Javier Mariscal y Fernando Trueba son dos buenos amigos que se veían poco, así que con el pretexto de cambiar esa dinámica decidieron crear un proyecto común, y nació Chico y Rita. Tras anteriores colaboraciones para Calle 54, la idea de la película ahora también convertida en cómic se le ocurrió a Trueba, inspirado por una animación que Mariscal había creado para Compay Segundo. ¿Por qué no hacer una de dibujos animados sobre Cuba? Y se pusieron manos a la obra.
Lo hicieron a su gusto, ellos que pueden: quisieron una historia de amor y un protagonista que pudiera ser Bebo Valdés allá por los cincuenta, lo que permitiría al dibujante recrearse en los hermosos coches de la época, en el vestuario... fue el propio Bebo quien les dio detalles de aquella coyuntura, pero Rita, la coprotagonista, surgió sobre la marcha de la mente de ambos artistas, que también preparan una edición del libro con un disco en el que cada canción tiene ilustraciones.
La animación, género que levanta el vuelo en España, no contaba hasta ahora con una historia de estas características, un argumento que tiene su fuerza en el guión (ya ha recibido muy buenas críticas y ha merecido el Premio a la Mejor Película del Festival Internacional de Animación de Holanda) pero a la vez un dibujo con línea muy límpia y clara, en el que los personajes están perfilados con apenas cuatro trazos. Los admiradores del director y del dibujante podrán disfrutar del título a partir del 25 de febrero, fecha en la que se estrena en España.