Star Wars: El despertar de la Fuerza
El Cultural proyecta el mejor cine de la cartelera, para jóvenes y no tan jóvenes, que aúna la emoción de Galaxias lejanas, clásicos como Peter Pan o la lejana Prehistoria.
El plato fuerte de la Navidad, para todas las edades, es el regreso de la saga de Star Wars con dirección de J.J. Abrams. La séptima parte de la saga, en la que regresan Harrison Ford o Carrie Fisher además de personajes emblemáticos como Darth Vader o C3PO, está llamada a batir récords de taquilla. Pero hay vida más allá de las aventuras espaciales creadas por George Lucas, aunque bien es cierto que quizá menos que otros años porque los estudios han sido prudentes a la hora de lanzar sus mejores títulos y estamparse contra la todopoderosa "fuerza".
El viaje de Arlo
Por prestigio e impacto, El viaje de Arlo, una producción de Disney (la misma compañía de La guerra de las galaxias) encabeza los estrenos. En el año en que otra resurrección como la saga de Jurassic Park de Steven Spielberg ha dominado la taquilla mundial, los dinosaurios siguen siendo un reclamo de primer orden y El viaje de Arlo, desarrollada por Pixar en su vena más infantil, nos cuenta la peripecia de un pequeño animal prehistórico en una película que plantea la hipótesis de que el famoso meteorito jamás destruyó la tierra y los dinosaurios siguieron campando a sus anchas por el mundo. La película, debut de Peter Sohn, cuenta la clásica historia de autosuperación a partir de un Apatosaurus que vence su timidez para salvar a su comunidad de la guerra. Dicen sus creadores que es la que tiene menos diálogo desde Wall-e y que detrás de su sencillez apta para los niños está esa sensibilidad Pixar que puede seducir a sus padres.¿Familia Monster?
Hollywood manda en fechas festivas y Sony apuesta por la secuela de uno de sus mayores éxitos recientes con Hotel Transilvania 2, que ya lleva recaudados más de diez millones de euros y sigue en lo alto de la taquilla. Inspirada en aquella clásica familia Monster que encandiló a los niños desde los años 60, el filme está protagonizada por un vampiro que regenta un hotel en el que descansan los "monstruos" del mundo. Si en la primera parte el protagonista luchaba contra el romance entre su hija y un humano, en esta ocasión está preocupado porque su hijo, medio humano y medio vampiro, no se muestra lo suficiente vampiro y lo manda a un campo de entrenamiento para que se convierta en un verdadero villano. Dirige Genndy Tartakovsky, muy popular entre los niños por series de televisión como El laboratorio de Dexter o Las Supernenas.Hotel Transilvania 2
La animación patria sigue viva tras el reciente éxito de Atrapa la bandera de Enrique Gato (que aún puede verse en algunos cines) y presenta Yoko y sus amigos, en la que busca la atención de los más pequeños entre los pequeños. Co-producción entre España y Rusia, dirigida por parte española por Iñigo Berasategui y Juanjo Elordi, la película trata sobre un niño de unos cinco años cuyos padres se mudan de forma constante hasta que finalmente el chico hace amigos en su nueva ciudad, incluido un extraño ser llamado Yoko. Cuando su familia planea una nueva mudanza, el desdichado protagonista se enfrenta a la crueldad de la existencia pero nada puede salir mal en un filme cuya animación se sitúa a medio camino entre el futurismo ruso y Bob Esponja.
La animación europea también está presente con Phantom Boy, sin duda la apuesta más arty. Dirigida por Alain Gagnol y Jean-Loup Felicioli, nominados al Oscar por Una vida de gato (2010), el filme nos traslada al universo de la "bande dessiné" clásica (Astérix o Tintín como ejemplos paradigmáticos) para contarnos la historia de un niño con poderes mágicos que tiene la misión de salvar Nueva York de las garras de un misterioso y desfigurado gánsgter que quiere atacar la ciudad con un mortal virus informático. "La idea era hacer una película policíaca de carácter fantástico", han explicado sus creadores. "Queríamos mezclar los dos géneros y tuvimos una visión de ese niño con el cráneo rasurado. Al mismo tiempo, como somos fans del género de superhéroes también introdujimos la ciudad de Nueva York". Con aire retro y una estética que nos lleva al terreno del cine negro, triunfará entre los niños más sofisticados. Y otro clásico, Bola de dragón, sigue vivo y triunfando con la decimonovena parte de la saga en La Resurrección de F., donde Goku y Vegeta se tienen que convertir en dioses para salvar al mundo.
La Resurrección de F.
No todo es animación, Matteo Garrone, director de prestigio gracias a películas como Gomorra (2008) o Reality (2012) adapta los clásicos cuentos del siglo XVII de Giambattista Basile con un reparto de lujo en el que figuran Salma Hayek o Vincent Cassel para trasladarnos a un mundo mítico y mágico de reyes y princesas con tintes góticos e incluso grotescos en el que aparecen una reina que come corazones para quedarse embarazada, un rey enamorado de una pulga o monstruos marinos. Sin duda, El cuento de los cuentos es mejor opción para niños a partir de diez años, además de una suerte de contestación en clave barroca de los excesos sentimentales de Hollywood. Según el propio Garrone, ha querido "explorar los aspectos más oscuros de las fábulas".Un ejecutivo de radio
Y el cine familiar de Estados Unidos, como es costumbre, reaparece por estas fechas con esas películas "navideñas" que nunca faltan en la cartelera. Padres por desigual, con Mark Walhberg y Will Ferrell, trata sobre un ejecutivo de radio, padrastro de dos niños a los que tiene conquistados, que ve peligrar su afecto cuando reaparece el desastroso pero encantador padre biológico, provocando la rivalidad entre ambos. No podía faltar el clásico entre los clásicos: Navidades, ¿bien o en familia?, con Diane Keaton, John Goodman o Amanda Seyfried, un nuevo remake del eterno Cuento de Navidad de Dickens en el que los fantasmas se aparecen a los miembros de una familia con problemas de convivencia. Y de Australia, Aviones de papel, con Sam Worthington, está inspirada en una historia real para contarnos la conmovedora historia de un padre destrozado por la muerte de su esposa que es ayudado por su propio hijo y su pasión por la papiroflexia a superar el trauma.Pan, viaje a Nunca Jamás