Neill Blomkamp.

'Elysium' se estrena en los cines españoles el viernes 16 de agosto.





En el año 2154, el mundo se divide en dos. Quienes viven en la tierra, pobres, acosados por la enfermedad y la miseria, y quienes habitan en Elysium, un planeta artificial opulento y próspero en el que cualquier enfermedad puede ser erradicada. Matt Damon es un obrero de Los Ángeles que sueña con instalarse en ese mundo idílico mientras es explotado miserablemente en una fábrica inhumana. Después del gran éxito de District 9, el sudafricano Neill Blomkamp vuelve a recurrir a la ciencia ficción para realizar una poderosa parábola sobre las diferencias sociales y las desigualdades que asuelan el mundo. A Damon le acompaña Jodie Foster en el reparto de un filme que ha logrado ser número uno en Estados Unidos y ganarse el favor de la crítica.



Pregunta.- Da la impresión de que con esta película repite un esquema parecido al de su sonado debut. ¿Ve la similitud?

Respuesta.- Hay muchos elementos parecidos, desde luego. Lo interesante de la ciencia ficción es que te permite abordar la realidad desde una perspectiva distinta, al recontextualizar situaciones que suceden hoy en día se ven más claras las condiciones actuales. Me gustaría que el público que vive en la parte privilegiada del mundo se dé cuenta de que lo significa vivir al otro lado de la frontera.  



P.- Las desigualdades sociales entre unos países y otros se impone como tema esencial.  

R.- Mi intención es plantear una pregunta: ¿qué pasa cuando una parte pequeña de la población acumula una gran cantidad de poder y de riqueza? Lo que sucede hoy no es muy distinto de lo que pasaba en la Edad Media con sus castillos fortificados o en el antiguo Egipto con las pirámides. Siempre ha existido esa tendencia en el mundo a que los menos tengan casi todo y los más casi nada. Lo positivo es que no suele durar porque acaba cayendo por su propio peso, sin duda estamos a las puertas de un levantamiento global contra la injusticia. 



P.- ¿Realmente cree que va a habar una revolución global?

R.- Sin duda. Es posible que no lo veamos en lo que dura nuestra vida pero tarde o temprano sucederá. Estamos a las puertas del mayor cambio que haya vivido la humanidad en toda su historia. Los problemas son muchos: la tensión nuclear, la falta de agua, la falta de suelo en el que construir, el hecho de que los ricos cada vez son más ricos... Es un momento de grandes desafíos y no estamos sabiendo darles una respuesta adecuada.



P.- ¿Después del éxito de District 9 era inevitable que se marchara a Hollywood?

R.- Si quieres hacer una película de 100 millones de dólares me temo que no tienes más remedio que marcharte a Los Ángeles. Siempre te cabe la posibilidad de recurrir a un oligarca ruso pero quizás tienes el dinero pero no los mecanismos de distribución. Solo Hollywood te proporciona la posibilidad de hacer una película y tener la certeza de que se va a ver en todo el mundo. Hay una cosa muy curiosa para una superproducción y es que la película dura una escasa hora y media. Esa tendencia de Hollywood a hacer películas extremadamente largas nunca me ha gustado. Si no hay ninguna razón que lo justifique de una manera clarísima no existe motivo para ir más allá de las dos horas y media. Me ponen enfermo esas superproducciones en las que el clímax parece que se alarga dos semanas simplemente porque sí.



P.- Además de gastar una millonada, también ha recurrido a dos superestrellas como Matt Damon y Jodie Foster. ¿Por qué?

R.- Forma parte del mismo concepto. District 9 era una película más sucia, con un tono casi amateur, y con esta quería lo contrario, algo que respirara a gran cine, a gran espectáculo. Quería que la gente se sentara y desde el primer momento sintiera que va a asistir a una película enorme. Y las estrellas te dan eso.