Image: La nueva Mostra

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Cine

La nueva Mostra

25 Mostra de Valencia

15 julio, 2004 02:00

¡Al fuego!, de Pjer Zalica. Abajo, Totalmente casado y La noche sin luna

Nuevos aires para la Mostra de Valencia, que celebra sus 25 años de historia con un certamen renovado y ampliado. La noche del 15 de julio se inaugura un festival que hasta el día 24 de julio reunirá lo mejor y más reciente de la cinematografía mediterránea: 18 películas en Sección Oficial, ciclos dedicados a Chaplin y Keaton, retrospectivas con lo mejor de las ediciones anteriores y, como regalo, el riguroso estreno en España de Fahrenheit 9/11 y Kill Bill Vol.2 son sólo algunas de las ofertas de la nueva Mostra valenciana.

De Chipre a Egipto, de Albania a Palestina, de Turquía a España... el cine mediterráneo comparte unas actitudes y circunstancias que tendrán cabida a partir del 15 de julio en la Mostra de Valencia. En su 25 aniversario, el certamen se ha volcado en dar lo mejor de sí mismo, con nuevas y más amplias secciones, desde las que tratará de ofrecer lo más reciente y variado de la producción mediterránea. Organizado por la Fundación Municipal de Cine, el festival ha aprovechado su aniversario de plata para modificar las fechas de celebración -desde mañana hasta el 24 de julio-, pues tradicionalemente siempre ha tenido lugar durante el mes de octubre. Como señala su director José Antonio Escrivá, esto permitirá que haya proyecciones al aire libre, en la playa de la Malvarrosa, "respondiendo así al objetivo de unir el festival al mar Mediterráneo, esencia de su filosofía".

Una filosofía, el discurso mediterráneo, que aún comprendiendo multitud de países vecinos y tendencias cinematográficas de toda índole, comparte su marginalidad como carne de cañón de la excepcionalidad cultural tan cuestionada últimamente. Con toda seguridad, las dieciocho películas procedentes de sendos países mediterráneos que se disputarán las palmeras de la Sección Oficial no tendrán las puertas abiertas a la distribución en salas comerciales, pero son un claro exponente de la cinematografía del sur de Europa -ni mejor ni peor que la del norte, pero necesariamente distinta y mucho menos visitada-.

En contraste, y para reclamar la atención del público mayoritario, la Mostra estrenará en rigurosa primicia en nuestro país varias películas de relevancia internacional, repartidas en distintas secciones, como Kill Bill 2, de Quentin Tarantino; Fahrenheit 9/11, de Michael Moore; La vuelta al mundo en 80 días, de Frank Coraci; Thunderbirds, de Jonathan Freaks, o El corazón ausente, de Pupi Avati. Junto a alguna que otra joya de la sección informativa (El triple agente, de Eric Rohmer), que contempla 27 filmes del cine independiente mundial, estos trabajos forman la vertiente más popular de la muestra, que no se caracteriza -ni quiere- por el glamour y los fastos de otras citas cinematográficas. "Queremos ofrecer a los espectadores películas poco comerciales pero interesantes en sus matices, temáticas y mensajes", dice la Presidenta Ejecutiva de la Fundación Municipal de Cine, María José Alcón.

Enjambres históricos
Crónicas urgentes de una realidad en continuo proceso de transformación, de las zonas afectadas por el enjambre balcánico y de Oriente Medio llegarán trabajos que principalmente emplean la ironía política como arma arrojadiza. Es el caso de la película bosnia ¡Al fuego!, de Pjer Zalica, que narra las vicisitudes de un pequeño pueblo donde reina la corrupción y el crimen que trata de instaurar la democracia en siete días con motivo de la visita de Bill Clinton, que será nombrado "padrino" del pueblo. Con no menos carga irónica en su contenido, desde Crocia acude a competir el drama Testigos, dirigido por Vinko Bresan, que sigue la investigación policial del asesinato de un hombre a manos de tres soldados, justo en la línea fronteriza de la guerra civil. Pequeñas historias desde las que interpretar y comprender la realidad histórica de unos pueblos vapuleados por las diferencias políticas, religiosas y étnicas, como los dramas que acontecen también en los trabajos procedentes de Israel (Or, de Keren Yedaya), Palestina (Sed, de Tawfik Abu Wael) y Serbia y Montenegro (El profesional, de Dusan Kovacevic).

