Cartel de la sesión de cine invisible 'mumblecore' de Filmin.es
¿Se imaginan asistir al festival de Cannes desde su televisor, su ordenador o su móvil? Pues ya es casi una realidad. Numerosas plataformas on-line como Filmin.es, MUBI.com o Festival Scope permiten un acceso global a todo ese cine "invisible" proyectando casi simultáneamente la programación de grandes citas festivaleras.
Dignificar la red. "Cualquier postura hostil hacia internet no tiene sentido. Es un pensamiento erróneo porque de nada sirve mirar para otro lado", sostiene Jaume Ripoll, director de Filmin.es, el primer portal de VOD (Video on Demand / Video a la carta) en España, que curiosamente puso en marcha el propio González-Macho. El principal objetivo de Filmin.es es "dignificar internet como ventana de explotación cinematográfica", y con este fin ha establecido acuerdos con distintos certámenes como Sitges, In-Edit o L'Alternativa de Barcelona para "replicar" sus contenidos simultáneamente de forma on-line -"de hecho, con el In-Edit fuimos el primer portal que proyectó al mismo tiempo la sección oficial de un festival", asegura Ripoll-, y también ha creado un festival propio, Atlántida Film Fest, con visitas superiores a los 150.000 internautas, procedentes de 171 países, y con un total de 38.000 visionados de películas. "Estamos muy orgullosos de los resultados. Gracias a estos festivales hemos duplicado visitantes -afirma Ripoll-. Los portales franceses que tienen ayuda europea tienen la mitad de visitantes que nosotros, así que nuestras cifras, en un país con menos población, nos hace sentir muy orgullosos".
Un éxito que se debe medir en varios niveles, pues se trata de una primera edición del certamen y, "lo que es más importante, la gente no estaba pagando por ver La red social, sino por películas que no conocía", matiza Ripoll. La próxima cita de Filmin.es será el Festival Online D'@, del 29 de abril al 8 de mayo: "Filmin será la cuarta pantalla del festival físico, ampliando su programación con estrenos exclusivos en internet". Al igual que hizo el Atlántida Film Fest -cuyos premios consistían en dotar de una distribución en cines y en DVD a las películas ganadoras-, el Festival Online D'@ dará visibilidad así a películas inéditas en salas españolas como la controvertida Kinatay, de Brillante Mendoza, o la mágica Aquele querido mes de agosto, de Miguel Gomes, así como títulos de Kelly Reichardt o Takeshi Kitano.
Películas (in)visibles. La palabra mágica es "cine invisible". En esa vasta, incalculable franja de títulos interesantes que no han logrado su distribución en las ventanas convencionales (sea cine, televisión o DVD), es donde los festivales y las plataformas on-line encuentran su mayor alimento. Otro portal español, Filmotech, celebra estos días y hasta el 11 de mayo el Festival Europeo de Cine Invisible Online (www.FestivalCineOnLine.com), que según el director de Negocios de la plataforma, Rafael Sánchez, "es una forma de llamar la atención sobre determinadas películas para que la gente sepa que se puede ver cine gratuito on-line de forma legal y no remunerando a los que con la propiedad ajena quieren hacer negocio propio". Estrechamente vinculado a la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA), el portal persigue una filosofía de distribución cinematográfica que, según Sánchez, pretende "combatir la piratería con sus mismas herramientas: ofreciendo las películas sin coste alguno". Una programación que agrupa una docena de títulos de cine europeo y español inédito -como Todos vós sodes capitáns, de Olivier Laxe, que se mostró en la Quincena de Cannes-, si bien en las intenciones de la muestra se confunde la promoción de títulos que se estrenarán en salas inmediatamente (la extraordinaria Tournée, de Mathieu Amalric, con fecha prevista en mayo) con el rescate de algunos filmes que han tenido una fugaz vida en salas, como Dispongo de barcos, de Juan Cavestany.
"Creo que le estamos ganando terreno a la descarga ilegal -asegura Ripoll-, aunque todavía de forma lenta". Con un catálogo de 1.200 títulos (entre largos y cortos), la creación de festivales "on-line" es para Filmin.es "un complemento, pero en ningún caso un sustituto, a la distribución normativa. Es de locos pensar que vamos a sustituir a los festivales físicos". Con la limitación de 500 visionados por título que, por su parte, Filmotech ha establecido para la primera edición de su Festival de Cine Invisible On-Line, la amenaza que puede suponer para los festivales desaparece. En este sentido, el director del Festival de Gijón, José Luis Cienfuegos, opina que "los festivales on-line están en una fase embrionaria, y surgen de un modo algo ingenuo y ambicioso, pero hay que seguir de cerca su evolución, pues en los últimos tiempos el escenario de la distribución ha cambiado radicalmente".
