Noche, oscuridad, calor. Cine de verano en la plaza del pueblo. Una de tiros, de amores prohibidos, de aventuras míticas... De Jamón, Jamón a Lawrence de Arabia, escritores, artistas, cineastas, músicos, actores y directores teatrales recuerdan aquí aquella película que vieron en plena ola de calor.

Al pensar en mi película del verano me vienen a la memoria de forma desordenada La matanza de Texas que vi en Barcelona a finales de los setenta en un cine vacío meándome de risa, Woodstock , la cual vi en Tacoronte en el verano de 1976 en una sesión golfa en la que la gente se liaba porros de chocolate, mescalina y heroína y luego me fui a ver Ovnis y La carrera del siglo que vi en Madrid con mi padre, en Todd-AO y con el aire acondicionado del cine tan fuerte que hacía frio.



Pero mi mejor recuerdo son los westerns que veía con mis amigos de los quince años en el cine de verano de la playa de San Juan bebiendo Coca-Cola, comiendo pipas, mirando a las francesas de reojo y contando en voz alta a los que mataba Fernando Sancho -que siempre hacía de mejicano borracho, sucio y despiadado- antes de que le dieran su merecido.



Esas son mis películas favoritas del verano porque me hacen recordar a mis amigos que ya no están, el cine de verano que ya no existe y al bueno de Fernando Sancho al que veía pasear por la playa al mediodía sin atreverme a decirle que yo quería ser director de cine.

Manuel Iborra (Alicante, 1952) es un director de cine español. Comenzó a ser conocido con Caín (1986) trabajando con posterioridad con lo más granado del cine nacional como Jorge Sanz, Antonio Resines, Juan Echanove, Emma Suárez, María Adánez o Silvia Abascal. En 1999 dirigió a Fernando Fernán Gómez en Pepe Guindo, y en 2006 adaptó al cine la obra teatral La dama boba, de Lope de Vega. En la mayoría de sus películas actúa su mujer, la actriz Verónica Forqué y su último trabajo The LeftLovers (2014) lo protagoniza Maria Forqué, hija de ambos.