Sean Ellis estrena Metro Manila

Reputado fotógrafo antes que director, Sean Ellis (Brighton, 1970) debutó con éxito con Cahsback, película de bajo presupuesto sobre un cajero del turno de noche con delirantes fantasías. Su siguiente película, el thriller The Broken, fue su salto al mainstream y firma su mejor filme con Metro Manila, otro thriller, muy distinto, rodado en la capital de Filipinas con acento social. El filme cuenta la peripecia de una familia del campo arruinada que se traslada a la ciudad para encontrar un futuro mejor y el marido encuentra trabajo en una empresa que se dedica a transportar fuertemente armados grandes cantidades de dinero. Es una película sobre la cara más dura de la pobreza y también una tensa cinta de acción y suspense que no quiere caer en el pesimismo absoluto.



- ¿Cómo termina haciendo una película en un país tan lejano de Gran Bretaña como Filipinas?

- Fui allí de vacaciones y me quedé muy impactado por la ciudad, por su energía. Es muy vibrante. Realmente no la había visto en la gran pantalla así que me pareció una gran oportunidad. La idea se me ocurrió viendo a dos conductores de vehículos blindados teniendo una pelea. Me imaginé que estaban planeando un robo a la compañía para la que trabajaban. Era puramente el lugar lo que inspiró la historia. Podría haberlo trasladado a cualquier parte pero me parecía traicionar a la idea. Al mismo tiempo, es una historia muy universal que también trata de ser culturalmente específica, al final trata sobre esperanza y sacrificio, dos conceptos que entiende todo el mundo. Podría haber pasado en Inglaterra, pero así era mucho menos excitante.



- ¿Qué es lo que más le impactó de Filipinas?

- La cantidad de armas que hay. En cada Starbuck's y en cada tienda hay un tipo con una pistola. El poder de las bandas es impresionante. Cuando investigas, te das cuenta de que mucha gente no tiene otras opciones, están siendo constantemente manipulados.



- El protagonista es un héroe clásico, se mete en situaciones terribles pero nunca deja de pensar en qué es lo mejor para su familia.

- Eso es lo que más me gusta, que al final Oscar gana. Hay algo poético en ello. Parte de la peor posición pero hay una última cosa que puede hacer para salvar a su familia y derrotar al sistema. Hay algo muy satisfactorio. ¿Sería mejor que la familia volviera al campo en el autobús? Lo mejor es que consigue lo que quiere siendo honesto. Si simplemente se llevara el dinero podrías lanzar un mensaje muy equivocado: Si eres pobre, comete un crimen y dejarás de serlo. Por eso no podía permitir que fuera un delincuente para solucionar el problema. Tiene que hacer un gran sacrificio para hacerlo de la forma correcta.



- A veces, cuando se trata de entornos muy miserables vemos el mensaje de que "el dinero no te hace feliz". Aquí vemos que el dinero es muy importante para la propia felicidad.

- No creo que tenga sentido criar a tus hijos diciéndoles que el dinero te hace feliz, pero en muchas situaciones el dinero te da la libertad y cuando te quedas sin él, eres un esclavo. Se quedan en situaciones muy comprometidas, manipulados por el sistema que los puso allí. El dinero significa la libertad para salir de esa trampa. No puedes denegar la importancia del sacrificio de Oscar para darle a su familia una salida a su situación. Toda la idea era poner tanta presión en esta familia que cuando esta libertad finalmente viene, puedes respirar otra vez. Vemos un renacimiento porque ese hijo de su mujer significa un nuevo comienzo.



- Vemos algo que por desgracia sucede y es la indefensión que genera la pobreza, cómo puede obligarte a hacer las cosas que más detestas.

- Hay una escena en la ducha entre ellos dos en la que vemos su felicidad por algo tan simple como tener agua caliente. En Occidente nos olvidamos de lo que significa de verdad vivir sin recursos. La pobreza te quita tu libertad. Al mismo tiempo Filipinas es un país emergente en el que se están creando grandes fortunas pero lo que ves es que a los ricos les interesa que siga habiendo muchos pobres. Hay una razón detrás de ese subdesarrollo y es que a los poderosos les conviene. Sienten que cuanto más tengan los demás menos tendrán ellos. Es un patrón que se repite en todos los países emergentes.



- Vemos una influencia importante del dominio español y también una masiva presencia de la cultura estadounidense.

- España gobernó Filipinas durante 300 años y es lo primero que sientes. El aspecto es una mezcla entre español y asiático, la mayoría de la gente tiene nombres españoles y el tagalo tiene mucha influencia del castellano, la religión es católica. Los filipinos lucharon por su independencia, le dieron el país a los ingleses pero no lo quisieron y los americanos tampoco aunque han tenido un peso fundamental en la zona. Todo el entretenimiento es americano, les gusta su televisión, las películas, el baloncesto...



- ¿Cómo fue recibido en Filipinas?

- Hay algo interesante en la psicología filipina y es que están muy preocupados por dar una buena imagen, dar la impresión de que todo va bien y que van por el buen camino. Estaban muy preocupados por eso. Su principal fuente de ingresos es lo que llega de los trabajadores que están en el extranjero. Sin duda, es un país que crece rápido y lo ves en esos edificios inmensos que están construyendo. No van a resolver en un abrir y cerrar de ojos sus problemas porque esas barriadas chabolistas son terribles, pero caminas cinco minutos y es como si estuvieras en Los Angeles.