El artista alemán Wolf Vostell (1932-1998), pintor, escultor, videoartista, exponente del happening y adscrito al movimiento Fluxus, se mudó con su familia al pueblo extremeño de Malpartida, en Cáceres, a mediados de los años 70. Allí, en medio de una naturaleza primitiva, fundó un museo de arte contemporáneo al aire libre. Aunque les resultase exótico e incomprensible, los lugareños siempre respetaron su trabajo e incluso colaboraron en algunas de sus icónicas obras de coches sepultados en hormigón.



El documental Malpartida Fluxus Village, de la realizadora María Pérez, recuerda esta peculiar simbiosis con testimonios de los vecinos, su viuda y otros artistas amigos y documenta los happenings que realizaron en el pueblo en 2012 para homenajear a Vostell en el que habría sido su 80.° cumpleaños. La película, que recibió el premio del público al mejor largometraje en el festival Alcances de Cádiz y tuvo siete nominaciones para los Premios Goya 2015, se estrena este viernes en Cineteca Madrid con un coloquio posterior.