Fotograma de La postura del hijo, ganadora del Oso de Oro en Berlín.

Ni alfombras, ni glamour, ni postureo. La Muestra de Cine Europeo de Segovia (MUCES) -que se inaugura este miércoles y exhibirá durante una semana 91 películas de 31 países diferentes- prescinde de lo superfluo y centra todos sus esfuerzos en el cine, en su divulgación, en su estudio y en el debate de retos y estrategias. Además, este festival y el de Sevilla -que se celebra también estos días- son los únicos de España dedicados al cine que se hace en nuestro continente, tan bueno como olvidado por nuestra cartelera. "Más del 60% de las películas que programamos no se estrenarán nunca en las salas de nuestro país", pronostica Eliseo de Pablos, director de la muestra, de modo que la oportunidad que brinda MUCES tiene el sello de lo irrepetible.



Nuestra cartelera mira demasiado a Hollywood, mientras que da la espalda a grandes películas checas, húngaras o rumanas que han sido avaladas por premios y crítica. "El problema es que en España falla la distribución, que está en manos de las grandes compañías estadounidenses", lamenta De Pablos. Muchas de esas películas europeas son, además, seleccionadas para representar a sus respectivos países en los Oscar. "Para nosotros es un orgullo, porque las elegimos antes de que les otorguen ese reconocimiento", presume el director del certamen. Este año ha pasado, por ejemplo, con la húngara El gran cuaderno, la mexicana Heli -coproducida por Alemania, Países Bajos y Francia-, con la que Amat Escalante se coronó como mejor director en Cannes, o Lore, seleccionada como representante de la academia australiana aunque la producción es mayoritariamente alemana.



Desde que empieza el año, la organización sigue unas 350 películas de factura europea. De todas ellas, 26 han sido seleccionadas en esta edición para la sección oficial. Destacan en la nómina Historia de mi muerte, la cinta con la que Albert Serra ganó el último festival de Locarno; la rumana La postura del hijo, de Calin Peter Netzer, Oso de Oro en la Berlinale; la checa Mi perro asesino, Premio Tigre en Rotterdam; El viaje de Bettie, del francés Emmanuelle Bercot, protagonizada por Catherine Deneuve; Joven y bonita, de François Ozon; Quai d'Orsay, de Bertrand Tavernier, premio Fipresci en San Sebastián; o La herida, de Fernando Franco, premio especial del jurado también en el festival donostiarra.



Además, por segundo año consecutivo, MUCES es el único festival europeo que exhibe las diez películas nominadas al Premio Lux, concedido por el Parlamento Europeo. Entre ellas están la serbia Circles, premio especial del jurado en Sundance; la georgiana In Bloom; la italiana La gran belleza, de Paolo Sorrentino; o la española La plaga, de Neus Ballús.



También las hay que arriban a Segovia sin ese heraldo que son los premios y, por ello, absolutamente desconocidas, lo cual no entraña riesgo alguno: "Tenemos una gran complicidad con el público, que viene a ver películas de las que no ha oído ni el título. Tenemos una media del 98% de ocupación en las proyecciones de la sección oficial.



A ello contribuye el buen criterio de selección pero también la amabilidad para con el bolsillo del espectador: las entradas de la sección oficial cuestan 2 euros; todas las demás son gratis. Y eso que han contado con un presupuesto un tercio menor que el año pasado: de 300.000 euros se han quedado en 200.000, debido en parte a la retirada de la partida que aportaba el Ministerio de Cultura.



Portugal, el vecino invitado

MUCES dedica en cada edición una sección a un país invitado, que este año es Portugal. El país vecino "tiene una producción baja pero de una altísima calidad, y en España conocemos poco su cine. Además el sector del cine está sufriendo mucho, necesitan un impulso exterior de su imagen", sostiene el director de la muestra. En esta sección se proyectarán seis películas lusas realizadas en la última década por cineastas como Pedro Costa -Juventud en marcha- o Manoel de Oliveira -Singularidades de una chica rubia-.



Además se rinde tributo a José Saramago, autor que personificó la unión emocional e intelectual entre Portugal y España, con un ciclo dedicado a su relación con el cine en el que se proyectarán el documental José y Pilar, tres películas basadas en sus novelas -A ciegas, La balsa de piedra y Embargo- y dos de sus largometrajes preferidos del cine europeo: Novecento, de Bernardo Bertolucci, y Fresas salvajes, de Ingmar Bergman.



Cosecha española

Además de las películas de Albert Serra, Fernando Franco y Neus Ballús, el cine español actual está sobradamente representado en otra sección clásica de MUCES, "Una de las nuestras", que incluye seis películas nacionales de reciente producción: Diamantes negros, de Miguel Alcantud; El rayo, de Fran Araújo y Ernesto de Nova; Los chicos del puerto, de Alberto Morais; Stockholm, de Rodrigo Sorogoyen; Todas las mujeres, de Mariano Barroso; y Viaje a Surtsey, de Javier Asenjo y Miguel Ángel Pérez.



Aunque en la lista de invitados no figuran grandes estrellas mediáticas, MUCES es punto de encuentro de cineastas y profesionales del sector. "En las anteriores ediciones se han cerrado acuerdos de producción y distribución entre diferentes países. Las productoras pequeñas y medianas se entienden muy bien entre ellas", asegura De Pablos.



El punto culminante de esta comunión del cine europeo tendrá lugar el próximo viernes, en la "Fiesta del Cine", donde se homenajeará a Emilio Gutiérrez Caba, del que se proyectará una selección de su filmografía durante toda la semana. Tras ensalzar en ediciones anteriores a cineastas como Jaime Chávarri, Carlos Saura, Andrei Konchalovsky o Icíar Bollaín, este año se reivindica por primera vez a un actor, que ha ganado además, este verano, el Premio Ceres de teatro: "Emilio es un actorazo y todo el mundo lo conoce, pero no se le ha valorado lo suficiente. Lo conozco desde hace 30 años y todo el mundo le tiene mucho respeto y cariño, cosa rara en el mundo del cine".



La programación paralela de la muestra, que se desarrolla en múltiples sedes por toda la ciudad castellana, incluye dos conferencias, sobre las relaciones entre el cine español y el portugués y sobre la cinefilia de Saramago, respectivamente, así como un debate sobre cine europeo, enmarcado en el contexto de los Premios Lux, que moderará Javier Tolentino (El séptimo vicio, Radio 3). La organización confiere también mucha importancia a la sección "La mirada necesaria", que cada año enseña a jóvenes de entre 15 y 18 años -y este año también a mayores- a ver cine con juicio crítico. Completan el programa off la clásica sección de películas rodadas en Segovia -que a día de hoy son 550, apunta el responsable de la muestra-, otra dedicada al género documental, entre las que figura el último de Basilio Martín Patino, sobre el 15-M, Libre te quiero, y un ciclo dedicado al histórico cineasta español Eduardo García Maroto, que fue uno de los protagonistas del paso del mudo al sonoro en el cine español y trabajó como director de producción en grandes películas estadounidenses, como Espartaco (1960), de Stanley Kubrick.