Image: Vicente Molina Foix estrena Sagitario, su ópera prima

Image: Vicente Molina Foix estrena "Sagitario", su ópera prima

Cine

Vicente Molina Foix estrena "Sagitario", su ópera prima

Los mecanismos del azar

20 junio, 2001 02:00

El escritor y crítico Vicente Molina Foix ha dado el a veces temible salto a la dirección cinematográfica. Con la honestidad y la ambición por bandera, este viernes estrena su ópera prima Sagitario, una historia coral donde el amor imposible y la búsqueda de la felicidad determinan el periplo de sus personajes -encarnados por ángela Molina, Eusebio Poncela, Enrique Alcides y Daniel Freire, entre otros- en un Madrid mestizo y trepidante.

Entregado durante años al reino silencioso de la literatura, el periodismo y la crítica cinematográfica, Vicente Molina Foix explica cómo un buen día, hace cuatro años, quedó atrapado por una "idea fílmica, como un minué, que iba componiendo un retrato de grupo". En esa idea atrapada sin una intención concreta, entregada por los mecanismos del azar, se conjura el origen de Sagitario, una ópera prima que se lanza de cabeza a los submundos de la realidad urbana, cambiante y confusa. "Me parecía adecuado iniciarme con una película arriesgada -explica el cineasta-, porque para una historia coral, la que se me metió en la cabeza, hay que partir siempre de la ambición".

Y sin duda llevó el impulso creador hasta sus últimos límites. "El primero en leerse el guión fue Andrés Vicente Gómez, y estuve a punto de vendérselo para que lo dirigiera uno de sus directores (cuyo nombre prefiero obviar), pero el azar intervino y la noche antes de firmar la venta, me llamó Fernando Colomo para que lo dirigiera yo mismo". El azar ha movido los hilos de Sagitario como si viniera a confirmar la cosmológica trama argumental del filme, un mosaico de personajes a la deriva, motivados por la búsqueda desesperada del amor sin desgarros, que van "formando una tela de araña, a veces trágica, tejida por la casualidad y el deseo".

El deseo como motor de los personajes, que buscan fuera de sí mismos lo que no encuentran en su interior. Rosa (ángela Molina), una pintora que ha perdido sus musas, que ya no puede pintar, busca refugio en la adolescencia salvaje de Juan (Enrique Alcides); y Jaime (un Eusebio Poncela en el mismo rol de Martín Hache) cree haber hallado su ansiado equilibrio en Rafa (Jacobo Marín), misterioso narciso que también responde al nombre de Omar. "Son personajes que, como nosotros, sufren la confusión propia de este principio de siglo, se han quedado sin credos políticos o religiosos, pero buscan la felicidad desesperadamente y algo que otorgue sentido a su existencia, aunque sea en la magia y cartas astrales", explica el director.

Horóscopo humano

En torno a ellos, en un Madrid cosmopolita y trepidante, que Molina Foix retrata desde la admirable universalidad, pululan personajes de toda índole -emigrados, artistas, santeros, fundamentalistas, burgueses, muertos de hambre, homosexuales, ninfómanas, etc.- que conforman el horóscopo humano a expensas del azar y las casualidades. "Es un retrato inquietante de la sociedad actual, en el que una idea esencial es la desigualdad propia de toda mezcla", afirma el escritor y cineasta.

Para estructurar el relato, el autor de El novio del cine recurre a lo que denomina "tratamiento de caleidoscopio", una división en dos partes en función de los días de la semana y de los meses, respectivamente, y un epílogo con el sabor incierto de los amores imposibles. "Me acerco al amor como si fuera una aventura complicada, determinada por la incertidumbre, pero sostenida por el inevitable placer que despierta", reflexiona el director novel.