La directora Sam Taylor-Wood durante el rodaje de Nowhere Boy.

Fotógrafa y videoartista, Samantha Taylor-Wood debuta en el largometraje con Nowhere Boy, una historia sobre los primeros años de John Lennon en la que no falta el morbo (su marido, el joven Aaron Johnson, interpreta al ex beatle) y en la que ha incluido obsesiones personales como la pérdida de la inocencia.

Sam Taylor-Wood (Londres, 1967) formó con su ex marido, el galerista Jay Jopling, una de las parejas más punteras del movimiento artístico londinense conocido como Brit Art. Ella era "tan sólo" una videoartista y fotógrafa a la sombra de un poderoso marido. Tras una batalla contra el cáncer, un divorcio escandaloso y una primera película, Nowhere Boy, Sam Taylor-Wood está más viva que nunca. Sobre su estreno como directora de un largo, basada en la vida de John Lennon, y su proceso de rodaje habló en Londres con El Cultural.

- Usted tenía 17 años cuando John Lennon fue asesinado. ¿Fue consciente de la importancia de aquel hecho?
- No en ese momento. Sí posteriormente. Dejó una huella indeleble en nosotros y en varias generaciones. Cuando me ofrecieron dirigir el proyecto debo confesar que sentí un ataque de pánico. Pero fue ese mismo miedo el que me llevó a decidirme. Soy pequeña pero me crezco en las alturas.

Buscando a John
- ¿Cómo se produjo la decisión final?
- Fue mi instinto el que me me llevó a aceptar. Lo he utilizado a lo largo de mi trayectoria artística. Había otros directores para el proyecto pero sentí que tenía que contar esa historia, y por eso me convertí en una entusiasta de todo lo que John representaba.

Sam Taylor Wood nació artísticamente en los años 90 como creadora de imágenes. Entre sus temas habituales: el caos, la desidia y la muerte. En el corto Hysteria grabó la locura de una mujer y en Pietà, a partir de la obra maestra de Miguel Angel, muestra al actor Robert Downey Jr. en la postura de la muerte de Cristo. El sufrimiento, el agotamiento y la angustia son los grandes protagonistas.

- ¿Tuvo que pelear mucho por la película pese a su gran reputación artística?
- Bueno, estuve llamando a muchas puertas porque hacerla fue, desde el primer momento, una necesidad fisiológica. Cuanto más disminuía el entusiasmo de los productores más fuerte llamaba. Al final, salió. Quise tener el control de todo. El director que más posibilidades tenía optó por otro proyecto y ahí estaba yo. ¡Magnífica ocasión!

Basada en el libro Imagine This, de la hermana de John Lennon, la película recorre los primeros años del que más tarde fuera integrante de los Beatles y uno de sus talentos indiscutibles junto Paul McCartney. De ellos surgirían sus temas más emblemáticos y de ellos brotaría la revolución musical de los sesenta, de la que fueron el epicentro.

- ¿Fue fan de Lennon?
- No mucho, la verdad. Estaba inmersa en la creación de vídeos musicales para grupos muy alejados de todo lo que Lennon representaba. Eso sí, me convertí en una entusiasta de su formación y aprendizaje. Era muy joven cuando le mataron a la puerta de su casa. Y odiaba a Yoko, como todo el mundo en aquella época.

Dudas y turbulencias
- Se agradece que no abuse de las míticas canciones de Lennon/McCartney... - Eso es porque me he centrado sobre todo en su mentalidad adolescente. Necesitaba, en esencia, poder mostrar a un chico lleno de dudas y turbulencias. Lo que más me interesó desde un principio fue subrayar el amor por esa primera guitarra, un símbolo que le guió por la senda que finalmente escogió. Ésa ha sido la estructura fundamental que ha desarrollado mi "libreto".

Taylor-Wood es nueva en esta plaza del cine en largo pero, en el fondo, no lo es tanto. Es una luchadora nata. Su firma está en los vídeos más punteros de Pet Shop Boys, U2 y REM. También en el cortometraje Beckham dormido, que pudo contemplarse en la muestra Las lágrimas de eros, del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. En 2008 participó en la sección Oficial del Festival de Cannes con el corto Love You More, producido por Anthony Minghella. Pero su gran descubrimiento es el actor Aaron Johnson, ahora su compañero sentimental y padre de su hija.

-¿Por qué eligió a Aaron?
-Necesitaba a un actor joven que pudiera tener la la sensualidad y el peligro que el joven Lennon emanaba sin saberlo. Aaron trajo esa fragilidad de niño abandonado y la dureza del adolescente hecho a sí mismo en una de las peores circunstancias que se pueden vivir.

-¿Es una historia más sobre la pérdida de inocencia?
-Sí y no. Es la típica historia de crecimiento y pérdida de la inocencia, sí, pero si no lo hubiera concebido así no habría podido contar el proceso en el que John Lennon se forja como un poeta contemporáneo.

Taylor-Wood confiesa descarnada que ésta ha sido "una película especial". Por un lado se sintió cercana a la creatividad de Lennon y, por otro, se vio identificiada por un pasado difícil que tuvo que superar. "No cambiaría ni una coma de lo que hemos hecho", sentencia.