Jean Cornet, Roger Gual y Claudia Bassols en el rodaje de Menú degustación

Transcurrida más de una década desde que debutara con la memorable 'Smoking Room', y seis años después de 'Remake', Roger Gual regresa con una sátira sofisticada en torno a la alta cocina. 'Menú degustación' es una incisiva comedia de costumbres con un reparto internacional.

La comedia sofisticada ha sido una estación poco transitada por el cine español, que ha brillado (o no) en otros registros de lo jocoso quizá más quintaesencialmente hispánicos. Roger Gual (Barcelona, 1973) se aproxima al género con Menú degustación, en la que el boom de la alta cocina española es el contexto para realizar un retrato de personajes "al borde del ataque de nervios" en un ambiente cosmopolita y cultivado donde las sutilezas de la gastronomía de vanguardia y los lujos asociados se solapan con las pasiones y pequeñas miserias humanas.



Tras su apoteósico debut con Smoking Room (2002), película con la que ganó el Goya al Mejor Director junto a Julio Wallovits, pasaron cuatro años hasta su siguiente título, Remake (2006). Como ex niño prodigio del cine español gracias al boom, Gual recuerda con cierta distancia el éxito de Smoking Room: "Nosotros fuimos los primeros sorprendidos porque no nos creíamos nada. En esa época ni siquiera estábamos seguros de que queríamos hacer cine. Lo mejor fue que nos dejaron hacer lo que nos dio la gana. El negocio del cine es muy duro y la rea- lidad es que vales lo que vale tu última película".



Dinámicas de grupo

En Remake, Gual volvía a analizar las dinámicas de grupo al retratar, con cajas destempladas, a una pandilla de maduros ex hippies que convivieron en una comuna y las secuelas de su estilo de vida sobre sus maltrechos hijos. Al director, de ritmo moroso, le gustan las multitudes humanas y sus respectivas películas corales, pero si entonces sacaba a relucir toda su bilis, ahora el sarcasmo se convierte en fina ironía y la mirada se vuelve mucho más compasiva y luminosa. Jan Cornet y Claudia Bassols, ambos excelentes, lideran el reparto interpretando a un matrimonio divorciado que vuelve a reunirse de forma imprevista cuando llega la fecha en que tienen reserva para un prestigioso restaurante de la Costa Brava, trasunto indisimulado de El Bulli, que para más inri celebra esa noche su última cena tras veinte años en la cumbre. "Tiene este punto de comedia elegante, con ganas de complacer", explica Gual. "Lo más duro fue trabajar con un reparto coral con la dificultad añadida de que todo sucede en una noche. Intentamos ajustar el plan de rodaje al máximo pero era inevitable que en algún momento tuvieras a un actor como Stephen Rea haciendo nada más que de extra".



Sátira amable de costumbres mundanas, Menú degustación sirve como diatriba de este mundo contemporáneo en el que ya no existen las fronteras y donde personas de orígenes abismalmente distintos deben convivir. De esta manera, vemos a una aristocrática y desconsolada viuda británica (Fionnula Flanagan), a un misterioso comensal de las mismas islas (Stephen Rea), a una insoportable traductora catalana (Marta Torné) o a un desabrido magnate japonés fan de Lady Gaga (Togo Igawa). "Cuando tienes a actores de nacionalidades tan dispares y de escuelas tan distintas lo más complicado es que todos estén en el mismo tono, que estén en idéntico lugar", explica Gual. El cineasta parte de situaciones clásicas de la comedia de enredo sofisticada tal y como Lubitsch la planteó en sus fundamentos hace ya casi un siglo: "Lo mejor que podemos hacer es reírnos de lo que podría ser una velada gastronómica de alto copete. Cuando debe aparecer una banda de jazz tocan las Nancy Rubias. Hay una liberación de lo que significa aparentar", explica.



Ambientada en un idílico rincón de la Costa Brava, Menú degustación remite a un clásico como Sueño de una noche de verano de Shakespeare, y como sucedía en la comedia de Woody Allen, actúa como versión libérrima del mito a la hora de celebrar la llegada del calor como una catarsis colectiva y un estallido de alegría. "Ensalzamos un estilo de vida muy relacionado con el Mediterráneo. Eso lo vemos muy claro en la película, cuando salen del restaurante y en la playa se olvidan de las convenciones y las rigideces. Fue gracioso porque cuando les dije a los actores que se sacaran los zapatos, la reacción de Fionnula Flanagan fue decir: ¡Antonioni está vivo! Se trata de que nos identifiquemos con esos personajes y aprendamos con ellos a disfrutar de la vida y olvidarnos de nuestros problemas. La idea es que entre todos podemos encontrar soluciones a las cosas".



Como ya sucediera en Remake, Gual ha co-escrito el guión con el escritor Javier Calvo, de quien lamenta que escriba "novelas tan caras" que no puede adaptarlas al cine: "Me gusta el trabajo en equipo. Yo tiro del carro y él colabora con su talento. Escribimos juntos el tratamiento y el guión fue un toma y daca constante". En tiempos de crisis, queda claro que Gual ha decidido arrojar un poco de entusiasmo a las pantallas: "No vivimos el mejor momento para ser cínicos. Una historia como ésta requiere mucha luz. Hay muchos niveles de lectura porque la pueden entender desde mis niños hasta un adulto, y aunque verán cosas distintas, al final se trata de lanzar una idea de optimismo, que por duro que sea lo importante es la vida misma. Nos cegamos por las pequeñas cosas y muchas veces nos guiamos por opiniones de segunda mano. Es importante destacar lo importante que es en la vida tener personalidad, saber escuchar a tu corazón".



La gastronomía tiene un papel central en el filme. Asesorados por el equipo del restaurante Can Roca, recién elegido el mejor del mundo por Restaurant, el filme parodia algunas de sus servidumbres (esa cocinera muy bien interpretada por Vicenta N'Dongo ansiosa por la opinión de los críticos) pero sobre todo a ensalzar su creatividad: "Hay una ironía sobre la alta cocina, te puedes reír muy fácilmente de ese submundo. Pero hay un homenaje a la gastronomía, es algo profundo y maravilloso crear algo fantástico que te puedes comer. El concepto creatividad para mí es clave y por eso he querido que este homenaje se haga extensivo a todo el que trata de marcar una diferencia en lo que hace".