Image: Sangre fresca en Valencia

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Cine

Sangre fresca en Valencia

El 15 de junio se inaugura el 17 Festival Internacional de Cine Cinema Jove

12 junio, 2002 02:00

Robert De Niro en Taxi Driver

La ciudad de Valencia acoge un año más el certamen más joven no por antigöedad sino por contenidos, debido a su estricto criterio de seleccionar únicamente filmes dirigidos por cineastas que no superen los 35 años de edad. En su 17 edición, el Festival de Cine Cinema Jove, que comienza el 15 de junio, ofrecerá durante una semana lo más granado del cine joven internacional, con la participación de 33 países distintos. Como plato fuerte, ofrecerá una interesante retrospectiva de las obras juveniles de Martin Scorsese, que el crítico Miguel Marías analiza para El Cultural.

Cada vez se hace más complicado para los festivales de cine abrumar a su público con películas inéditas o al menos no estrenadas en el país. Son pocos los filmes elegidos por voluntad, y más bien se seleccionan por obligación, en función de las producciones que despacha la actualidad y las sobras de otros certámenes cinematográficos. No en vano, hay filmes que recorren una auténtica gira por la península, saltando de pueblo en ciudad, ante el fervor de los distribuidores y la resignación de los gerentes del evento. Simplemente no hay tomate para tanto cesto.

Para mayor complicación, el Festival de Cine Cinema Jove de Valencia, que comienza el sábado y cerrará sus puertas el día 22, se enfrenta a una dificultad añadida: sólo selecciona largometrajes "de calidad" dirigidos por cineastas internacionales menores de 35 años. Sin embargo, una edición más (y ya van 17), el certamen valenciano ha logrado confeccionar una sección competitiva muy honrosa, con diez largometrajes -de 75 presentados- inéditos en salas españolas, procedentes además de sendos países.

Competirán por la Luna de Oro, el máximo galardón del Festival, dotado con 6.000 euros, filmes en representación de naciones tan diversas como Argentina, Bélgica, Eslovenia, Corea y Turquía, entre otras. Todos ellos ofrecen retratos generacionales punzantes y, en ocasiones, incómodos, sobre la juventud de sus respectivos lugares de origen. El amour fou, los nubarrones de un futuro inmediato, las experiencias lisérgicas y, sobre todo, una eterna confusión post-acné, son fundamentalmente los raíles sobre los que discurren las narraciones de los diez jóvenes cineastas.

De las aulas al trabajo
Por parte bonaerense, Juan Villegas compite oportunamente con una comedia generacional y melancólica sobre la incomodidad y el miedo. Se trata de Sábado, su segundo filme, en el que un grupo de jóvenes dislocados esconden su soledad y aburrimiento. Del conflictivo paso a la madurez también nos hablan las propuestas del eslovaco Igor Sterk, de la coreana Jeong Jae-eun y del italiano Marco Ponti que, con Ljubjana, Take Care of My Cat y Santa Maradona respectivamente, ambientan sus historias en el paso fronterizo del entorno estudiantil al laboral.

De Centroeuropa llegan las dos propuestas del certamen que se acercan a la convivencia de las jóvenes generaciones con las drogas. El alemán Cristian Zöbert la aborda desde la buddy comedy en Lammbock, filme que bajo el eslogan "Da una calada primero" mantiene una postura de aperturismo hacia el cannabis, con un oficial de narcóticos camuflado entre un grupo de pequeños traficantes. El tándem belga formado por Philippe Boon y Laurent Brandenbourg, por su parte, imprime un tono dramático al tema, cuya postura queda reflejada desde el mismo título, Pequeñas miserias, trampolín a una historia sobre la culpabilidad y los comportamientos del consumidor.

El toque exótico lo aportará el canadiense Gaurav Seth, que con su tercer filme A passage to Ottawa compite con probablemente la película más madura de todas. En la línea de filmes como Kolya o Estación Central de Brasil, y mediante una narración de corte clásico, el filme apela a la emoción del espectador a través de la mirada de un niño indio de ocho años que viaja a la capital canadiense para encontrar al héroe capaz de salvar a su madre enferma.

Lejos de las estructuras narrativas clásicas, los filmes Occident (Cristian Mungiu, Rumanía) y Fotograf (Kazim Üz. Turquía/Kurdistán) se sirven de la narración episódica o fragmentada y de los designios del azar para entrecruzar varias historias y personajes. La comedia amarga Occident está dividida en tres partes, que transcurren dentro del mismo espacio temporal y con diversos finales para cada una de las historias; mientras que Fotograf cuenta las vidas paralelas de dos soldados que comparten una amistad ignorando su destino: enfrentarse entre sí en la misma guerra. Sobre la amistad también diserta Sergei Bodrov Jr. en la producción rusa Syostry, un canto a la necesidad de compañerismo como asidero en las situaciones adversas.

Tribuna privilegiada
A los diez largometrajes se suman 70 cortos seleccionados de un total de 579, procedentes de 27 países distintos. España participa en esta sección, también competitiva, con diez trabajos y destaca una alta presencia de cortometrajes de animación, campo al que Cinema Jove siempre ha dedicado una tribuna privilegiada. En su 17 edición, el certamen dedica un ciclo a un verdadero innovador en el campo, Aleksandr Petrov, autor del corto ganador del Oscar El viejo y el mar, realizado con una técnica única: pintura en óleo sobre vidrio iluminado desde abajo. Bajo el título "Animación española para el siglo XXI", el producto nacional también tendrá su propio espacio.

Otras retrospectivas que despiertan un especial interés son las que el certamen dedicará a álex de la Iglesia, quien ganó la edición de Cinema Jove 1991 con su corto Mirindas asesinas, así como un homenaje al recién desaparecido George Sydney, autor de Levando anclas y Scaramouche, ente otras. El plato más esperado será la proyección de las películas que dirigió Martin Scorsese hasta los 35 años. Todo un lujo.