Noche, oscuridad, calor. Cine de verano en la plaza del pueblo. Una de tiros, de amores prohibidos, de aventuras míticas... De Jamón, Jamón a Lawrence de Arabia, escritores, artistas, cineastas, músicos, actores y directores teatrales recuerdan aquí aquella película que vieron en plena ola de calor.
La peli del verano acabo de verla en Karlovy-Vary. Pero me parece que no se estrena pronto entre nosotros. Se presentó en el pasado Festival de Cannes y aquí llegan casi siempre con un año de retraso. Si llegan.El título: Le tout Nouveau Testament, de Jaco Van Dormael. Un divertimento ácido y refrescante que a la vez podría disfrutarse con los pies metidos en un barreño de agua salada.
Ésta película es una versión de la Biblia en la que Dios se dedica a crear el primer día, nada menos que Bruselas; gris y aburrida aunque en ella aparezcan jirafas.
En ésta caricatura cinematográfica, el Creador es un ser colérico y agresivo que no trata demasiado bien a su familia. Tal es el ansia de mandar que a su hija de 10 años se le acaba la paciencia y utiliza el computador celeste para enviar, a cada mortal, un mensaje al móvil con la fecha de la muerte.
Qué nos pasaría a cada uno de nosotros si supiéramos la fecha exacta en la que vamos a expirar...?
La película explora, en clave de comedia, el conflicto entre fe y libertad. Y Van Dormael ofrece un espectáculo visual y sonoro al nivel de Le fabuleux destin d'Amélie Poulain (Jean-Pierre Jeunet, 2001) que encontrará sus detractores entre la crítica pero que, no obstante, habrá conseguido 113 minutos de diversión. Hay que empezar por los postres.