Fotograma de Rams
Película islandesa y de temática exótica como las ancestrales costumbres de unos remotos ganaderos del recóndito país, Rams (El valle de los carneros) llega a España precedida del premio a la mejor película en la sección Un Certain Regard de Cannes y la reciente Espiga de Oro en la Seminci. Dirigida por Grimur Hákonarson podría ser una versión libérrima de una aquella Una historia verdadera de David Lynch en la que un anciano recorre cientos de kilómetros para despedirse de un hermano con el que lleva años sin hablarse. En este caso, sin embargo, la distancia entre los dos hermanos protagonistas son los pocos metros que separan sus casas en un valle inhóspito.El drama de Rams sobreviene cuando se descubre una enfermedad contagiosa a las ovejas y los veterinarios deciden que es mejor sacrificarlas a todas y evitar males mayores. Los ganaderos, ya atrincherados en un modo de vida que se desintegra por momentos, ven el ocaso de una forma de vivir que si ya estaba herida la epidemia toca de muerte. En medio de la tragedia, la pelea sin cuartel entre los dos hermanos se torna aún más hosca e incomprensible pues ambos se enfrentan, con tozuda obstinación, a la inevitabilidad de la desaparición de su forma de vivir.
Todo esto lo cuenta Hákonarson con dosis de contemplación y de socarronería que se traduce en sutiles y graciosos detalles humorísticos que por momentos pueden alcanzar la ctegoría del gag puro y duro como la brillante secuencia de la excavadora. Rams es una película lenta y morosa en la que lo desolado del paisaje expresa la soledad de unos personajes aislados geográfica y psicológicamente. Hay también, sin embargo, una cierta épica en la historia de estos dos viejos que se odian con la misma obstinación con la que no se resignan a deshacerse de una profesión que constituye el propio núcleo de una existencia solitaria.
@juansarda