Santiago Tabernero y Jorge Dorado

Con sus respectivas películas, Presentimientos y Mindscape, los cineastas Santiago Tabernero y Jorge Dorado (nominado al Goya a Mejor Director Novel) bucean con sus imágenes en el fondo del subconsciente. Sea desde la propuesta autoral o desde el thriller, ambos filmes plantean estimulantes desafíos. Sus directores nos hablan en detalle de ellos.

El cine español no ha abordado en muchas ocasiones el mundo del subconsciente aunque contamos, como señala Santiago Tabernero (Logroño, 1961), con uno de los grandes maestros del cine mundial a la hora de reflejarlo, Luis Buñuel. Dos filmes llegan a la cartelera con un perfil muy distinto pero una vocación muy similar, adentrarse en los confines más recónditos de la mente y hacerlo partiendo de dos elementos, el thriller y la atención prioritaria a los personajes. Jorge Dorado (Madrid, 1976) estrena Mindscape, ambientada en una ciudad no reconocida de Estados Unidos en la que el detective John Washington (Mark Strong) trata de adentrarse en los recuerdos más profundos de una adolescente (Taissa Farmiga) para descubrir el problema de sus trastornos alimentarios y de su perturbadora rareza.



Presentimientos, segunda película del realizador Santiago Tabernero tras Vida y Color (2005), se adentra en la mente de Julia (Marta Etura), una treintañera casada con un hombre (Eduardo Noriega) con el que acaba de tener un hijo y cuyo matrimonio hace aguas sofocado por la rutina y la falta de pasión. Manejando los mecanismos de la intriga, tanto en Mindscape como en Presentimientos el secreto se encuentra escondido en lo más hondo del subconsciente y plantean sendas investigaciones a través de sus resortes.



"Lo que me fascinó de la novela de Clara Sánchez", en la que Tabernero se inspira para su película, "es que el suspense surge de los sentimientos. Vemos a una pareja cuyo amor ha saltado por la ventana y cuando ella cae en coma inicia un viaje que también es una investigación para descubrir cuánto pesa su anillo de casada". Presentimientos navega entre el terreno de lo real y lo onírico para reflejar de manera simbólica las pulsiones, deseos y anhelos más íntimos de la protagonista, cuyo coma sirve a Tabernero para crear imágenes de resonancias oníricas: "Filmar el mundo de los sueños plantea muchos retos. Si lo haces de una manera muy arbitraria, solo logras que el espectador se desinterese. Es una mujer que teme por su vida y se debate en la dicotomía entre sus deseos y su necesidad de recuperar a su marido. Por una parte, no hay que darlo todo demasiado mascado, por la otra si exageras acabas con imágenes de elefantes volando". Hay ecos claros de David Lynch en una discoteca surrealista y explícitos de Eyes Wide Shut de Kubrick: "Los maestros son intocables. Te influyen, pero no puedo compararme con ellos".





Mindscape de Jorge Dorado.



Mindscape parte de la fantástica idea de que algunos seres son capaces de penetrar y revivir los recuerdos más soterrados de los demás. Strong interpreta a un "detective de la mente" traumatizado por el asesinato de su mujer que se enfrenta a una inquietante adolescente de la que no sabemos si es víctima o verdugo. "Existen ejemplos como La celda o, sobre todo, Origen que se adentran en el subconsciente. A mí me interesaba no abusar de los efectos digitales, cuya modernidad está condenada a caducar en seguida, y mantenerme lo más cerca posible de lo real para primar lo sensorial. Vemos algo muy propio de los seres humanos y es que somos incapaces de vivir en el presente porque o vivimos en el pasado o nos proyectamos en el futuro. En el fondo es una película sobre la libertad, ya que todos son personajes que viven aprisionados por sus traumas y deben superarlos para alcanzar la paz". A su enfoque realista cabe añadir una querencia operística que prefiere lo grandilocuente y ruidoso: "Me gusta ese concepto. La película también tiene un clasicismo que lo acerca al cine negro, no quería quedarme solo con lo fantástico".



Connotación sexual

Como Tabernero, Jorge Dorado, nominado por la película al Goya a Mejor Director Novel, pretende crear una película de intriga en la que los misterios pertenecen al terreno de ese subconsciente traumatizado que se resiste a desvelarse como símbolo de la dificultad de los seres humanos para confrontar nuestras verdaderas emociones. "El discurso de Strong de que hay que vivir la vida desde tu propio prisma también tiene algo de ironía. Al final, somos una suma de todas nuestras experiencias pasadas". En Tabernero ese subconsciente adquiere una connotación más sexual: "La figura del amante de Julia forma parte de un deseo atávico e irrenunciable de los seres humanos de sentirnos deseados. La sexualidad es un valor capital en cualquier relación, cuando una pareja deja de lado el sexo comienza a morir. Siempre me ha gustado el final de la última película de Kubrick, cuando Nicole Kidman dice: ‘Tenemos que follar'. Se trata de contar todo eso desde el thriller".





Presentimientos de Santiago Tabernero.



Bajo ambos filmes subyace la misma idea clásica latina según la cual descubrirse a uno mismo es la vía para la liberación personal. "Lo más interesante de los recuerdos", dice Dorado, "es que tampoco nos podemos fiar de ellos. No son la realidad porque están pasados por el filtro de las emociones". Los engaños a los que puede someternos la percepción son temas clave en ambos filmes. Dorado juega directamente al despiste con una trama que constantemente nos plantea dos interpretaciones radicalmente distintas de lo que está sucediendo. "Siempre me ha gustado mucho la idea de los lobos con piel de cordero. He querido que el espectador formara parte de la investigación y que fuera atando cabos para llegar a sus propias conclusiones. Se trata de que sea activo pero no he querido forzar la máquina, es un thriller que pone todas las cartas encima de la mesa, no hay trucos".



Presentimientos en el fondo plantea la duda eterna de la pervivencia del amor, inevitablemente asociada a la pasión y el deseo físico. "Lo que vemos es la letra pequeña del contrato de matrimonio, cómo superar las insatisfacciones cotidianas. También es interesante reflexionar sobre las consecuencias reales de la maternidad, la sociedad vende que es lo más maravilloso que le puede pasar a una persona pero nunca hablamos de los daños colaterales. Hay parejas que se destruyen cuando tienen descendencia". Los dilemas de la paternidad también aparecen en Mindscape con esa familia millonaria en la que todos sus miembros acumulan sórdidos secretos: "Nada es lo que parece. La protagonista oculta su verdadera personalidad, su madre es alcohólica y el padre se dedica a perseguir mujeres. La clave siempre estuvo en los personajes y las diversas capas que los matizan".



Los personajes son al final el centro de ambos filmes. Tabernero, que ha trabajado con Noriega en el guión, explica: "Lo conozco desde hace años y siempre me ha sorprendido que tiene un punto de vista muy interesante sobre la construcción del personaje. Es este un filme de personajes, sobre sus motivaciones, y ha sido una gran ayuda para que sean el centro de la película". Termina Dorado: "Los personajes son el quid de la cuestión. Es un filme mainstream que se mueve todo el rato en esa tensión de que si te pasas de autoral puedes aburrir y si abusas de los hilos y clichés del género caes en algo demasiado convencional".