Image: Fatih Akin

Image: Fatih Akin

Cine

Fatih Akin

“Mi cine quiere eliminar las fronteras”

7 julio, 2005 02:00

Fatih Akin

Con su quinta película, la enérgica Contra la pared, venció en la Berlinale y en los Premios de Cine Europeo 2004, consolidándose como uno de los cineastas más prometedores del continente. El alemán Fatih Akin ha viajado ahora a Estambul para capturar la esencia de Turquía a través de su música en el documental Crossing the Bridge. Antes de presentar la película en España durante la XI edición de La Mar de Músicas de Cartagena, ha hablado con El Cultural.

Muchos imaginarán que basta con filmar unos conciertos y entrevistar a los músicos para tener un documental musical entre las manos. Si las apariencias no engañan, hay eminentes ejemplos que parecen confirmar esta ingenua presunción, desde El último vals a Buenavista Social Club pasando por Year of the Horse. Pero la realidad es que detrás de sus imágenes hay toda una reflexión en torno a la música y los músicos retratados que va más allá de lo que puede dar de sí un resultón montaje de música y palabras. Lo que hay es un viaje a la esencia de la música filmada. Como Scorsese, Wenders y Jarmusch hicieran en las películas mencionados, también el director alemán de origen turco Fatih Akin (Hamburgo, 1973) ha investigado a fondo la seductora materia que filma en Crossing the Bridge. The Sound of Istanbul. Y esa materia resulta más ambiciosa que la de sus predecesores, pues la cámara de Akin, que se ha convertido en una de las referencias más inquietas y estimulantes del joven cine continental -su intensísima Contra la pared recogió el año pasado los máximos galardones del Festival de Berlín y de los Premios Europeos de Cine-, ha filmado esta vez el alma y los rostros de las heterogéneas voces musicales residentes en la vibrante ciudad de Estambul.

Lo que resulta de tan interesante proyecto es todo un mosaico de músicas que, inextricablemente unidas -a pesar de sus diferencias genéricas-, transmiten la esencia plural y mestiza de una de las ciudades del mundo con mayor riqueza cultural en sus tripas. "Me he dejado llevar -nos explica el cineasta alemán antes de su próxima visita a Cartagena, donde presentará la película en la XI edición de La Mar de Músicas-. He ido conociendo muchos y diferentes músicos famosos, grupos y hasta músicos callejeros totalmente desconocidos. Algunos de ellos son estrellas en Turquía como Sezen Aksu y Orhan Gencebay, generalmente muy difíciles de conseguir para un proyecto como éste, pero ya les conocía de antes. Otros los he encontrado por casualidad o por indicaciones. Ha sido una película muy difícil de hacer, teníamos más de 150 horas de material y ha llevado más de siete meses revisarlo y editarlo".

-¿Cómo decidió embarcarse en este complicado proyecto?
-Cuando hicimos Contra la pared rodamos parte en Estambul. Durante ese tiempo nos dimos cuenta de que Estambul tenía una gran variedad de músicos y estilos. Junto a Alexander Hacke, que compuso la música para Contra la pared, la idea de crear Crossing the Bridge fue tomando forma en la convicción de que debía ser una película que configurara un mosaico a partir de los distintos estilos musicales de Estambul... el hip hop, las músicas clásicas arabescas, el rock, el folk... un mosaico en el que trataríamos de mostrar, sólo a través de su música, cómo es el modo de vida de Estambul y, por extensión, de Turquía.

Hilo conductor
-¿Cómo ha logrado mantener un tono, que la película no acabe perdida o, pero aún, oculta entre tantas opciones musicales?
-Para ello ha sido otra vez imprescindible la colaboración de Alexander Hacke, que es el auténtico hilo conductor en la película . él es el guía y el que comparte sus experiencias con el espectador a través de las diversas músicas. Como miembro del grupo musical vanguardista Einstörzende Neubauten, es una especie de disidente en Estambul. Allí se encuentra con los miembros de la banda Baba Zula, que hace música neopsicodélica. Cuando es invitado a tocar con ellos, él no rechaza la invitación, y a partir de ahí comienza su peregrinaje por la diversidad musical turca.

-En sus películas de ficción ha empleado en varias ocasiones música turca. ¿Cree que ha sido algo natural para usted acabar haciendo un documental sobre ella?
-Me gustan y disfruto mucho con varios tipos de música. De alguna manera ha sido muy natural para mí terminar haciendo una película como esta desde el momento en el que amo Estambul, pero hubiera sido igual de natural acabar haciendo una película similar sobre la música en Hamburgo, que también me encanta.