El cine español quedará representado en la muestra por varias producciones, aunque sólo una de ellas competirá por las distintas palmeras que otorgará el jurado internacional. Se trata de Aquitania, debut en el largometraje de Rafa Montesinos con una comedia dramática escrita por Pepe Tienda y Miquel Peidró sobre pasiones, intrigas y muerte, y protagonizada por la joven catalana Aida Folch. En secciones paralelas se proyectarán las producciones nacionales Fuera del Cuerpo, dirigida por el valenciano Vicente Peñarrocha y protagonizada por Goya Toledo, Gustavo Salmerón y José Coronado; así como el filme Mala uva, ópera prima de Javier Domingo con Sancho Gracia y ágata Lys, una original y negra tragicomedia sobre las apariencias, el engaño y la redención.

Preocupante emigración
La emigración es otra una de las cuestiones sociales que más preocupa y afecta a los países mediterráneos, de modo que inevitablemente será uno de los temas más visitados por los dieciocho trabajos de la sección oficial. Como paradigma, el filme albanés La noche sin luna, en el que el director Artan Minarolli narra el viaje iniciático de Rudina, una chica de dieciséis años que junto a su abuelo quiere escapar de la miseria de su país. Durante su huida al oeste, además de iniciar una relación con un joven que se ha unido al grupo, descubrirá las dificultades por salir de un país anclado en la corrupción de las mafias locales.

Después de recibir una gran acogida crítica en su país, concursará también en Valencia la cinta portuguesa Pasaje nocturno, del veterano Luís Filipe Rocha, una historia de consecuencias trágicas. Y es que el drama le ha comido el terreno a la comedia este año en la Mostra, pues será el registro que determina la mayoría de los trabajos a concurso: Camur, de Dervis Zaim (Chipre); La huida, de Andrea Manni (Italia); Jawhara, hija de la cárcel, de Saad Chraibi (Marruecos); Discos dedicados, de Abdullatif Abdulhamid (Siria); La sala de espera, de Zeki Demirkubuz (Turquía); Noches de insomnio, de Hani Khalifa (Egipto), y Queso y mermelada, de Branko Djuric (Eslovenia). Túnez y Grecia participarán con las comedias La villa (Mohamed Damak) y Totalmente casados (Dimitris Indares), respectivamente; mientras que Francia, respetando el cliché, acudirá con una trágica historia de amor en los suburbios parisinos titulada El esquivo, de Abdellatif Kechiche.

Secciones paralelas
Pero seguramente serán las numerosas secciones paralelas, fuera de competición, las que despierten más interés entre el público. Con motivo de las bodas de plata, la Mostra ha programado la "Retrospectiva de las Palmeras", que proyectará varias películas merecedoras de dicho galardón en ediciones anteriores. Además, está programado el apartado "Movimientos creativos del cine", que no sin cierta audacia y discutible coherencia relaciona el expresionismo alemán con el ‘free cinema’ y el Dogma 95, de tal modo que se proyectarán bajo el mismo encabezado filmes como El gabinete del Doctor Caligari (Fritz Lang), A Kind of Loving (John Schelsinger) y Celebración (Thomas Vinterberg).

El festival rendirá tributo a los actores Maribel Verdú (Mostra de Honor) y Tony Leblanc (Mostra de Oro), y dedicará ciclos a la actriz italiana Silvana Mangano y al actor francés Jean Gabin, sin duda rostros muy mediterráneos. Otros ciclos de gran interés serán los dedicados al creador Jean Cocteau, de quien se proyectarán sus seis películas; al músico español José Iturbi; a los inmortales cómicos Cahrles Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd y Oliver Hardy, o el que lleva por título "Sólo para tus ojos", con películas que, según anuncia organización, "pueden herir la sensibilidad del espectador". Esperemos que sólo se trate de ésas.