Amy Winehouse
El director británico Asif Kapadia estrena el documental Amy, the Girl Behind the Name este sábado en el Festival de Cannes.
Hasta el momento solo se ha podido ver el trailer de la película que ha hilado el mismo equipo con el que Kapadia rodó el documental ganador de dos BAFTA, SENNA, basado en la vida y la terrible muerte en el circuito del piloto Ayrton Senna. En este nuevo filme, la cantante cuenta que nunca intentó ser una estrella ni nada más que un músico. "Cantar siempre ha sido importante para mí pero nunca pensé que terminaría siendo cantante", dice la voz en off de la estrella del jazz.
En Amy, my daughter Mitch Winehouse recuerda al principio de su narración la imagen de una joven "con un cuaderno de notas para apuntar frases para canciones". En cualquier momento, prosigue, pedía un segundo para desaparecer y escribir. Esas frases que parecían el inicio de un poema se convertirían en la clave de su éxito. "No había nada nuevo que me representara así que empecé a escribir", dice una joven artista. Y esas mismas letras tan personales que hieren, que sirven de catarsis y de terapia personal, son las que vertebran el documental al tiempo que se muestran en pantalla intentando hacer hincapié en el desgarro de las mismas.
No obstante, la dificultad de la narración de AMY residía en la ausencia de una historia unificada sobre su complicada existencia. Al parecer Winehouse tenía una vida social y familiar compleja, dando diferentes versiones de sí misma en los ámbitos familiares y amistosos, de modo que, muchas veces, los relatos de cada uno de ellos tomaba una dirección diferente, incluso contradictoria. Con esto como telón de fondo y que muchos de sus allegados no querían hablar sobre la joven, el documental comenzaba a complicarse. "Había pasado poco tiempo y aún había mucha culpabilidad en el entorno", considera Kapadia.
El equipo del director británico sabía que tenía que ganarse la confianza de tres personas clave para Winehouse. Sus dos amigas desde la infancia, Juliette Ashby y Lauren Gilbert, y el primer manager de la cantante, Nick Shymansky. Tal vez, su peso y poso en el documental pase por poder alimentar la narración con historias de la real Amy, de cuando era más joven, más desconocida, más libre. Libre de drogas, de alcohol, de problemas. Una Amy feliz y dicharachera. Un esbozo, un boceto de aquella Amy que se consideraba "afortunada" de poder cantar cuando quisiera. La Amy del principio, la inocente, la desconocida y vivaz. Todo este material inédito y de archivo recrean su espina dorsal.
Pero el equipo de Kapadia se ha visto envuelto en las polémicas declaraciones de la familia de la cantante, que alegan no sentirse bien perfilados en la cinta y han decidido desvincularse. Mitch Winehouse, el padre, dice sentirse ofendido porque dan de él la imagen de un padre ausente y, por su parte, Reg Traviss, prometido de la cantante, que no aparece en el film, expresa sentirse inseguro por cómo va a salir retratada la artista. Kapadia se ha defendido alegando que el documental es un reflejo de lo que han escuchado en las 100 entrevistas realizadas a amigos, familiares y profesionales de la música cercanos a ella.
¿Veremos algo nuevo sobre la vida de Amy Winehouse? ¿Llegaremos a lo más hondo de su personalidad? Los directores de la película se muestran confiados en que no es una historia más de la cantante que conmovió al público pero que no sorprendió su fatal final. Ya lo dijo ella: "no creo que vaya a ser una estrella, no podría soportarlo, creo que me volvería loca".