José María Lassalle presenta el Centro de Conservación y Restauración de la Filmoteca Española, un moderno edificio que asegura la vida del patrimonio audiovisual español durante varios siglos.

Frente a otras manifestaciones artísticas más perdurables, una película tiene la particularidad de utilizar un medio que se degrada con facilidad, el celuloide. Para que no acabe convirtiéndose en polvo, requiere de unas condiciones muy estrictas de conservación para que perdure en el tiempo. Durante años, el patrimonio audiovisual español ha estado en peligro, desperdigado en varias sedes que no aseguraban su mejor preservación. Pero esta deficiencia cultural, que ponía en riesgo el legado de maestros como Berlanga o Buñuel, forma parte ya del pasado. El secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, ha presentado hoy a los medios el Centro de Conservación y Restauración de la Filmoteca Española. "Somos un país visual, la mirada es lo que nos define. Por eso es primordial que se conserve nuestro patrimonio audiovisual", ha manifestado.



El edificio, situado en la Ciudad de la Imagen del municipio de Pozuelo de Alarcón (Madrid), es un moderno espacio que reúne las mejores condiciones para la conservación, restauración y recuperación de los fondos documentales de nuestra cinematografía. A día de hoy ya descansan en él 300.000 archivos de la Filmoteca Española, la mitad de los recursos de que dispone la institución. Además su capacidad teórica de almacenamiento es cercana al 1.200.000 rollos de películas en los más de 15.000 metros cuadrados de que dispone, de lo que 9.885 están bajo tierra dedicados al archivo.



El diseño del Centro responde a las parámetros establecidos por investigaciones que se llevaron a cabo específicamente para ello. "Cuando nos planteamos la necesidad de almacenar los fondos había problemas económicos y de concepción, ya que las investigaciones eran muy esquemáticas", explica Alfonso del Amo, jefe de Restauración de la Filmoteca. "Se lanzaron varias líneas de investigación que llegaron a establecer lo parámetros adecuados para conservar las películas". En concreto, se identificaron cuatro variables básicas que fundamentan la estrategia de conservación: temperatura, humedad, ventilación y estabilidad.



A partir de estas especificaciones, se abrió un concurso público para el diseño y proyecto del edificio que fue adjudicado al equipo encabezado por el arquitecto Víctor López Cotelo en 1999. Sin embargo, el proceso se alargó y hasta 10 años más tarde la Gerencia de Infraestructura y Equipamiento del Ministerio de Cultura no adjudicó la construcción a la empresa Vias. Las obras se iniciaron en otoño de 1999 y finalizaron en octubre de 2012. El resultado es un edificio moderno en el que las películas, dependiendo de sus características, disfrutaran de las mejores condiciones posibles para que perduren entre 250 y 500 años. El presupuesto del proyecto ha alcanzado los 23 millones de euros.



En total, los tres pisos subterráneos albergan 36 almacenes que pueden disponer de distintos valores de temperatura y humedad relativa en función de las características de la película. Dos son los elementos que permiten que se alcancen los parámetros adecuados: una moderna instalación de climatización conocida como "vagón" y la construcción del bloque subterráneo como una caja dentro de otra caja, por lo que el aislamiento del terreno adyacente está asegurado.



El Centro de Conservación y Restauración de la Filmoteca Española

Sobre el terreno se levanta un edificio luminoso y perfectamente adaptado a su cometido: preservar y catalogar uno de nuestros legados culturales más valiosos. Para ello cuenta con cerca de 40 profesionales dedicados, entre otras actividades, a restaurar el material, que puede tener todo tipo de enfermedades y daños. "Alguna película la hemos tenido que rescatar de una inundación flotando sobre agua y nos llega material de todo tipo desde cine doméstico a lo más comercial", explica Ramón Rubio, restaurador de la Filmoteca curtido en mil batallas.



El Centro de Conservación y Restauración de la Filmoteca es el mejor contenedor posible para las colecciones más importantes o significativas del patrimonio filmado de nuestro país. Destacan las colecciones Sagarminaga y Tramullas, que guardan películas realizadas desde 1896 a 1908, la primera, y desde 1910 a 1927, la segunda. A estos, se suman los filmados sobre la Guerra Civil española, el Archivo del No-Do... "A día de hoy, el nivel de recursos ha disminuido a 300.000 euros, cuando en nuestra etapa álgida llegábamos a los 800.000 euros", comenta José María Prado, director de la Filmoteca. "Pero lo que se ha resentido es la publicación y exposición de este valioso material porque el Centro está en perfecta condiciones".



En la presentación del edificio también estuvo presente Nicola Mazatti, director de la Asociación de Filmotecas Europeas, que apuntó la transición al mundo digital como uno de los mayores retos de para la preservación del patrimonio audiovisual. "Actualmente el cine solo se puede ver en digital, no hay sitios preparados para proyectar en formatos antiguos", apuntó.