Wim Wenders

Pocos meses después de estrenar con gran éxito su documental sobra la obra del fotógrafo Joao Salgado La sal de la tierra, Wim Wenders regresa a las pantallas con su primera película de ficción en siete años. Todo saldrá bien a pesar de su título es un denso drama sobre Thomas (James Franco) un escritor treintañero en crisis vital que se acentúa cuando atropella, y mata, sin querer a un niño. Thomas inicia entonces un viaje de introspección en medio de los inmensos y helados paisajes de Canadá mientras se debate con su novia (Rachel McAdams) e inicia una relación con la madre del niño muerto. Película intimista rodada en 3D (un tema que le apasiona) que acaba alcanzando aires épicos y poéticos, Todo saldrá bien es un filme sobre la redención y la culpa que propone el descubrimiento del otro como camino a la paz y el equilibrio. Hablamos con el director, muy elocuente, a su paso por Barcelona.



- ¿De dónde surge su nueva pasión por el 3D?

- En 3D no he visto tantas películas porque al principio las vi casi todas y no tenían ningún interés. Lo que me interesa del formato es utilizar dos cámaras como si fueran dos ojos y recrear el efecto que hacemos los seres humanos al mirar. Lo mejor que le puede pasar a una película 3D es que no se note que es 3D que es lo contrario de lo que hacen los americanos, ellos quieren que se note, que te impresione.



- Ha estrenado dos documentales en los últimos meses, La sal de la tierra y Cathedral of Culture. No rodaba ficción desde Palermo Shooting (2008). ¿Está más interesado ahora en el cine de lo real?

- No, en absoluto. El estreno casi simultáneo de los dos documentales ha sido casualidad, ambos llevaron mucho tiempo y se terminaron casi al mismo tiempo. Respecto a la ficción, el problema es que los plazos son muy largos, como mínimo te pasas tres, cuatro o cinco años después de hacer una película para poder hacer la siguiente. Cuando era joven podías hacer una película al año, todos las hacíamos. El documental lo que sí te permite es ser un poco más espontáneo porque no tienes esos lastres tan costosos. El cine está moribundo porque está perdiendo esa espontaneidad.



- Todo saldrá bien trata sobre un escritor en crisis, ¿siente esta película muy cercana a usted por el hecho de ser un artista?

- La siento muy cercana pero no porque sea un artista sino porque el protagonista es un hombre. Un escritor es por definición un hombre exagerado, quizá más que un hombre en general. Pero al final es un hombre con los problemas masculinos típicos, arrastrar grandes traumas y preferir guardárselos para sí con lo cual es peor. Me interesan estas historias que le pueden pasar a cualquiera. Estar envuelto en algo que no quieres y que eso te lleve a conocer lo que no conoces...



- Algunos cineastas se centran en la misma ciudad o lugar, usted sin embargo siempre viaja con sus películas. ¿Cómo le influyó el paisaje polar canadiense?

- Conocía bien el lugar pero nunca había rodado allí. Cuando leí la historia de inmediato me acordé de esos paisajes. Era muy importante encontrar el mejor lugar porque el guión no está situado en ningún sitio en concreto y para mí es crucial saber dónde pasan las cosas. El guión lo terminé con el escritor en Canadá para que tuviera esa relación profunda con el lugar.



- Después de filmes como Paris, Texas (1984) o Tierra de abundancia (2004) vuelve al continente americano...

- Es un paisaje muy americano pero al mismo tiempo en seguida te das cuenta de que no es Estados Unidos. Es una sensación extraña porque emocionalmente estás en América pero de una manera u otra sientes que podrías estar en Europa. Es una buena traducción de mi propia situación porque he hecho películas en Estados Unidos pero no soy americano, soy un extranjero, así que Canadá explica esa dualidad. Cada paisaje no solo es un lugar, expresa los sentimientos de la gente que lo habita, es un lugar del alma y parte esencial de la historia. A veces, los lugares en mis películas explican mejor la historia que cualquier otra cosa. Por ejemplo en esta película al principio está todo helado y luego deshiela, es lo mismo que le pasa al protagonista.



- Lo que no cambia es esa dicotomía entre la grandeza del paisaje americano y la figura humana. ¿Por qué le gusta trabajar con esas distintas escalas?