-¿Qué ha querido transmitir a los espectadores con la película?
-Simplemente quería mostrar cómo es Estambul, qué se siente viviendo en sus calles, a qué huelen, qué se escucha, entrar en ella y recorrerla juntos. Quería poner sobre la pantalla las diferentes sombras y luces de la ciudad, todo ello a través de un lenguaje tan rico y expresivo como es el lenguaje musical en sus diversas formas. Después de ver la película, mucha gente me ha dicho que ahora sienten que conocen Estambul mucho mejor que antes, y que la música realmente les ha tocado. Creo que ése era sin duda uno de nuestros propósitos al empezar la película. Estambul, al mismo tiempo, viene a reflejar la situación de la sociedad de un país, porque también quería comprobar si Turquía es suficientemente europea para entrar en la Unión Europea, y pensé que observar y escuchar su música sería una interesante manera de averiguarlo.

-¿Quiere, en cierto sentido, que la gente capte la esencia de Turquía?
-Es difícil concretar qué es la esencia de una ciudad, de un país, pero en el sentido figurado, creo que sí. Todo el mundo es distinto y por tanto la película significará distintas cosas para cada uno. Algunos podrán captar la esencia del país a través de ella... otros verán distintas cosas, y eso es magnífico.

-Tras el clamoroso recibimiento de Contra la pared, ¿ha trabajado bajo algún tipo de presión debido a las expectativas creadas?
-No, porque Crossing the Bridge es muy distinta y en ningún caso podía ser comparada con mi anterior película. Contra la pared salió de mi corazón y tenía que ser exactamente de ese modo, y con Crossing the Bridge ocurre algo parecido, también es parte de mi corazón.

-En cierto modo, ¿realizar esta película ha significado para usted una especie de vuelta a casa?
-Mi hogar es Hamburgo, Alemania. Ahí es donde he nacido y es la ciudad que amo. Mis padres son turcos y mi madre proviene de Estambul, así que Crossing the Bridge ha sido una oportunidad para conocer mejor la ciudad donde nació mi madre.

-¿Qué es lo que ha aprendido de Turquía que no sabía antes de realizar el documental?
-He aprendido que a una pregunta no existe sólo una respuesta. Por ejemplo, no hay sólo una respuesta a si Turquía debería estar en la Unión Europea. He aprendido que la situación en Turquía es mucho más compleja de lo que imaginaba. He aprendido que el oeste no termina en Grecia ni el este termina en China. Eso sólo son fronteras imaginadas.

-Entre las grandes pretensiones de su cine, ¿entra la de integrar las culturas asiáticas y europeas?
-Mi cine quiere eliminar las fronteras. Sólo espero que algún día ya no tenga importancia ninguna de dónde procede cada uno. Y si mis películas ayudan a alcanzar ese objetivo, me sentiré totalmente satisfecho con ello.

-¿Qué documentales de carácter musical ha tenido en mente para su película?
-Ninguno. Sé que Crossing the Bridge se ha comparado con Buenavista Social Club, que considero una magnífica película, pero no he pensado ni por un segundo en ella mientras rodaba, ni tampoco creo que las dos tengan mucho en común.

El sentido exacto
-¿Cuál es el significado metafórico del título (Cruzando el puente)?
-Su significado se supone que es figurativo, y después de ver la película, adquirirá un sentido para el espectador. El sentido exacto, ya dependerá de cada uno.

-¿Qué cineastas actuales cree que están haciendo un trabajo especialmente interesante?
-Me encantaron Amores perros y 21 gramos, de González Iñárritu, y también Ciudad de Dios, de Meirelles. Algunas de estas películas han influido en ocasiones en mis películas... Amores perros inspiró Contra la pared. Hay un joven director de cortos llamado Üzgör Yildirim al que produciré su primer largometraje desde mi sello Corazón International. Creo que su talento le depara un gran futuro, y yo quiero ayudarle en el camino.

-Y usted, ¿tiene algún próximo proyecto en marcha?
-Lo cierto es que estoy trabajando en varios proyectos de largometraje al mismo tiempo. Uno de ellos es una película con Hanna Schygulla, y otro es la siguiente parte de la planeada trilogía que empecé con Contra la pared.