Alexander Sokurov recogió el León de Oro en Venecia

Agencias

El director ruso Alexander Sokurov se alzó hoy con el León de Oro de la 68 edición del Festival de Venecia por la monumental versión de Fausto, de Johann Wolfgang von Goethe.



El presidente del jurado, el director Darren Aronosky, dijo antes de entregar el premio que la película había conmovido a todos los miembros del jurado por igual.



"Estoy muy emocionado. Para una cosa así he tenido que recorrer un camino muy largo. Mi alegría es enorme, verdaderamente enorme. Pero hoy he escuchado que en mi país han decretado un día de luto por una catástrofe fea (el accidente de avión del equipo de hockey sobre hielo Lokomotive Yaroslavl del pasado miércoles)", dijo Sokurov al recoger el galardón. "Estoy feliz de vivir en el cine y de vivir en Europa", agregó el cineasta, quien agradeció a todas las fundaciones que han participado en la financiación de la cinta, porque hacer un cine de autor como el suyo es "cada vez más difícil".



Rodada en alemán, el autor de la aclamada Madre e hijo, que concurre por primera vez en Venecia, se aparta de una transposición literal de la obra de Goethe pero mantiene su esencia. Fausto no es una "figura mitológica, sino una persona de carne y hueso", comentó el director, quien depósito todo el peso de la obra en el actor austriaco Johannes Zeiler, conocido por sus papeles de televisión. El Fausto de Sokurov no vende su alma al diablo sino a un prestamista (Anton Adansinsky), aunque lo hace por el mismo motivo que en la tragedia literaria: para conseguir una joven.



Con Fausto el realizador ruso cierra la tetralogía sobre la naturaleza del poder que hasta la fecha había centrado en mandatarios reales: Adolf Hitler (Moloch, 1999, distinguida con el mejor guión en Cannes), Vladimir Lenin (Taurus, 2000) y el emperador Hiroito (The Sun, 2005).



Sokurov es un artista especialmente apreciado por la crítica, que ha distinguido varios de sus trabajos. En el El arca rusa el cineasta rueda en una única secuencia todo en recorrido por El Hermitage, una de las más importantes pinacotecas del mundo, ubicada en San Petersburgo. En los 68 años de certamen italiano, tan sólo tres directores rusos se llevaron antes el máximo galardón del festival. La última vez fue Vozvrashcheniye (El regreso), de Andrei Zvyaginstev. En los tiempos en los que ondeaba la bandera de la Unión Soviética, Nikita Mikhalkov levantó el León de Oro en 1991 con Urga, mientras que el primero fue Andrei Tarkovsky en 1962 con Ivanovo detsvo (La infancia de Iván).



Por su parte, el chino Cai Shangjun fue premiado con el León de Plata al mejor director por People Mountain People Sea, una película sobre la venganza, que entró como sorpresa en la competición y que vivió varias proyecciones accidentadas. La Copa Volpi a la mejor actuación femenina fue para la veterana actriz y cantante de Hong Kong Deanie Ip por A Simple Life, la película de la directora china Ann Hui.



El mejor actor en esta ocasión en Venecia fue el irlandés Michael Fassbender por Shame, la segunda película de Steve McQueen. El intérprete nacido en Alemania también participaba en concurso con A Dangerous Method, del canadiense David Cronenberg.



"Grazie mille. Debo dar las gracias a Steve McQueen y para mí es un privilegio estar aquí", señaló Fassbender. "Estoy orgulloso de este premio", añadió emocionado el actor, que recordó que el británico Gary Oldman (Tinker, Tailor, Soldier, Spy) era uno de sus máximos rivales para alzar la prestigiosa Copa.



Además, el Premio Especial del Jurado fue para el melodrama sobre la inmigración ilegal Terraferma, del italiano Emanuele Crialese; el premio Marcello Mastroianni a un actor emergente fue para los protagonistas de la película japonesa Himizu, Shota Sometani y Fumi Nikaido, mientras que la Ossella a la mejor fotografía fue para Robbie Ryan en la británica Wuthering Heights, de la británica Andrea Arnold. El premio al mejor guión fue para los griegos Yorgos Lanthimos y Efthimis Pilippou por Alpis.