El Cannes español
Almodóvar y Coixet pelearán por la Palma de Oro
8 mayo, 2009 02:00De izq. a dcha. Rinko Kikuchi en Mapa de los sonidos de Tokio, Penélope Cruz en Los abrazos rotos y Rachel Weisz en Ágora.
Cannes habla español. Amenábar (ágora, fuera de competición), Coixet (que entrevistamos por Mapa de los sonidos de Tokio) y Almodóvar (Los abrazos rotos) irán a la sección oficial de una edición que se celebrará del 13 al 24 de mayo. Chema García, Alex Brendemwöl y Gabe Ibáñez completan la apuesta española.
El giro aparece reforzado si tomamos en cuenta otro de los datos más llamativos de la selección: la insospechadamente débil presencia de la producción estadounidense, cuya representación -en la lucha por la Palma de Oro- ha quedado exclusivamente en manos de Quentin Tarantino (con su esperada película sobre la Segunda Guerra Mundial: Inglourious Basterds) y del chino Ang Lee (Taking Woodstock), mientras que un tercer realizador, Sam Raimi (Drag Me to Hell), aparece confinado, junto con dos producciones francesas de segunda línea, entre las Sesiones de medianoche. Esto sin contar, naturalmente, el hecho -casi subsidiario- de que la inauguración (fuera de concurso) haya quedado reservada, también de forma insólita y novedosa, para la proyección en 3-D de la nueva producción de los estudios Pixar: el filme de animación Up, de Peter Docter.
Si a esta llamativa inversión de los términos habituales se le une el hecho de que el cine de América Latina y el cine de Europa del Este han quedado, en su totalidad, fuera de la Sección Oficial, y de que también están ausentes Alemania y Portugal, se convendrá en que la dirección geopolítica del festival ha girado de forma visible.
No será difícil, por tanto, que Los abrazos rotos (Almodóvar), Mapa de los sonidos de Tokio (Coixet) y ágora (Amenábar) llamen fuertemente la atención en medio del bullicioso y promiscuo bazar de vanidades que siempre ofrece la Croisette. El primero comparece con una obra de madurez que ha probado ya, en España, toda su capacidad de convocatoria, pero está por ver cómo se recibe en el siempre caprichoso Cannes esta nueva aproximación de Almodóvar a los contornos del film noir. No falta quien asegura que, en un jurado presidido por Isabelle Huppert, y en el que se integran también Asia Argento, Robin Wright Penn y Shu Qui, las bazas de este gran director de actrices cotizarán al alta.
La inclusión de Isabel Coixet, con una película rodada casi íntegramente en Japón, y hablada en japonés y en inglés, y la de Alejandro Amenábar, con un péplum de vocación espectacular, situado en la Alejandría clásica, pero hablado en inglés, apunta en otra dirección: la misma, en realidad, que la que señalan el hongkonés Johnnie To (Vengeance) cuando otorga el protagonismo de su filme al francés Johnny Hallyday, el británico Ken Loach (Looking for Eric) con el francés Eric Cantoná en el centro de su ficción, el taiwanés Tsai Ming-liang (Visage) rodando en París con Jean-Pierre Léaud, Laetitia Casta y Fanny Ardant como estrellas, el chino Ange Lee rodando en Estados Unidos y el francés Gaspard Noé en Tokio (Enter the Void), a los que deben añadirse -si miramos las películas incluidas en la Quincena de los Realizadores- al mismísimo Francis Ford Coppola haciendo en Buenos Aires un pequeño filme independiente, en blanco y negro, en coproducción con Italia y España, y con Maribel Verdú y Carmen Maura en el reparto (Tetro), y el japonés Nobuhiro Suwa haciendo lo propio en París (Yuki and Nina, codirigida con Hyppolite Girardot).
Radiografía global. Transnacionalidad del cine, tráfico de actores, promiscuidad de lenguas, universalidad de las historias; es decir, una imagen inevitable del universo de la globalización pasada por el cedazo de la autoría personal, de las miradas más irreductibles y singulares del paisaje fílmico contemporáneo. Esta misma radiografía se deja ver, asimismo, en la naturaleza de otras tres presencias hispanas en otras tantas coproducciones: Mal día para pescar, del uruguayo álvaro Brechner (incluida en la Semana de la Crítica), Daniel y Ana, del mexicano Michel Franco (en la Quincena) y Looking for Eric, del británico Ken Loach (en competición oficial).
Con todo, la presencia española no se acaba aquí. El primer cortometraje dirigido por el actor Alex Brendemwöl (Rumbo a peor) compite con todos los honores en la sección oficial de esta especialidad. Otro corto (El ataque los robots de la nebulosa 5, de Chema García Ibarra) ha encontrado un hueco en la Quincena, mientras que la Semana de la Crítica ha girado su mirada hacia España con plena conciencia, pues no sólo ha reservado una "sesión especial" para la exhibición de Hierro, ópera prima de Gabe Ibáñez, sino que ha distinguido también a los realizadores Juan Antonio Bayona y Juan Carlos Fresnadillo como "padrinos" oficiales de esta edición.
El festival "grande", el que despliega sus imágenes sobre la pantalla de la gran sala Lumière, dará cabida también a las esperadas nuevas realizaciones de Jane Campion (Bright Star) y Lars Von Trier (Anticristo) -sendos ganadores de la Palma de Oro en ediciones anteriores- dentro de una nómina en la que igualmente brillarán con luz propia cineastas como Marco Bellochio (Vincere), Michael Haneke (Das Weisse Band), Park Chan-wook (Bak-jwi) y nada menos que Alain Resnais (Les Herbes folles), que regresa al Festival cuando se cumplen cincuenta años de la presentación en Cannes de Hiroshima, mon amour, aquella obra fundacional que, junto a Los 400 golpes (con la que Truffaut ganaba ese año el Premio a la Mejor Dirección), dio carta de naturaleza oficial al nacimiento, en 1959, de la Nouvelle Vague francesa.