Escena de Kon Tiki, una de las películas del festival FICARQ.



La frase favorita de los críticos musicales es aquella de Frank Zappa por la que escribir sobre música es como "bailar de arquitectura". A pesar del tiempo transcurrido, se sigue sin bailar sobre edificios pero escribiendo de música y el FICARQ, festival internacional de cine y arquitectura de Avilés, quiere que además de bailar, también podamos hacer cine sobre arquitectura proponiendo un híbrido entre ambas disciplinas insólito en nuestro país que además utiliza uno de los edificios más emblemáticos del paisaje museístico español, el centro Niemeyer.



Con capital cien por cien privado, el festival arranca hoy mismo con una programación en la que pueden vislumbrarse tres bloques. Por una parte, películas de ficción recientes que abordan de una forma u otra esta relación. Hoy mismo se proyecta la francesa Llévame a la luna, de Dany Boon, una comedia romántica con Diane Kruger sobre una chica que se casa con un hombre al que no quiero para cumplir con la tradición familiar de primeros enlaces fracasados y que triunfe el suyo con su querido novio. Podrán verse también otros títulos como Kon-Tiki, sobre la vuelta al mundo de un noruego en una balsa en los años 40, o la película de Arabia Saudí La bicicleta verde, primera dirigida por una mujer en ese país.



El segundo foco de atención está en el cine documental, cuyas proyecciones se acompañan de diversas mesas redondas destinadas a debatir sobre distintos aspectos del tema del festival. Así, a partir del documental La escala humana, de Andreas Mol, se reflexiona sobre las teorías urbanísticas de Gehl Architects, o Manuel Lombardero y los arquitectos José Ramón Fernández Molina y Martin Garber reflexionar sobre el espacio cinematográfico, acompañados por la película homenaje J. L. Sert un sueño nómada sobre el famoso urbanista.



Finalmente, el Festival también dedica una sección al cine clásico y habrá proyecciones de títulos míticos como Vértigo o El manantial. Completa un concurso de micrometrajes sobre Avilés abierta a todo el mundo y las actuaciones musicales de grupos como Bebe o la pianista Paz del Castillo.