José Luis Cienfuegos

Desde las elecciones autonómicas y el cambio de Gobierno en la Comunidad de Asturias, se dispararon las especulaciones: o bien el Festival Internacional de Cine de Gijón desaparecía, o bien iba a ser sustancialmente transformado. Y no porque lo necesitara, pues es de las pocas citas cinematográficas que ha desarrollado una personalidad propia, que cumple una función esencial al traer un determinado tipo de cine a las pantallas españolas y que en ningún momento ha dado señales de haberse acomodado, más bien al contrario. En todo caso, coincidiendo con la preparación del 50 aniversario del festival (que en principio se celebrará en noviembre de 2012), el concejal de Educación y Cultura, Carlos Rubiera, ha anunciado la decisión de sustituir al director del festival, José Luis Cienfuegos, por el realizador asturiano Nacho Carballo. En rueda de prensa, Rubiera ha señalado que el 50 aniversario es la ocasión "propicia" para abrir un nuevo ciclo en la historia del festival. Todo indica que este nuevo ciclo, en un gesto de retraimiento local, quiere hacer virar la proyección internacional del certamen -larga y duramente trabajada- hacia el mercado audiovisual asturiano.

En todo caso, la destitución no será automática, y lo más probable es que José Luis Cienfuegos (Avilés, 1964) permanecerá al frente del certamen al menos en la próxima edición. El director saliente, que no ha querido hacer ninguna declaración en espera de convocar una rueda de prensa en los próximos días para hacer balance de la última edición, llevaba al frente del festival desde el año 1995, cuando sustituyó a Juan José Plans. El periodo Cienfuegos en el festival se ha caracterizado por la reivindicación de un cine alternativo, de carácter independiente y autoral, comprometido con las nuevas narrativas y estéticas del cine contemporáneo, y la excelente última edición le había confirmado un año más como el mejor certamen en su formato en España (llamado a veces "el Sundance español"), acaso sólo comparable con Las Palmas.

Al certamen asturiano, y a Cienfuegos en concreto, debemos el descubrimiento en España de cineastas indies norteamericanos como Larry Clark, Harmony Korine, Todd Haynes o Todd Solondz y varios realizadores de culto internacional como Leos Carax, Tsai Ming-liang, Claire Denis o Nicolas Winding Refn, el hoy aclamado director de Drive. No extraña que la noticia de la salida de Cienfuegos no haya sentado especialmente bien entre los seguidores del festival, pues éste se había convertido en el gran intérprete y descubridor de las últimas tendencias cinematográficas. En su última edición, aunque había tenido menos proyecciones que en 2010 (debido a los recortes que sufrió el certamen, con un presupuesto alrededor de los 800.000 euros), el certamen gijonés mantuvo el nivel de exigencia con una poderosa sección oficial, probablemente una de las mejores ediciones del meritorio trayecto de Cienfuegos en el festival, convocando a 5.000 espectadores más a las salas.

De Nacho Carballo, que está llamado a destituirle, se sabe más bien poco. Dirigió el cortometraje Killer hace dos años, una relato de corte fantástico protagonizado por Carlos Bardem, Pilar Bardem, Sancho Gracia y Fernando Guillén; en 2007 trabajó en la producción de la película de José Luis Garci Luz de domingo y después repitió con el director madrileño en Sangre de mayo, y también ha sido jefe de producción de la serie Cazadores de hombres de Antena 3. Su experiencia en certámenes cinematográficos está vinculada a la dirección del Festival de Cine con Móvil de Avilés (Asturias) y a la creación del premio "Nacho Martínez" que desde hace unos años se entrega en el marco del Festival de Gijón como reconocimiento a la carrera de una figura del cine español (este año se concedió a Montxo Armendáriz). Las declaraciones de Carballo en alguna ocasión sobre el "estancamiento del festival" y sobre su opinión de que "los festivales de cine se crearon para dar proyección turística a las ciudades", prefigura un viraje del internacionalismo del festival al localismo promocional. Habrá que esperar a ver qué ocurre.