Image: Debuts españoles en Venecia

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Cine

Debuts españoles en Venecia

Un documental y un thriller futurista participan fuera de concurso, ambos procedentes del ámbito académico no de la industria cinematográfica

29 agosto, 2011 02:00

Fotograma de Eva, de Kike Maíllo

Es ya habitual, casi crónica, la ignorancia sistemática que la Mostra de Venecia dispendia al cine español. Marco Müller, el director del festival, ya ha declarado en más de una ocasión que no se trata de un prejuicio, sino de que le cuesta encontrar un cine español sintonizado con el pulso de la creación contemporánea. Más allá de que Pedro Almodóvar y Albert Serra están prácticamente abonados a Cannes (adelantándose a Venecia), es cierto que el cine español no camina precisamente en la avanzadilla estética y narrativa de nuestros tiempos. Un año más, en su 68 edición, la sección competitiva por el León de Oro ha pasado de largo por el cine español. Esto no impedirá en todo caso, bajo la coartada de una mínima participación financiera en una película dirigida por un consolidado autor polaco (Un dios salvaje, de Roman Polanski), que las orgullosas instituciones ministeriales y federaciones de productores de España se congratulen, como ocurrió en Cannes (a propósito de Midnight in Paris, de Piratas del Caribe, de coproducciones latinoamericanas, etc.), de la "alta presencia española" en una cita cinematográfica mundial tan importante.

De entre el mosaico de más de un centenar de títulos nuevos que se proyectarán durante la Mostra de Venecia (del 31 de agosto al 10 de septiembre) apenas hay dos creaciones dirigidas por cineastas españoles: Hollywood Talkies, de Óscar Pérez y Mia de Ribot (Sección Orizzonti), y Eva, de Kike Maíllo (Fuera de Concurso). Significativamente, se trata de dos óperas prima que no se han fabricado en el seno de la "industria", ni con presupuestos o soportes industriales, sino que proceden más bien del ámbito académico. A su modo, ambas vienen a cristalizar la labor de dos instituciones que en los últimos años han apostado por cierto tipo de cine, determinadas a formar a sus alumnos bajo una suerte de "escuela" más o menos identificable (el documental creativo y la ficción autoral), en la que apuestan sin concesiones por un marcado cine de autor pero también por una tonalidad fílmica y estructural común a todas sus "producciones".

Hollywood Talkies es una producción de Luis Miñarro que ha contado con el apoyo de la Universitat Pompeu Fabra, de donde han surgido autores como Isaki Lacuesta o Mercedes Álvarez, y sobre todo un cine que se desenvuelve en los registros del documental. Eva se ha cocinado en los talleres de la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña), que junto a su rama industrial, la productora Escándalo Films, ha dado luz a interesantes óperas prima de amplio reconocimiento: Lo mejor de mí (premiada en Locarno), Tres días con la familia (Goya a la Mejor Dirección Novel), Blog (San Sebastián)... A su vez, ambas películas representan el salto al largometraje de dos autores que han destacado en el mundo del corto: Óscar Pérez con piezas como El sastre (2008) o If the Camera Blows Up (2009), y Kike Maíllo con el cortometraje Los perros de Pavlov, premiado en diversos festivales, entre ellos Alcalá de Henares, Mecal o Munich.

Se trata de dos largometrajes de muy distintas características, aunque ambos ciertamente novedosos en la producción española. Hollywood Talkies se ofrece como testimonio de la oleada de artistas españoles que emigraron a Hollywood en busca de un futuro en la naciente industria del cine sonoro, durante los años veinte del siglo pasado. Hicieron sus maletas con la idea de rodar versiones en castellano de las películas americanas, si bien no todo fue tan fácil, y de aquel nutrido grupo de artistas regresarían para obtener la fama autores como Edgar Neville, Enrique Jardiel Poncela o la mismísima Imperio Argentina, si bien la mayoría ha permanecido en el absoluto anonimato. A ellos rinden su tributo Óscar Pérez y Mia de Robot. Por su parte, Kike Maíllo ha realizado un thriller futurista que se ufana de ser "la primera película de robots que se rueda en España". Eva sitúa su acción en un futuro próximo, cuando un ingeniero cibernético, interpretado por Daniel Brühl, recibe el encargo de crear un niño robot. En el reparto de esta insólita producción española, que parece aglomerar influencias de Speilberg, Kubrick y la literatura de ciencia-ficción, también participan Marta Etura y Lluís Homar.