Nuevo paradigma. Un vehículo claro de esta transformación es Festival Scope (www.festivalscope.com), una de las plataformas de nuevo cuño que más ha dado que hablar a la industria del cine en los últimos meses desde su lanzamiento. Si bien de momento sólo es de uso para profesionales del medio (previa solicitud y aprobación), los contenidos del site son verdaderamente revolucionarios, creando un nuevo paradigma en las formas de distribución cinematográfica. A caballo entre una base de datos y un festival on-line, en Festival Scope pueden verse en streaming centenares de títulos recientes de cine independiente contemporáneo. "En cierta manera, aportamos nuestra colaboración para conseguir que los festivales se conviertan en festivales 2.0, ofreciendo un modo de mantenerlos vivos durante todo el año", explica su director Alessandro Raja. "Los modelos tradicionales de distribución se enfrentan a severos desafíos y parecía clara la necesidad de crear un enlace entre los festivales y los profesionales para ayudar a las películas, porque hay demasiados filmes de gran calidad con dificultades para ser vistos", añade.
Festival Scope ya ha confirmado alianzas con unos cuarenta certámenes internacionales, incluyendo grandes citas como la Berlinale, Venecia, Locarno, Rotterdam, San Francisco o IndieLisboa, de modo y manera que sin asistir físicamente al festival, el profesional registrado puede visionar una gran parte de la programación. "Me hace muy feliz poder confirmar ahora nuestro reciente acuerdo con la Quincena de Realizadores y la Semana de la Crítica de Cannes", adelanta Raja para El Cultural. De momento, el Festival de Gijón es el único certamen español con el que Festival Scope tiene un acuerdo. "Es un festival que nos gusta especialmente por su apoyo a las nuevas tendencias y los jóvenes talentos -sostiene Raja-. Gijón fue de los primeros que creyó en nuestro proyecto, pero no quiero esconder que estamos en conversaciones con otros festivales españoles, porque hay muchos y muy interesantes...".
Cienfuegos, director del certamen asturiano, prefiere ver el desarrollo de los festivales on-line como un aliado y no como una amenaza, "siempre y cuando haya un control" y se garantice un acceso limitado. "En cierto modo, utilizando de manera inteligente las nuevas tecnologías, nos están ayudando a todos los programadores culturales a que nos pongamos las pilas y nos renovemos, y también a potenciar las actividades extracinematográficas, pues asistir a un festival no es sólo ver películas, es sobre todo propiciar un contacto directo entre creadores, industria y público, y proyectar una determinada imagen de nuestra ciudad".
Nuevos retos. La simulación de una cultura de la vida real es sin duda uno de los grandes retos de las plataformas. Festival Scope estimula la creación de redes sociales: "Somos muy activos en facebook y twitter, pero el potencial es inmenso y nos gustaría encontrar nuevos caminos", dice Raja. Con más de 1.2 millones de usuarios, el site MUBI.com es un referente en este sentido. "Estamos más cerca de un festival "on-line" que de un mercado de ventas -afirma su fundador y director, Efe Chakarel, desde la sede del site en Palo Alto (California)-. No somos un video-club, somos más como una filmoteca que muestra una comisariada selección de películas y proporciona un foro virtual tras el pase". La distribución on-line de MUBI.com, accesible a todo el mundo, se concentra especialmente en el sector denominado "nicho", formado por cine independiente, experimental y clásico. "La web nació como The Auterus en 2007 -recuerda Chakarel-. Estaba atrapado en Tokio con mi portátil y decidí ver on-line una película de Wong Kar-wai... Me sorprendió descubrir que nadie estaba mostrando gran cine independiente. Ahí tuve la visión de crear un sitio global como destino de los internautas para ver, descubrir y compartir el mejor cine de autor". El precio de ver una película en streaming varía entre 1 y 4 euros, con un catálogo de 1.800 títulos que va del cine clásico a los últimos estrenos en festivales, con los cuales mantienen colaboraciones temporales. "Hemos ofrecido on-line de forma simultánea la selección oficial de festivales como Sao Paulo, Estocolmo, Mar del Plata y muchos otros", añade Chakarel. Es difícil hacer pronósticos a costa de internet, pero es una realidad que el futuro (y el presente) pasa por él. Que nos coja preparados.
Pequeñas pantallas, pero accesibles
Los próximos empeños de los sites de distribución "on-line" pasan por desarrollar sus propias plataformas móviles en iPads, iPhones y demás dispositivos. "Las pequeñas pantallas no son lo ideal, pero son herramientas muy útiles para dar un mayor acceso a amplias audiencias", opina Raja, el fundador de Festival Scope. A su vez, Chakarel, de MUBI.com, defiende a ultranza "el cine en pantalla grande, pero las películas en el futuro siempre serán accesibles digitalmente, sea en salas, en casa o en un móvil. Queremos que las películas sigan siendo grandes, pero también que la audiencia global tenga acceso al mejor cine".