Rodrigo Cortés por Gusi Bejer.

Tras salir del ataúd de Buried, este cineasta "insensato", como él se define, estrena Luces rojas, un thriller con toques fantásticos en torno a la percepción, los mecanismos del cerebro, la física y la magia. Lo hace muy bien acompañado: un excelente Cillian Murphy lo protagoniza junto a Robert de Niro y Sigourney Weaver.



Pregunta: ¿Las películas deben ser una experiencia?

Respuesta: Esa es mi voluntad.



P: ¿Cree que lo ha logrado con esta historia sobre dos científicos que luchan por demostrar que la magia no existe?

R: En Buried quise que la gente saliera del cine con dos kilos menos, sabiendo lo que es estar en esa caja. En Luces rojas los introduzco en un universo del que no saben nada y se lo hago creíble.



P: ¿Hacer creer es su objetivo?

R: Más bien se trata de que el espectador se sienta devorado dos horas por esa atmósfera y regrese a la butaca sólo al final.



P: ¿Dónde encontró la trama?

R: Empezó con la fascinación que producía en mí el concepto "fraudes paranormales", porque está compuesto de dos palabras antitéticas: los fraudes, o sea, el ser humano en acción, y lo paranormal, lo que no tiene sentido. Entre ambos está el ilusionismo.



P: Ha jugado bastante a mago.

R: Sí, está concebida como un truco de magia, con todas sus fases. Durante la primera mitad el espectador asiste a fenómenos a los que encuentra explicación y, en cierto momento, se debe convertir en un buscador de luces rojas, de elementos discordantes.



P: Como en la magia.

R: Eso es, desconfía del mago, empieza a fijarse en sus manos para ver cuándo coloca la pelota. Cuestiona todo.



P: ¿Usted nunca tuvo dudas sobre lo paranormal?

R: Nunca vi una nave aterrizar ni nada ha levitado ante mis ojos. Mi vida es aburrida.



P: En algo habrá creído.

R: Sólo en los Reyes Magos. Lo más extraño que recuerdo sucedió en el rodaje, cuando un pájaro se estrelló contra mi ventana. Cillian Murphy me dijo que otro había chocado contra la suya...



P: ¿Por eso hay pájaros suicidas en Luces Rojas?

R: No, lo increíble es que estaban ya en el guión.



P: ¿Qué quería contar?

R: Quería decir que nuestro cerebro no es un instrumento fiable para percibir la realidad más que hacer una película sobre la elección entre la ciencia y lo sobrenatural.



P: Otro de los temas es cómo la gente, en cualquier campo, se aprovecha de esos fallos del cerebro para engañarnos.

R: Investigué ambos lados de la discusión -racionalistas y creyentes- y me di cuenta de que ambos se comportaban de forma similar: todos aceptaban sólo aquello que les ayudase a confirmar sus tesis previas. Y luego está la capacidad de los otros para intervenir ahí.



P: Asunto muy grave en lo referente a la salud.

R: En lo físico hay figuras mesiánicas que generan devotos dispuestos a creer lo que sea. ¡Y mueven un dinero!



P: Así es el mago de su película, interpretado por De Niro.

R: Sí, pero, más que con curanderos, la película tiene relación con los mecanismos que hacen que, por ejemplo, la gente acepte un periódico porque es el que le permite sentirse cómodo. Hay quien sabe aprovecharse de esta circunstancia a distintas escalas.



P: ¿Cree que hoy hay mucha necesidad de creer en algo?

R: Sí, la razón por la que pagamos para que Tamariz haga desaparecer una carta es porque queremos ser deslumbrados. En cine es lo mismo, se muestran mentiras ante un público que desea creer.



P: Le acusarán de ser más tradicional que en Buried.

R: Lo sé, pero es que para no serlo tendría que haber hecho otra película en una caja. ¿Tradicional? No, dejo preguntas en el aire, porque el cine no puede hablar solo de respuestas, como pasa ahora.



P: Su doctora, interpretada por Sigourney Weaver, se apellida Matheson, como el escritor.

R: Es un homenaje a este gran autor que consigue hacer análisis universales de forma sencilla. Pero también están los thrillers políticos de los 70 y Zodiac, Poltergeist...



P: A Sigourney la ha puesto a hacer de ella: chica lista y dura.

R: Es un traje hecho a medida. Además, tiene un componente de mujer con algo roto y esa sensualidad en forma de miel destilada por los años, pero con gran sentido del drama.



P: Y a De Niro de mago ciego, mesiánico y peligroso.

R: A él le dije que su papel se basaría en la contención salvo en el escenario, donde es una manifestación de fuerzas, pero en lo privado tiene esa presencia severa de quien sabe manejar el cerebro de los otros.



P: ¿Próximo proyecto?

R: Dormir.