Noche, oscuridad, calor. Cine de verano en la plaza del pueblo. Una de tiros, de amores prohibidos, de aventuras míticas... De Jamón, Jamón a Lawrence de Arabia, escritores, artistas, cineastas, músicos, actores y directores teatrales recuerdan aquí aquella película que vieron en plena ola de calor.

Aunque el título Las vírgenes suicidas parece alejarnos de lo que entendemos como películas veraniegas, yo la considero como una de ellas en tanto que nos cuenta una historia de "teenagers" que viven una experiencia irrepetible. La historia que dirige Sofia Coppola no solo supone para ellos la pérdida de su inocencia sino un estigma grabado en su memoria para siempre.



En esta película, una voz colectiva nos narra el impacto emocional que supone la llegada a una de las casas de la urbanización de cinco hermanas rubias y preciosas. La curiosidad por la vida de estas chicas se estimula por la personalidad de unos padres estrictos que las alejan de todo contacto con el exterior. Esas preciosas criaturas son un misterio y, en consecuencia, una brutal atracción para los jóvenes vecinos...



Para mí Las vírgenes suicidas es una de esas películas inolvidables por lo que cuenta y por cómo se cuenta. Sofia Coppola cuida todo hasta el último detalle y tengo la sensación de que todo el equipo disfrutó de una perfección propia de una primera apuesta. La atmósfera de la casa es extraordinaria por la luz de Edward Lachman, un experimentado cinematographer que imagino, fue también imbuido por el carácter que Sofía quiso para la película. Y el soundtrack del grupo francés Air me parece impecable y potente de acuerdo con el aire poético con que se rodea la historia.



Recomiendo una visión de Las vírgenes suicidas para recordar, al menos, un lenguaje de cine cada vez más difícil de ver en nuestras pantallas actualmente.

El director de fotografía Javier Aguirresarobe (Éibar, Guipúzcoa 1948) comenzó trabajando en el largo ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? de Fernando Colomo (1978). En sus inicios trabajó mucho con Imanol Uribe y Montxo Armendáriz, lo que le dio un gran reconocimiento popular en el País Vasco, donde es miembro de la Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras desde 2007. Su consagración a nivel nacional vino de la mano de Alejandro Amenábar, con el que colaboró en Los Otros y Mar Adentro, con la que obtuvo su sexto Goya como director de fotografía. Ha trabajado en numerosos filmes de éxito como Los fantasmas de Goya, de Miloš Forman; Vicky, Cristina, Barcelona, de Woody Allen; La Carretera, de John Hillcoat, basada en la novela premio Pulitzer de Cormac McCarthy; Eclipse, de David Slade o Blue Jasmin, de Woody Allen.