Image: El juego de Hollywood

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Cine

El juego de Hollywood

El cine español se codea con las estrellas internacionales

10 junio, 2004 02:00

Willem Dafoe en El misterio de Wells

Llegan a las pantallas El misterio de Wells y Las maletas de Tulse Luper II, películas de proyección mundial con amplia participación española, que están marcando un nuevo estilo de producción en nuestro país. Estrellas mundiales, rodajes en inglés y grandes presupuestos. Productoras como ABS Production o KanZaman tienen en marcha varios proyectos ambiciosos que importan los modos y costumbres de Hollywood a nuestra industria.

Robert de Niro, Willem Dafoe, Malcolm McDowell, Helen Hunt, Harvey Keitel, Rutger Hauer, Scarlett Johanson, Mathew McConaughey... ¿estrellas exclusivas del firmamento hollywoodense? No por mucho tiempo. Películas de próxima aparación como El puente de San Luis Rey, Sahara o La tempestad, vienen a confirmar que las fronteras cinematográficas están destinadas a diluirse bajo la política de grandes coproducciones internacionales, una práctica que en los últimos años se ha realizado con cierta timidez en la industria española pero que, gracias a los beneficios que genera, es muy posible que se imponga como un formato de producción muy frecuente en nuestro país. Los riesgos se reducen, la calidad mejora y los mercados se multiplican.

Coinciden mañana en la cartelera española dos grandes producciones que obedecen a estas reglas de financiación internacional compartida. El misterio de Welles, dirigida por Paul McGuigan, es una coproducción hispanobritánica en la que nuestra actriz Elvira Mínguez se codea con el norteamericano Willem Dafoe o el británico Paul Bettany. Especializada en grandes coproducciones, detrás de este proyecto está la compañía española KanZaman ("érase una vez" en árabe), que participa en un 30% de la financiación. Con otras producciones pendientes de estreno o en pleno rodaje, uno de los objetivos de KanZaman es traer rodajes internacionales a tierras españolas, acaso emulando mejores tiempos en los que España fue escenario de filmes como 55 días en Pekín, Hasta que llegó su hora o Doctor Zhivago. "Nuestra intención -afirma su productor Marc Albela- es impulsar la industria española fuera de nuestras fronteras, por lo que una de nuestras condiciones es que el rodaje, o al menos parte de él, tenga lugar en España, con equipo técnico y artístico nacional". Es lo que ocurre en El misterio de Welles, suspense medieval basado en la novela Un cadáver en escena, de Barry Unsworth, que bajo un presupuesto de 12 millones de euros se ha rodado en las minas abandonadas de Rodalquilar (Almería), donde se construyó en su totalidad un poblado medieval inglés con la ayuda de un grupo de presos de la prisión de Acebuche.

Ambición española
Coincide su estreno en salas nacionales con la segunda entrega del proyecto más ambicioso de Peter Greenaway, Las maletas de Tulse Luper, que también cuenta con un amplio respaldo español y la participación de actores como Ana Torrent o Jordi Mollá, compartiendo plano con Ornella Mutti y Franka Potente. Los productores catalanes Eva Baró y Antoni Solé cofinancian este proyecto encilopédico -que incluye tres largometrajes, 92 DVD’s, 16 capítulos de televisión, un juego interactivo, etc.- desde su productora ABS Productions, creada hace cinco años "con el objetivo de crear películas de género y autor con gran potencial de distribución internacional, cosa que se consigue con coproducciones europeas y con proyectos originales de género", según Eva Baró. Actualmente, coproducen junto al Reino Unido, Luxemburgo e Italia el filme La tempestad, adaptación del premio Planeta de Juan Manuel de Prada, quien firma el guión. Dirigido por el británico Paul Tickell (Crush Prove), este proyecto de mestizaje europeo reúne un cartel encabezado por Natalia Verbeke y Scott Williams, y secundado por mitos y monstruos como Malcolm McDowell y Rutger Hauer.

El filme, con un presupuesto de 10 millones de euros, se rueda estos días en la ciudad de Luxemburgo, donde se ha reconstruido en un solar parte de la ciudad de Venecia, cartón piedra de extremado realismo diseñado por Paul Gallis y Patrick Hoffman. ¿Por qué se traslada Venecia a Luxemburgo? "Por cuestiones financieras -asegura Antoni Solé-. Luxemburgo ofrece ayudas fiscales por rodar en su país, de manera que cuesta menos construir algunos barrios de Venecia en decorados que trasladar un equipo de rodaje a la ciudad italiana". Además, el director Tickell asegura que "de este modo se puede crear una Venecia gótica y decadente más acorde con la novela". Las ayudas fiscales han provocado que Luxemburgo se esté convirtiendo en un foco de rodaje europeo. Sin ir más lejos, sobre el mismo terreno donde se rueda ahora La tempestad se reconstruyó parte de la ciudad de Amsterdam del siglo XVII que hemos visto en La chica de la perla, de Peter Webber.

