Fotograma de La Tratattiva

La Tratattiva denuncia el pacto entre Cosa Nostra y el Estado italiano, El retorno a Ítaca de Laurent Cantet indaga en la desilusión de aquellos cubanos que creyeron en la revolución mientras la shakesperiana Cymbelino de Michael Almereyda convierte al clásico en un romance contemporáneo

La última jornada de la Mostra de Venecia llegó llena de fuerza y de denuncia. La actriz y realizadora Sabina Guzzanti ha presentado La Trattativa en la que se denuncia el pacto entre Cosa Nostra y el Estado italiano. El director Laurent Cantet, ganador de una Palma de Oro en Cannes por La clase en 2008 indaga en la desilusión de toda una generación de cubanos educados en la Revolución, en la película Retorno a Ítaca. Por su parte, el director Michael Almereyda ha transformado la obra de Shakespeare Cymbelino en un romance contemporáneo con un trasfondo de lucha entre una banda de moteros y una policía corrupta.



La italiana Sabina Guzzanti ha inflamado los ánimos en la recta final del Festival de Venecia con su película La Trattativa, en la que denuncia el pacto entre Cosa Nostra y el Estado italiano. La película, acogida con fuertes aplausos en el Lido, apunta entre otros al exprimer ministro Silvio Berlusconi y al presidente de la República, Giorgio Napolitano, y está basada, según ha explicado Guzzanti, en una exhaustiva investigación, aunque no aporta ningún dato nuevo. A caballo entre la ficción y el documental, La Trattativa (La negociación) se centra en el periodo, entre 1992 y 1994, en el que la mafia atentó mortalmente contra figuras públicas como el eurodiputado democristiano Salvo Lima, y los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.



"En Italia siempre se dice que hay que esperar el resultado del juicio, pero eso no impide que pueda haber un debate público", señaló la realizadora, que ya alertó de las amenazas a la democracia en Italia en los documentales Viva Zapatero y Draquila, L'Italia che trema. Guzzani ha comentado que su principal objetivo con la película, que se ha proyectado en Venecia fuera de concurso, es que "cualquier persona, incluso quienes no leen nunca un periódico, pueda entender porqué y cuándo cambió el curso de la democracia en Italia. El país hoy sería muy distinto si ese pacto no hubiese existido y quizá Falcone y Borsellino estarían vivos", dijo, lo que arrancó de nuevo los aplausos en la sala de prensa.



Con una puesta en escena que combina el material documental con la recreación teatral de los hechos, y sin renunciar al humor, La trattativa cuenta el episodio en el que Massimo Ciancimino, hijo de Vito, alcalde de Palermo, aportó testimonios y documentos que ayudaron a los jueces a abrir la investigación. En su testimonio Ciancimino revela que la detención del jefe de Cosa Nostra Salvatore "Totó" Riina y el ascenso de Bernardo Provenzano a la cúpula mafiosa siciliana formaron parte de las negociaciones con las instituciones para poner fin al periodo de atentados. En cuanto a Napolitano, la realizadora dice que "está documentado que presionó para defendera Mancino". De hecho, el presidente italiano ha sido citado a declarar ante el tribunal de Palermo para explicar las conversaciones telefónicas que mantuvo con el ex ministro de Interior entre 1992 y 1994.



Retorno a Ítaca de Cantet, con un guion basado en La novela de mi vida del escritor Leonardo Padura, cuenta la reunión de cinco amigos para celebrar el regreso a La Habana de Amadeo después de 16 años de exilio. Jorge Perrugorría, Isabel Santos, Néstor Jiménez Fernando Hechevarría, Alberto Pujols y Pedro Julio Díaz se ponen en la piel de ese grupo que desgrana sus recuerdos de juventud, la ilusión que tenían en el futuro y su posterior desencanto.



"Padura habla de una generación perdida. Gente que de joven creyó en la revolución, trabajó para ser parte de ella y, al llegar la edad en la que podían implicarse, se encontraron con que la URSS desapareció y Cuba entró en crisis", explica el director. La escasez abocó a algunos, como Amadeo, al exilio, y a otros a una lucha diaria por su propia supervivencia y la de sus hijos.



