Cine

La vuelta al cine en quince horas

22 enero, 2014 01:00

El principio del que parte la selectiva, inusual y provocativa historia del cine elaborada por Mark Cousins es simple y llanamente el de la creatividad. ¿Qué películas, qué directores, qué movimientos han propulsado el séptimo arte, qué innovaciones lo han convertido en ese medio tan poderoso, qué mutaciones ha experimentado como arte y como industria? "Este libro cuenta la trayectoria del arte de hacer cine". Es la primera frase del estudio de 500 páginas que el documentalista y crítico británico publicó en 2004 (Blume) y que años después, bajo el auspicio de Channel 4, convirtió en una serie de 15 episodios, 900 minutos: The Story of Film: An Odyssey (2011). El trayecto arranca en los pioneros del cine y llega hasta nuestra era digital, mostrado en orden cronológico y ordenación geográfica, proyectando afinidades y corrientes estéticas, proponiendo una mirada globalizada y omnívora alejada de cánones. Caben el cine experimental, el mainstream y el del medio. Una obra realmente ambiciosa que se propone contextualizar, ordenar y clarificar los orígenes y efectos de las creaciones cinematográficas a lo largo de un siglo.

Es una historia, ésta del cine, que nos la cuenta Cousins (en su propia, distintiva voz en off) como se cuentan las buenas historias, con sus puntos de giro, con sus tramas maestras y subtramas, con sus personajes y las relaciones que establecen entre sí. Recorremos los trayectos sinuosos, los desvíos y atajos, y los grandes desafíos del arte del cinematógrafo llevados por una mirada y un gusto propios (a veces decepcionante, como poner a la misma altura a González Iñárritu que a Sokurov), con pasión y erudición (y ausencias alarmantes), pero sobre todo con una voluntad de redibujar y ampliar el mapa del cine que hasta ahora la mayoría de Historias del Cine -y son muchas- nos habían mostrado. Hollywood desde luego tiene un peso fundamental a lo largo de los quince capítulos, y el cine europeo también (aunque pase muy de puntillas por la Nouvelle Vague), pero la serie también concede espacios amplios a los trayectos del cine africano, asiático y de Oriente Medio, así como a figuras icónicas y legendarias apenas conocidas por el espectador occidental, como la actriz china Ruan Lingyu, el mexicano Emilio "El Indio" Fernández o indio Ritwik Ghatak. Ese recorrido va a parar a un cine contemporáneo plural y heterogéneo, marcado por los desafíos digitales, en el que el perspicaz Cousins traza hilos capaces de conectar a Paul Greengrass con Nicholas Philibert y Carlos Reygadas.

El tapiz de materiales con que construye esta enciclopédida, didáctica y amena odisea por el arte del cine lo conforman cientos de clips (no siempre de la mejor calidad posible), entrevistas de archivo y también entrevistas realizadas para la ocasión (Stanley Donen, Lars Von Trier, Norman Llowyd, Baz Luhrmann, Claudia Cardinale...), material rodado por el propio Cousins con un sentido ensayístico o metafórico, y sobre todo con los apasionados comentarios en off del propio autor, a veces petulantes, a veces lúcidos, a veces torpes, otras incluso cómicos: describe Viridiana como "un rodillazo en los huevos de Franco". Aunque ciertamente singular y con los brazos suficientemente largos como abarcar cinematografías de seis contientes a lo largo de un siglo de historia, no es una historia del cine "iconoclasta": Lumiere y Méliès, Welles y Ozu, Hawks y Ford, Hitchcock y Lynch emergen como centros gravitatorios. Pero sí es tremendamente interesante, tanto para profanos como para especialistas (aunque sea para cuestionarla), y además está conducida con inteligencia, ritmo embaucador y claridad expositiva.

A su modo, como las Histoire(s) du cinéma que en modo abstracto y ensayístico construyera Jean-Luc Godard en su obra magna, también la odisea cinematográfica de Cousins está cargada de romanticismo y de crepúsculos, como si fuera el epitafio del celuloide. En los tiempos de tránsito que vive el cine de principios del siglo XXI, cuando autores como Scorsese (director de otros memorables viajes documentales por la historia del cine) reconocen que una forma de cine ha muerto y otra está naciendo, y frente a la multiplicidad de rostros que ha adoptado la pantalla contemporánea, esta obra que Avalon y Filmin traen al mercado español es mucho más que recomendable, desde luego obligatoria para cualquier amante del cine. No existe la historia del cine definitiva, pero sí formas de presentarlas como si fuera una experiencia irrepetible. Y ésta lo es.