Abril está siendo un mes pésimo en la taquilla de los cines españoles. Foto: Ernesto Caparrós



El sector del cine en España va de disgusto en disgusto. Si la semana pasada Enrique González Macho alertaba del probable cierre de Alta Films, hoy mismo Pedro Pérez, presidente de la FAPAE, ha lanzado desde Málaga la señal de alarma que anuncia la catástrofe. Las cifras son demoledoras: en lo que va de año la taquilla ha caído un 16% y la recaudación un 13. Cifras malas que son peores porque a medida que pasan las semanas no dejan de descender en un tobogán que ya parece imparable. El pasado fin de semana fue, según la FAPAE, el peor en seis años con 3.8 millones recaudados y apenas medio millón de espectadores. Abril está siendo malísimo: la venta de entradas ha caído un 45.2% y la taquilla, sin el IVA, un 50%.



Pedro Pérez siempre ha sido un hombre apasionado pero el tono casi apocalíptico que ha utilizado en la rueda de prensa esta mañana no parece exagerado: "El cine necesita una respuesta urgente de la Administración porque la situación es alarmante y cada día que pasa es peor que el anterior". La subida del IVA en 13 puntos, del 8 al 21%, ha sido la gota que ha colmado el vaso de un sector que está siendo castigado con particular crudeza por la crisis: "Los malos augurios por las medidas letales del Gobierno se están cumpliendo a rajatabla. Estamos en el tiempo de las respuestas. Hay convocada el 8 de mayo una reunión de la comisión mixta, que es un día de respuestas que hasta ahora no ha habido".



En medio del desastre generalizado, el cine español aguanta el tirón y mientras las producciones extranjeras bajan casi un 20% las españolas suben un 35% aupadas por el éxito de Mama, nuevo ejemplo del éxito en casa de esas películas de terror producidas en España pero en inglés y estrellas americanas, o el pequeño balón de oxígeno que siempre supone el estreno de una película de Pedro Almodóvar, en este caso Los amantes pasajeros. A pesar de los buenos datos, Pedro Pérez también ha alertado del negro porvenir que nos espera: "Este 2013 no será tan bueno como 2012 pero no será catastrófico. De todos modos, el año pasado se rodaban 33 películas y este estamos por las 28". El cine español corre el riesgo, sencillamente, de no tener películas con las que ni triunfar ni fracasar.



En la rueda de prensa también ha estado Juan Gómez Fabra, presidente de la asociación de exhibidores, para terminar de pintar un panorama demoledor. Fabra ha recordado que en 2004, el mejor año del cine en España, hubo 194 millones de espectadores y el pasado un 40% menos. "No se han mejorado las medidas antipiratería. La oferta gratuita es una agresión. Pero la fiscalidad excesiva, cuando ya estábamos al borde del abismo, nos ha empujado al fondo del despeñadero". Según confesión del ministro Lassalle, la ley contra las descargas ilegales no ha funcionado y el año pasado solo se cerraron 30 webs con contenido ilícito mientras muchas páginas muy populares continúan funcionando sin problemas.



La cuestión de la compensación por copia privada también ha afectado severamente al cine. Si con el canon digital el sector recuperaba 105 millones de euros de las multimillonarias pérdidas por la piratería, ahora la cifra ha bajado a 5. Por si todo esto fuera poco, las salas están en plena reconversión digital. El próximo 1 de enero termina el plazo para que desaparezca el celuloide. Con un coste de 60.000 euros por cine y sin ayudas, los exhibidores afrontan los meses más complicados de la historia del sector en España.