El director de Recursos humanos y Foxfire sigue fiel a sí mismo en contar historias de grupos, la necesidad y las dificultades de formar parte de un colectivo. "En este caso se trata de Cuba, pero cualquiera de nosotros podríamos reconocernos en alguno de los personajes", asegura. "Todos estamos inmersos en un mundo que no sabemos adonde va, estamos preocupados por lo que va a pasar, y las cosas van a peor". Retorno a Itaca se proyectará también en el Festival de San Sebastián, que arranca el 19 de septiembre, dentro de la sección Perlas.



Almereyda, que llevó a la gran pantalla hace 15 años Hamlet, vuelve con Cymbelino donde cuenta con Dakota Johnson, Ed Harris, Mila Jovovich y Ethan Hawke. Ellos son, por ende, el principal reclamo de una cinta que, pese a trasladar la acción a la Norteamérica postindustrial, cuesta encajar en el contexto actual. El rey Cimbelino (Ed Harris) es representado como un narcotraficante que lidera con puño de hierro una banda de moteros, los Britons. Mila Jovovich es la reina, su maliciosa mujer, que le anima a desafiar lo que en el texto original era el pago del tributo a los romanos y aquí, la mordida policial.



Buena parte del peso del guión recae sobre Dakota Johnson en el papel de Imogen, la dulce hija del rey que se enamora del joven Posthumus (Penn Badgley), una unión que su padre desaprueba y que un embaucador Iachimo (Ethan Hawke) se encargará de manipular. "Respeto completamente la tradición británica pero decidí ambientar el texto en América y con actores americanos para poder dar un punto de vista más personal e íntimo", dijo Almereyda en una rueda de prensa en la que se echó de menos a varios protagonistas. En todo caso la elección del contexto de bandas de moteros no es lo más importante. "Es una historia sobre hombres y mujeres y los malentendidos que se producen entre ellos, esa es la esencia, no si son moteros o no", declaró. "También habla de las disfunciones familiares", precisó el director, para quien entender el presente con un texto de hace 400 años ha sido "un reto y un placer".



Jovovich puso énfasis en el hecho de que hayan utilizado el lenguaje original del drama shakespeariano. "Ha sido intimidatorio pero emocionante. Jugar con las palabras y el subtexto es algo realmente mágico", ha dicho la protagonista de la saga Resident Evil. La Cymbeline de Almereyda echa mano también de recursos de la cultura popular. Galletas chinas de la fortuna, una camiseta del Che Guevara o un disco de Bob Dylan contribuyen a dar pistas sobre la interpretación de temas shakespearianos como la suerte, el destino, la guerra y el perdón.



Mientras tanto, en una sección oficial algo átona el tema común ha sido el de la pérdida de inocencia, que han abordado tanto la turca Sivas como la francesa Le dernier coup de marteau. Alix Delaporte relega las palabras a favor de la música en Le dernier coup de marteau, la historia de un adolescente Víctor (Romain Paul), que vive en una caravana en Montpellier con una madre enferma (Clotilde Hesme). Víctor comienza a volar solo cuando conoce a su hasta entonces ausente padre, un director de orquesta que ha ido a actuar a la ciudad (Gregory Gadebois). Y cuando se enamora de su vecina española Luna, hija ficticia de Candela Peña y Tristán Ulloa, en un discreto papel secundario. El título del filme alude a la sexta sinfonía de Mahler que concluye con tres contundentes golpes de martillo que, en la vida real del compositor austríaco, resultaron tristemente premonitorios.



En cuanto a la turca Sivas, debut en el largometraje de Kaan Mujdeci, cuenta la amistad entre Aslan, un chico de once años que vive en la Anatolia rural y un perro de combate, Sivas, al que recoge de la calle y cuida después de que su dueño lo había abandonado para que muriera. Cuando su entorno adulto descubre el potencial del perro para ganar peleas y apuestas, la vida cambia para Aslan, hasta entonces solo preocupado porque no le habían dado el papel de príncipe en una obra de teatro en el colegio.