Participación millonaria
Su protagonista, Scarlett Johansson, tiene reservado un papel en el filme Good Woman, coproducción europea basada en El abanico de Lady Windermere, de Oscar Wilde, en la que también está inmerso KanZaman como productor financiero. Junto a la joven actriz estadounidense, intervienen en la película, dirigida por Michael Eisner, los afamados intérpretes Helen Hunt y Tom Wilkinson. La presencia española en este filme de 9 millones de euros, cuyo rodaje en Italia acaba de finalizar, no será sin embargo tan alta como en uno de los proyectos que más ha dado que hablar durante el último año: El puente de San Luis Rey.

No es para menos si tenemos en cuenta que rostros pujantes de nuestra cinematografía como los de Pilar López de Ayala (Juana la Loca) y Adriana Domínguez (El sueño de Ibiza) dan la réplica a leyendas del calibre de Robert de Niro y Harvey Keitel, amén de las actrices internacionales Kathy Bates y Geraldine Chaplin. Y es que la necesidad de un star-system español se impone, según Marc Albela: "Quieras o no, el star-system funciona, y aquí en España no existe, la gente no va al cine a ver a un actor español. Nosotros nos esforzamos por dar a conocer a nuestros actores y técnicos en el extranjero, de manera que En el puente de San Luis Rey, aparte de las actrices españolas, hemos trabajado con Gil Parrondo en la direccion artística y con Javier Aguirresarobe en la fotografía".

El interés por los activos del cine internacional se centra en el glamour y la popularidad de las estrellas, único y verdadero reclamo en las taquillas, si bien no faltan los "fichajes" de grandes directores para proyectos de impulso español. Oliver Stone realizó su película documental Comandante bajo el auspicio de tres productoras españolas (Media Production, Morena Films, Pentagrama Films) en asociación con la HBO norteamericana, y Ridley Scott ha finalizado recientemente el rodaje de El reino del cielo, su película sobre las cruzadas, que ha pasado por Huesca, Segovia, ávila y Sevilla. Nada menos que Orlando Bloom, el Legolas de Peter Jackson y el Paris de Wolfgang Petersen, encabeza el reparto de este filme, superproducción de 130 millones de euros orquestada por la Fox que cuenta con la participación de KanZaman. La productora de Marc Albert también participa en la película de aventuras Sahara, protagonizada por Matthew McConaughey y Penélope Cruz, que bajo la dirección de Brick Eisner llegará a las pantallas en 2005. Este filme de casi 150 millones de euros se coloca en el rango de las grandes superproducciones, y cuenta con la participación de Reino Unido, Alemania, España y, en menor medida, Estados Unidos.

Sin medias tintas
Las cifras de producción no se quedan en el término medio. Como afirma Antoni Solé, "o eres Zara o eres Christian Dior, pero no valen las medias tintas". Si se van a buscar otros mercados, más vale hacerlo con todas las consecuencias. Andrés Vicente Gómez, que desde su productora Lolafilms ha desarrollado varios proyectos con estrellas internacionales y rodaje en inglés (desde el éxito de Two much al fracaso de Desafinado), aporta una de las claves: "El techo de rentabilidad de nuesto mercado provoca la necesidad de tener que salir fuera a buscar el éxito". Fórmula que también ha adoptado Julio Fernández para la Fantastic Factory, cuyas películas recogen casi todos los frutos en mercados asiáticos, más interesados por la recuperacion de míticos directores del género fantástico como Brian Yuzna, Stuart Gordon o Jack Sholder. Por su parte, Maria Lidón también confía en el reclamo de las estrellas. Si en Naúfragos juntaba a José Sancho con Vincent Gallo y María de Madeiros, en Yo, puta ha contado con Daryl Hannah y Denise Richards. Aunque el paso de ambos filmes por España no ha sido muy existoso, los gastos de producción -en torno a los 5 millones de euros por película- quedan de sobra saldados con las ventas en el extranjero. Ahora que el euro se impone al dólar, la industria española también quiere jugar el juego de Hollywood.