Una imagen de Los hongos

La película de Óscar Ruiz Navia es un apasionante retrato de la cultura urbana de Cali a partir de la figura de dos amigos adolescentes.

Comienza a haber en nuestro país un circuito de salas de cine independiente o incluso underground cada vez más interesante y activo al que se acaba de unir la sala Numax en el centro de Santiago de Compostela. Numax también se lanza a la distribuición con esta película colombiana ganadora en Locarno, Los hongos, que nos seduce con un sensible y por momentos apasionante retrato de la cultura urbana de Cali a partir de la figura de dos amigos adolescentes y graffiteros que creen en el arte como herramienta de transformación social. Ellos son Ras y Calvin, el primero negro y el segundo descendiente de españoles, ambos enamorados de pintar paredes, el hip hop y una cultura de resistencia que va de las revoluciones árabes al 15M madrileño y que, como una especie de Internacional en la sombra, se revela en todas partes del mundo contra el orden establecido.



Hay una mirada documental en este filme que refleja un barrio depauperado de Cali en el que esos dos protagonistas tratan de sobrevivir echándole imaginación a una realidad más bien gris. Dice el director, Oscar Ruiz Navia, que el título de Los hongos se refiere al sentido literal de su significado como "seres vivos que aparecen en contextos de tremebunda pobredumbre y descomposición". Y exactemente eso son Ras y Calvin, dos jóvenes con talento e inquietud que se enfrentan a un país marcado por el conflicto y las graves carencias de amplios sectores de la población con una mezcla de frustración y vitalidad que sirve como símbolo de la situación de millones de jóvenes en el mundo, nuestro país incluido.



De forma sutil el filme también nos introduce en los dilemas y desvelos íntimos de unos personajes desagarrados. Calvin, de una clase un poco superior a Ras, sufre por el divorcio de sus padres y el cáncer de su abuela, un personaje genial dentro de la película. Ras no puede dormir y su madre, preocupada, hace ritos de santería para curarlo. Es una película sobre la amistad en la que el amor hace acto de presencia en forma de un romance frustrado y que capta bien esa época de incertidumbre e inseguridad de la postadolescencia. Entre rimas de rap y con una mirada antropologica a una barriada miserable de Cali que también nos muestra el fundamental papel de la religión, Los hongos es una experiencia hipnótica que nos abre la puerta a todo un mundo.