Cine

El hombre que nunca estuvo allí

Los Coen en DVD

20 abril, 2006 02:00

Billy Bob Thorton en El hombre que nunca estuvo allí

El Cultural entrega el jueves 27 de abril, por sólo 7,50 euros, el DVD El hombre que nunca estuvo allí (2001), protagonizada por Billy Bob Thorton.

Con la mirada perpetua de alguien a quien no le queda mucho por perder, ni mucho que decir frente a la elocuencia del mundo, Ed Crane es ese hombre que estuvo allí sin saberlo, que pasó por el planeta sin sentirlo (o sintiéndolo como se sienten las picaduras de mosquito), que fue ingenuo o cínico, bueno o malo, siempre a punto de gritar o de reír, quién sabe. Pitillo en boca, ojos entornados, atildado y taciturno, la interpretación de Billy Bob Thorton eleva este personaje de la factoría Coen (sólo de ellos podía nacer) al lugar de los inmortales. Basta recordarle a él para que la película se organice en la mente y nos traiga de vuelta el piano de Beethoven, los claroscuros de su blanco y negro, el ritmo pausado, la descreída voz narrativa y la atmósfera de humo y ginebra. Más que una película, El hombre que estuvo allí es un estado del alma, una forma de pasar por el mundo.

Es el modo objetivo y seco de Crane, sin un ápice de emoción por delante, el que nos narra su historia. La suya y la de su mujer Doris (Frances McDormand), de cómo el dinero, la ambición, los celos, la inoperancia, la ingenuidad, el fatalismo, acabaron con ella en la cárcel, primero, y con él, después. Por el camino quedaron su esposa, su hermano charlatán y su amante, y un estafador de lavado en seco, y una lolita que tocaba el piano, y un letrado estrella, y una mujer que veía ovnis... personajes que configuran la América en blanco y negro de los años cuarenta, cuando los gusanos como Ed y Doris, lapidados bajo la rutina y la vulgaridad de clase media (un peluquero y una dependienta), no podían soñar con riquezas, romances y ser felices. Como en todo film noir, el implacable destino siempre espera a la vuelta del siguiento sueño. Para devorarlo.

Curiosidades
-Tolliver se aloja en el Hobert Arms, el mismo en el que se hospeda Phillip Marlowa en El sueño eterno.
-La ciudad de Santa Rosa (CA), donde transcurre la acción, es la misma de La sombra de una duda, de Hitchcock.