De izda a dcha: Ignacio Corrales, Leopoldo González-Echenique, Joxe Portela y José Antonio Félez. Foto: Pipo Fernández

En medio de la celebración que siempre es un festival, la alfombra roja, la emoción por los estrenos y los aplausos, hoy la durísima realidad del cine español ha hecho acto de presencia con la tradicional rueda de prensa de FAPAE( Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España) y TVE. Los datos son demoledores. En 2012, el sector audiovisual cayó en torno al 15% en facturación y 12% en empleo. Para 2013 las previsiones de facturación son peores y según el INE el descenso será de más de un 20%. El torrente de datos negativos es imparable según ha ido desgranando José Antonio Félez, presidente de AEC (Asociación Estatal de Cine). Este año las salas han perdido un 13,5% de recaudación y más de un 15% de espectadores. Los rodajes han caído un escalofriante 28,2% y se han estrenado 61 películas españolas, lo que supone un 24% menos.



"No hay sector que resista una caída total de más del 50% desde que empezó la crisis", ha resumido Joxe Portela, nuevo director de FAPAE tras la dimisión de Pedro Pérez. Es posible que la caída sea incluso más acusada. Si hasta la fecha los productores han preferido mantener un tono bajo, hoy ha quedado claro que se les está acabando la paciencia y que la guerra está a la vuelta de la esquina. Según el calendario previsto, las comisiones de trabajo para elaborar una nueva ley se reunían en primavera y para estas fechas ya debía haber un borrador firme para ser aprobado en enero del año que viene. Según Portela, hace pocos días el ICAA elaboraba un documento de trabajo que recoge "la mayoría de propuestas que se han hecho desde FAPAE" pero aun quedan dos comisiones por reunirse (nuevas tecnologías y promoción) y no está nada claro que lo avanzado, fiscalidad y financiación, esté aprobado en septiembre. "Nosotros hemos hecho nuestro trabajo y queremos ver voluntad política", ha dicho Portela de forma desafiante.



Tras el 20% de cuota del cine español en salas del año pasado, este año estamos en casi el 11,3 %, y la mayor parte del pastel se lo llevan dos películas como Mama y Fast and Furious que no son percibidas como españolas por el público. Portela ha confiado en que el estreno de películas de perfil alto como Las brujas de Zugarramurdi de Alex de la Iglesia, Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, o Tres bodas de más, de Javier Ruiz Caldera animen las cifras. De momento, como casi todo lo demás, el panorama es sombrío, muy sombrío.



A los productores les acompañaba Leopoldo González Echenique, presidente de RTVE, y el director de TVE, Ignacio Corrales. Si unos pintaban la hecatombe, desde la corporación pública se intentaba dar una imagen más halagüeña subrayando el compromiso del ente con el cine español. Los responsables han anunciado el apoyo a 62 proyectos audiovisuales: 18 largometrajes, 31 documentales, 5 TV movies, 3 mini series y 5 proyectos de animación. Entre las películas, lo nuevo de Agustí Villaronga, El rey de la Habana: La ignorancia de la sangre, de Manuel Gómez Pereira; El faro de las orcas, de Gerardo Olivares; Anacleto, agente secreto, de Javier Ruiz Caldera; Incidencias, de Juan Cruz y José Corbacho y Murieron por encima de sus posibilidades, de Isaki Lacuesta. TVE, además, asegura emitir el 90% del cine español que se pasa por televisión, lo que es una buena noticia a medias porque también significa lo poco que emiten el resto de cadenas. La realidad, además, es que TVE gastaba entre 40 y 50 millones de euros en los buenos tiempos y hoy no llega a 30.



Lo dicho, más allá de la fiesta y la celebración del buen cine que es San Sebastián, hoy ha quedado claro que el cine español no está en crisis, está en coma.