Sorprendido, alegre y a carcajada plena de incredulidad descuelga el teléfono Agustí Villaronga tras conocer la noticia de la concesión del Premio Nacional de Cinematografía, dotado con 30.000 euros y concedido por el Ministerio de Cultura en recompensa a la aportación más sobresaliente en el ámbito cinematográfico español durante el año anterior a su concesión. "No puedo decir mucho, me acabo de enterar, pero está claro que ha sido mi año. Estas cosas son así, de repente te reconocen", empieza diciendo el cineasta, ganador de la pasada edición de los Goya con la película Pa negre, que mereció nueve galardones, entre ellos el de mejor director, de un total de 14 nominaciones.
Poco dado a fastos, el director catalán asegura que para él estos reconocimientos no son necesarios, "se puede vivir sin ellos, claro, se puede vivir sin casi todo, pero se agradecen cuando te los dan, en estos momentos me parece fantástico que existan los premios de Cinematografía", celebra, aunque también reconoce que esta ristra de homenajes acaba haciendo mella en la carrera de un director: "Llevo desde febrero con mucha promoción y mucha historia añadida, me han pedido que haga otras cosas, y todo esto es un trabajo no remunerado, con el que he pasado momentos difíciles", señala. De hecho, en mitad de este trance de promociones, entrevistas y giras varias llamó a su colega Daniel Monzón, premiado el año anterior por Celda 211, pidiéndole consejo "sobre cómo se lleva todo esto", bromea. Y, en mitad de todo, como quien no quiere la cosa, suelta una perla: "La SGAE lleva 16 meses de retraso en el pago de mis derechos".
Para él, el presente era "el momento adecuado" para este premio a su trabajo y dice que duda que se vuelva a repetir. Habrá quien, como con los Goya, asocie su triunfo a asuntos políticos, al hecho de que la suya sea una película catalana y rodada en catalán. Él niega la mayor: "Es un hecho que puede haber influido postiva y negativamente. Y mi película podría haberse ambientado en Cataluña o en cualquier otro lugar", opone.
Villaronga empieza ahora un proyecto con Televisión Española, una miniserie de dos capítulos sobre la visita a España de Eva Perón y a la que le tiene "muchas ganas", esto a pesar de los recortes que han venido padeciendo. ¿Y de cine? "De momento nada, tengo muchos guiones, frentes abiertos, pero por el momento es suficiente tener trabajo, es una suerte".
Estaba previsto que el galardón se otorgara el pasado lunes, pero problemas legales forzaron su aplazamiento. Concretamente, se retrasó por la falta de paridad entre hombres y mujeres en el jurado. Por ello, el 20 de julio se publicó en el BOE la nueva composición del jurado, presido por el director general del Instituto de Cinematografía y de la Artes Audiovisuales (ICAA), Carlos Cuadros. Y sus miembros son: la vicepresidenta de la Academia del Cine, Judith Colell; las realizadoras Josefina Molina e Inés París; la montadora Teresa Font; la guionista Soledad Farré y Eva María Higueras, por la Federación de Artistas.
El resto de los componentes del jurado serán los que ya estaban previstos: el subdirector general del ICAA, José Antonio de Ory, que ejercerá de vicepresidente; el presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), Pedro Pérez y el realizador Imanol Uribe.
Colell sustituye al presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, que era uno de los integrantes originales al igual que Agustín Díaz Yanes, propuesto por los Autores Literarios de Medios Audiovisuales, que ha sido reemplazado por Soledad Farré, y César Sánchez Hernández, cuyo puesto ocupa Eva María Higueras.