatro) y documental (dos). Hasta el próximo 15 de abril. Imprescindible.

En los últimos premios Goya ya asistimos a un florecer del género de la animación que va cobrando importancia poco a poco y que se va haciendo hueco en los festivales dedicados al cortometraje. Es el caso de la Semana de Cine de Medina del Campo, que por primera vez ha incluido a concurso una sección dedicada exclusivamente a los cortos animados. Han sido cuatro los selec- cionados entre los siete recibidos por la organización: Los girasoles, de José y Manuel Lagares (ganador del Goya al mejor corto de animación), Animal, de Miguel Díez, Luz, de J. Javier Martínez, y Smoke City, de Eduardo Martín y Mario Tarradas. Lo mismo ha ocurrido con el género documental; de los ocho recibidos compiten por el Primer Premio y Roel de Plata (750.000 pesetas) Laila, de Silvia Munt (ganador del Goya al mejor corto documental), y Positivo, de Pilar García. "El documental y la ficción son géneros cada vez más independientes y así debíamos tratarlos. Esperamos que, aunque este año hemos recibido pocos en estas dos modalidades, la cifra se vaya incrementando", asegura el director de la Semana Emiliano Allende. En idénticos apartados se ha dividido el concurso de vídeos. No hay que olvidar que Medina es lugar de encuentro para principiantes, para los que ruedan en vídeo.

Vídeos más experimentales

Y otra de las novedades de este año es que esta sección -limitada hasta ahora al ámbito provincial- se ha abierto a directores de vídeos de toda España. Allende, también miembro del comité de selección, asegura que "los vídeos tratan temáticas más atrevidas que los cortos. Son más creativos y experimentales".

Pero el grueso del Festival sigue siendo la ficción. Casi una treintena de películas se podrán visionar a lo largo de estos nueve días dedicados al corto. Unas películas que cada vez cuidan más la calidad. "Los directores son más profesionales, los filmes están mejor acabados, aunque hay un mayor asentamiento en cuanto a los temas tratados, casi siempre relativos a problemas de la juventud. En esta edición sí se ha notado un mayor número de cintas que abordan abiertamente el tema de la homosexualidad", comenta Allende.

Aunque la mayoría de los cortos ya han estado en otros festivales este año, hay algunos que se estrenan en Medina. Así ocurre con London Calling, tercer trabajo de Gabriel Velázquez, "el último" según el director, que lo siguiente que quiere rodar es un largo. Pero mientras llega, Velázquez se vuelca en la promoción de esta película, de 4 millones de pesetas, que narra el amor desafortunado entre una profesora de inglés y su alumno.

Octavi Masià, que con su anterior corto, Rufino, logró una nominación a los Goya en 1999, presenta una historia muy distinta, Aparentemente evidente. Si bien en la primera narraba las aventuras de un hombre entre los marcianos, ahora Masià se centra en las relaciones de un personaje que vive sus propias situaciones imaginarias. "Siempre me han interesado los mundos irreales", dice Masià, que ya se siente preparado para afrontar un largo.
El trabajo de fin de carrera de la ESCAC (Escuela de Cine de Cataluña) de la debutante ángeles Diemand-Hartz (Buenos Aires, 1973), Mi rosita, es otra de las películas de la muestra.

Asesino, asesino es el segundo corto de Juan José Castro (Valladolid, 1965) que en 1992 había rodado Deseo oculto, con Aitana Sánchez-Gijón y Toni Cantó. "Esta historia la he hecho con mucho menos presupuesto, sin grandes estrellas y gracias al préstamo de todo el material", dice el realizador. 800.000 pesetas es el presupuesto de este filme.

Hens, director y productor

También Antonio Hens (Córdoba, 1969) estrena corto en Medina del Campo: Malas compañías. "Se terminó hace una semana y ha costado unos seis millones de pesetas", cuenta Hens, que además de director es también productor de otros dos cortos del certamen: Bancos, de A. Rodríguez y S. Amodeo, y Moebio, de la debutante Zoe Berriatúa.

Junto a estos directores, participan en el Festival nombres como los de Tinieblas González, Guillem Morales, Javier Rebollo, Aron Benchetrit, Ramón Salazar o Rómulo Aguillaume.

Pero, además de los estrenos de cortos y los vídeos, la Semana de Medina del Campo tiene un reclamo mayor que otros festivales: el Premio al Proyecto Corto. Este año se dobla el premio y, además del millón y medio de pesetas que la Diputación de Valladolid entrega al mejor guión para su posterior realización, Canal + premiará un segundo texto con una cantidad similar. Y, como siempre, ciclos para toda la semana: Miguel Albaladejo protagoniza uno de ellos; tres etapas del cine alemán es el tema de otro; y, como ya es habitual, los clásicos de madrugada para cinéfilos insomnes.