- Como he dicho, los paisajes son una manera de profundizar en los personajes, especialmente en los planos muy amplios aunque pueda parecer paradójico. En esta película o en Paris, Texas cuando vemos al personaje como una mancha en un paisaje inmenso ese plano está diciendo más sobre su alma que un primer plano.



Fotograma de Todo saldrá bien

- Hay ecos de Dostoievski en este hombre que se siente culpable por un crimen del que ha salido indemne.

- El castigo puede ser positivo porque puede servir para curarte. Ese dolor puede curarte porque si no recibes el castigo que crees merecer, te castigas a ti mismo y puede ser mucho peor. Esto es lo que le pasa a Thomas, la madre del niño le dice que le perdona, todo el mundo le repite que no es culpa suya pero él no puede quitárselo de encima. Muchas veces es más difícil perdonarte a ti mismo que perdonar a los demás. Su drama es que nadie le quiere castigar por ello por lo que él no puede empezar ese proceso de curación hasta que no lo saca fuera. Thomas solo entiende al final que es mucho mejor aceptarse a sí mismo y lo que ha hecho y este es un gran paso para él.



- Hay otra frase de Dostoievski, es bueno haber sufrido pero no sufrir. Parece ser un poco la conclusión...

- Al final uno percibe que es un hombre mejor y ese sufrimiento ha tenido un papel en ello. No es el único que sufre en la película, la madre también sufre por la pérdida de su hijo, pero ella sabe expresar sus sentimientos y es generosa, cosa que Thomas no es. Ella siempre es mucho más libre. Cuando deja la casa, y eso es una metáfora de cómo deja el pasado atrás, sabemos que a pesar de todo seguirá sufriendo por haber perdido a su hijo. Pero a Thomas le lleva mucho más tiempo que a ella aprender que la vida no solo se trata de ti mismo sino del otro. Es realmente una persona que no ha abierto jamás la puerta.



- El título, Todo saldrá bien, es curioso en su sencillez y optimismo...

- Es un pequeño juego. Todos sabemos que es muy difícil que las cosas vayan bien y para que vayan bien realmente tienen que estar bien.



- En la relación con el padre vemos su temor a repetir los errores de sus ancestros.

- La historia del padre nos sirve para ver de dónde viene. Nos perpetuamos a nosotros mismos. No queremos verlo pero nos solemos parecer mucho a nuestro padre y nuestra madre. Thomas se parece mucho más a su padre de lo que está dispuesto a admitir.



- James Franco es conocido por actuaciones muy expresivas y su estilo histriónico, aquí lo vemos en un tono comedido y dramático totalmente distinto. ¿Cómo fue trabajar con él?

- Es un joven muy serio. Él también es escritor y director por lo que conoce el conflicto de utilizar la vida de otras personas para tu trabajo. Es también un actor muy sobrio lo cual en este caso era fundamental porque el 3D capta en seguida cuando sobreactúas. Este fue uno de los grandes descubrimientos de trabajar con 3D y es que puede ver a través del alma de los actores.



- En varias escenas vemos el reflejo en el cristal de los personajes. ¿Por qué?

- El 3D tiene una cosa fantástica y es que desaparece el sentido de representación, la pantalla se convierte en una ventana. Puedes ver lo que sucede como a través de ellas. Me gusta a idea de una ventana como metáfora del plano y lugar a través del que puedes ver mucho más lejos. La ventana explica muy bien lo que estamos haciendo.



- En varios momentos los personajes parece que miran directamente al espectador. ¿Quería crear un espacio de intimidad entre ambos?

- Es otra manera de utilizar el 3D. La idea es que el espectador puede estar más dentro de la escena que nunca, que desaparezca la cámara.



- La música vuelve a tener un papel fundamental. Esta vez viene firmada por Alexander Desplat. ¿Por qué lo escogió?

- Él es canadiense y, como he dicho, para mí es importante que la película pertenezca al lugar en el que está rodada.



- ¿Cuál fue la última película que le impresionó?

- La última película que me gustó y sorprendió fue Ida y es curioso porque es una película con un estilo muy antiguo. Pero vi en ella una historia que me interesaba y contada de una manera muy original. La vi dos veces.



@juansarda